Aunque la leche materna es el mejor alimento que puede recibir un bebé, las tasas de abandono son muy elevadas, incluso en los países desarrollados. Existen diversas razones para abandonar la lactancia materna, pero la…
La lactancia materna está rodeada de mitos y de gente capaz de opinar y dar consejos sin que nadie le haya pedido opinión. Y lo que es peor, muchas veces, esos consejos están lejos de estar respaldados por la evidencia científica y sería mejor que no los siguieras.
Por ello, y para conseguir una lactancia exitosa, nada mejor que estar informada. En la Tribu CSC cuentas con un equipo de profesionales entre los que se encuentran la matrona Sara Caamaño y la consultora de lactancia Inma Mellado, a las que puedes consultar todas tus dudas e inquietudes para conseguir dar el pecho a tu bebé si es tu deseo. Y, sobre todo, para hacer frente a las mentiras y mitos de la lactancia materna. ¿Cuáles son? Repasamos algunos de ellos.
1. “Dale el pecho/biberón cada 2 ó 3 horas”
“¿Otra vez comiendo? ¡Este bebé se pasa todo el día en la teta!”. Es bastante probable que si das el pecho a tu bebé, hayas escuchado alguna de estas frases. Y es que, hasta hace unos años, el pecho o el biberón se daba cada 3 horas, 10-15 minutos en cada pecho. Daba igual si, pasado este tiempo, retirabas al bebé y se ponía a llorar, probablemente porque tenía más hambre. Y lo cierto es que estas indicaciones han acabado con muchas lactancias maternas a lo largo de los años.
El pecho siempre se da a demanda (y el biberón también). Es decir, cada vez que el bebé lo solicite y en la cantidad que demande, sin relojes. Excepto en el caso de los recién nacidos, momento en el que la lactancia debe ser a oferta. ¿Qué significa esto? Que la mujer debe ser activa y ofrecer el pecho de forma constante, al menos hasta que recupere el peso de nacimiento y la lactancia esté bien establecida.
Aunque es cierto que las normas de convivencia social fijan de alguna manera las horas de la comida o la cena en el caso de los adultos, esto no significa que lo hagamos siempre cada tres horas exactas y en un tiempo límite determinado. En el caso de los bebés ocurre igual. Y una vez establecida la lactancia y recuperado el peso de nacimiento, comen siempre a demanda. Es decir, cuando ellos quieran y el tiempo que necesiten.
Al asegurar una serie de tomas al día, garantizaremos la producción y la correcta ganancia de peso del bebé. Los recién nacidos pasan muchas horas al día dormidos y, por ello, debemos despertarlos para ofrecerles el pecho y que la ingesta de leche sea suficiente ya que de lo contrario podrían deshidratarse.
Por ello, es importante asegurar un mínimo de 12 tomas efectivas al día, con más de 10-30 succiones energéticas seguidas, en las que se observe al bebé tragar y con un buen agarre. Es decir, se ofrece al bebé teta como mínimo cada 2 o 3 horas, de día y de noche; aunque si pide más, se le ofrece.
E igual que no hay horas para dar el pecho, tampoco las hay para el biberón. A pesar de que algunos especialistas recomienden dar el biberón cada 3 horas, la realidad es que el biberón también hay que darlo a demanda del bebé.
¿Cuánto? Es imposible saber cuánta leche toman los bebés en el pecho y, aunque se den recomendaciones sobre la cantidad que hay que ofrecerles en el biberón, lo cierto es que cuando optamos por lactancia de fórmula, también es a demanda. Son ellos los que deciden cuánta leche toman.
2. “Dar el pecho duele, hasta que hagas callo”
Es probable que más de una vez te hayan dicho que dar el pecho duele. La realidad es diferente y nunca debe doler. Es cierto que las primeras veces que pongas a tu bebé al pecho sentirás algo parecido a un pellizco, pero no dolor.
Si es así, es que algo no funciona bien. Si aparecen grietas, molestias o dolor puede haber un problema con el agarre o frenillo en la lengua del bebé. En ese caso, lo mejor es consultar para conseguir una lactancia materna exitosa. En la Tribu CSC puedes hacerlo a la matrona Sara Caamaño o a la consultora de lactancia Inma Mellado.
3. “Tu bebé se queda con hambre porque tu leche no alimenta (o es agua): Dale un biberón”
Todos los bebés pierden peso al nacer, aunque este no debe superar el 7-10% del peso del nacimiento y deberían recuperarlo en 2-3 semanas de vida. Sin embargo, sigue siendo habitual que muchos profesionales crean necesario ofrecer una “ayudita” en forma de biberón, acabando así con muchas lactancias. Es una de las falsas contraindicaciones de la lactancia materna más comunes.
Es cierto que muchas ocasiones existen complicaciones a la hora de instaurar la lactancia materna y sí es necesario ofrecer leche de fórmula a los bebés, pero no se puede recomendar de forma generalizada, sin analizar cada situación de forma individual y buscar soluciones si es deseo de la madre continuar con el pecho.
Frases como “tu leche es agua” o “ya no alimenta” no solo son falsas, sino que además provocan pérdida de confianza y sensación de fracaso, en un momento especialmente vulnerable para la mujer como es el postparto (que lejos de lo que se cree, no son solo los 40 días tras dar a luz y se puede alargar más allá del año).
La composición de la leche va cambiando a lo largo de la toma y su calidad siempre es la adecuada para cada bebé. Es decir, la leche materna es un alimento totalmente personalizado para cada bebé, se adapta a él, a sus necesidades y a cada etapa de su desarrollo.
4. “Bebe más líquido para producir más leche”
Este es otro de los mitos de la lactancia materna más habituales. Aunque te hayan recomendado beber más líquido para producir más leche, no es cierto. Por el momento, no está demostrado científicamente que comer determinados alimentos o beber más ayude a producir más leche.
Durante mucho tiempo se recomendaba incluso beber cerveza para aumentar la producción, a pesar de que hoy en día, el consumo de alcohol durante la lactancia está desaconsejado. Por el momento, lo único que se sabe que es efectivo para aumentar la producción son las tomas frecuentes.
5. “Si quieres que engorde más rápido, dale biberón”
El peso del bebé y los percentiles suele ser una de las principales preocupaciones de los progenitores. A pesar de que el percentil no es un indicador de buena salud, sí es cierto que sirven a modo orientativo para conocer al crecimiento del bebé.
En cualquier caso, es falso que los bebés amamantados tengan percentiles más bajos que los que toman biberón. Eso sí, es cierto que los primeros sí tienen un patrón diferente a los segundos ya que la leche materna va cambiando no solo a lo largo del tiempo, sino en una misma toma o en el mismo día.
Por ello, la curva de crecimiento entre ambos bebés sí es diferente, pero no tiene por qué ser más baja en el caso de los que toman leche materna.
6. “Dale un biberón con cereales para que duerma mejor”
A pesar de que está demostrado que no es real, aún hay quien dice que los bebés duermen mejor si le damos un biberón con cereales justo antes de dormir. Sin embargo, la realidad es que lo único que conseguimos al hacerlo es incrementar la posibilidad de que aparezca caries y de que el bebé sufra obesidad.
Y es que hay quien sigue creyendo que los bebés amamantados no se sacian igual que los que toman biberón y por eso se despiertan más por la noche. El sueño del bebé es un proceso madurativo y que un bebé se despierte por la noche no significa que siempre sea por hambre.
Pero, además, la leche materna contiene triptófano y melatonina que ayudan al bebé a conciliar el sueño. Así que, aunque sea real que se despierten más veces, también se duermen con más facilidad y de forma natural.
7. “Tienes que ofrecer los 2 pechos en cada toma”
El bebé debe vaciar el pecho completamente durante la toma antes de pasar al otro. Cuando acabe, se le puede ofrecer cambiar, pero si está saciado y no quiere seguir comiendo, lo rechazará. A medida que crezcan, las tomas serán más caóticas y serán ellos los que decidan cambiarse de un pecho a otro ¡en ocasiones, varias veces en la misma toma!
Sí es recomendable comenzar por el pecho que no ha vaciado en la siguiente toma para asegurar una correcta producción de leche en los dos pechos. Sin embargo, es habitual que una mujer tenga más leche en un pecho que en otro, que los bebés tengan preferencia por uno en concreto o incluso amamantar al bebé con un solo pecho.
8. “Lávate el pecho antes de amamantar”
Lógicamente, es importante tener una buena higiene, pero no es necesario lavarse el pecho antes o después de cada toma y, de hecho, puede ser contraproducente. Los pezones producen de forma natural bacterias que promueven el desarrollo del sistema inmune, además de un olor único: el de mamá.
Lavar los pezones en exceso puede provocar sequedad y favorecer la aparición de grietas. Tampoco es necesario preparar el pecho con cremas durante el embarazo o antes de amamantar al bebé.
9. “Si te quieres quedar embarazada, tienes que dejar de dar el pecho”
“¡Es imposible quedarte embarazada si estás dando el pecho!”. Seguro que has escuchado esa frase en más de una ocasión al manifestar que quieres quedarte embarazada pero aún amamantas a otro hijo.
Es cierto que mientras das el pecho, o al menos los primeros meses, puede que no ovules y, por tanto, no puedas quedarte embarazada. Pero también hay mujeres a las que les vuelve la regla poco después del puerperio y otras que no la tienen hasta que abandonan la lactancia por completo.
Sin embargo, esto no quiere decir que no ovules y, por tanto, que no te puedas quedar embarazada. Es uno de los mitos de la lactancia materna más extendidos, así que recuerda usar métodos anticonceptivos si no deseas quedarte embarazada.
10. “Cuando te quedes embarazada, debes dejar de dar el pecho”
Antiguamente se creía que si una mujer se quedaba embarazada, debería dejar de dar el pecho a su hijo o hija ya que le faltarían nutrientes al bebé que se está gestando. A ello se unía también un mayor riesgo de parto prematuro o incluso de aborto.
Nada de eso es cierto. Si el embarazo transcurre con normalidad, no hay motivo para suspender la lactancia materna. Lo ideal es consultar siempre a los profesionales sanitarios. En la Tribu CSC cuentas con un equipo de profesionales entre los que se encuentra la matrona Sara Caamaño y la consultora de lactancia Inma Mellado.
11. “No dejes que te use de chupete”
El pecho no es solo alimento. Los bebés encuentran en él consuelo, calor, cariño. Gracias a él van creando un vínculo afectivo con la madre (que también se crea en el caso de los bebés alimentados con biberón).
Por tanto, junto a la succión nutritiva, está la succión afectiva. Esa en la que el bebé está en el pecho de la madre buscando amor. No es dejar que te use de chupete, es darle el cariño que necesita.
12. “No debes dar el pecho en público”
Aunque pueda parecer raro, aún existen lugares en los que se invita a las mujeres a dar el pecho en lugares “privados” lejos de miradas indiscretas. Sin embargo, tu bebé tiene derecho a ser alimentado en cualquier lugar y dar de mamar no es obsceno ni debe ser ocultado.
Nadie puede pedir a una mujer que deje de amamantar a su bebé. Ya sea en la calle o en un restaurante privado. De hecho, en España diferentes comunidades autónomas han desarrollado leyes para apoyar la lactancia materna en espacios públicos.
Y aunque en algunos lugares, como algunas superficies comerciales, haya salas de lactancia indicadas para madres, estas no son de obligatorio uso, solo son una alternativa para aquellas madres que deseen usarlas y así facilitar un rincón íntimo y tranquilo donde poder amamantar a sus bebés lejos del tránsito y del bullicio.
13. “Necesitas pezoneras porque tu pezón es muy pequeño”
Da igual el tamaño del pezón o si este es invertido ya que no se mama de él, sino del pecho. De hecho, es posible amamantar aunque no haya pezón, a pesar de lo que afirman los mitos de la lactancia materna.
Así, las pezoneras no son necesarias la mayoría de las veces y, de hecho, pueden entorpecer la lactancia. Lo ideal es usarlas siempre con supervisión de una matrona o de una asesora de lactancia. Tampoco influye el tamaño del pecho, ya que una mujer puede producir leche suficiente para su bebé independientemente del tamaño.
14. “Deja que tu pareja participe en la crianza dándole un biberón”
Muchas veces se aconseja a las mujeres que dejen la lactancia materna con la excusa de que al ofrecer biberón, los hombres también pueden participar en la crianza del bebé.
Lo cierto es que pueden hacerlo de múltiples formas: bañándolos, vistiéndoles, cambiándoles el pañal, paseándolos, porteándolos… ¡Se puede crear el vínculo entre padre e hijo de múltiples formas y no solo con la alimentación!
Hay muchas formas en las que nuestra pareja puede ejercer una crianza corresponsable con un bebé lactante, aunque no sea alimentándole… ¡De momento!
15. “Si tienes un disgusto, se te cortará la leche”
El estrés, el cansancio, las preocupaciones… Todos ellos son habituales cuando acabamos de tener un bebé, especialmente si somos primerizos. Pero eso no significa que se corte la leche o que no vayamos a producir más.
La verdad sobre la lactancia materna y su producción es que esta depende de la succión del bebé. Cuanto más tiempo pase el peque en el pecho, más aumentará la cantidad de leche, siempre que la lactancia transcurra con normalidad.
16. “No podrás dar el pecho si te haces una radiografía, tac o resonancia”
En muchas ocasiones, si tienes que hacerte cualquier prueba médica como una ecografía, radiografía, tac o resonancia, es probable que te recomienden parar la lactancia durante un tiempo, que puede variar entre unas horas a varios días. Sin embargo, esto no es del todo cierto y son compatibles, incluso cuando la prueba incluye contraste, con alguna excepción.
Así, el único conflicto es con ciertos contrastes radioactivos utilizados en gammagrafías que tienen en su composición compuestos como el tecnecio. En cualquier caso, en la web www.e-lactancia.org puedes encontrar información sobre la compatibilidad de medicamentos, pruebas médicas o sustancias con la lactancia materna y hacer frente así a los mitos de la lactancia materna.
¿Qué cosas no se deben hacer en la lactancia materna? ¿Qué es malo para la lactancia materna? ¿Qué cosas afectan la lactancia? ¿Qué afirmación de la lactancia es falsa? Si tienes más dudas sobre la lactancia materna y sus mitos, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de profesionales que puede ayudarte. Entre ellos, se encuentran la matrona Sara Caamaño y la consultora de lactancia Inma Mellado.
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