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Artículo publicado el 19 Mar 2022 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 19 marzo, 2024
Celebramos el Día del Padre y las casas se llenan de dibujos, manualidades varias y regalos para ellos. La paternidad es una experiencia trascendental. Te cambia la vida por completo. Y como cualquier cambio vital implica un proceso de adaptación a la nueva situación. Fomentar el vínculo padre-hijo desde la primera infancia es fundamental para el desarrollo de los peques y nuestra relación con ellos.
¿Qué es y por qué es importante el vínculo entre el niño y su padre?
Cuando hablamos de una pareja heterosexual y se ha producido un embarazo, por lo general, durante los primeros meses, el papel de la madre es prioritario. El bebé ha estado nueve meses gestándose dentro del vientre materno. Cuando existe una pareja, la otra madre o el padre deberán ir creando ese vínculo poco a poco. En casos de adopción no existe vínculo inicial con ninguno de los dos miembros de la pareja, por lo que ambos parten desde el mismo punto.
A algunos padres les cuesta aceptar este papel secundario en un primer momento de la crianza y llegan a sentirse desplazados, rechazados o poco importantes. El papel del padre, cuando lo hay, en la crianza, es fundamental y va a llegar a ser tan importante como el de la madre si se respetan los tiempos y se va trabajando ese vínculo de forma progresiva.
No tiene sentido luchar o enfadarse contra algo que es natural. Cuando un bebé nace ya reconoce la voz materna, la respiración de mamá, los latidos de su corazón… Este vínculo primario junto con nuestra naturaleza mamífera hace que durante los primeros meses, durante esa etapa de bebé, la figura de la madre sea prioritaria. Sin embargo, el padre juega un papel fundamental desde el primer momento que va a ir aumentando su protagonismo a lo largo de los meses en la vida de su hijo/a. Pero para ello es fundamental fomentar el vínculo padre hijo.
Cómo fomentar el vínculo padre hijo
A pesar de que en un primer momento la madre juegue un papel fundamental, es importante que el padre se implique en los cuidados desde el primer momento. Aunque el padre no haya parido ni pueda amamantar al bebé, su vida también acaba de dar un giro trascendental y hay otros muchos cuidados esenciales que puede realizar. Desde cambiar pañales a bañar al bebé, hacer piel con piel mientras el bebé duerme para que mamá pueda darse una ducha, pasando por los cuidados indirectos que implica dar sostén logístico y emocional para que mamá pueda recuperarse del parto y atender las necesidades primarias del bebé durante esa primera etapa.
Esta presencia de la figura paterna como cuidador desde el primer momento va a favorecer que comience a crearse ese vínculo entre padre e hijo/a. No debemos olvidar que no solo el bebé necesita conocer a papá y vincularse con él, el padre también necesita ir conociendo poco a poco a su hijo/a y crear este vínculo. A medida que el bebé vaya creciendo, el padre podrá implicarse cada vez en más aspectos relacionados con los cuidados, el juego, el acompañamiento emocional… y todos los aspectos relacionados con la educación y la crianza.
La corresponsabilidad en la crianza también va a contribuir a la construcción de este vínculo. Hay multitud de actividades relacionadas con la crianza: asistir a las reuniones del colegio, las revisiones pediátricas, las actividades extraescolares, las relaciones sociales, comprar el material escolar, mantener las rutinas y horarios… y compartir el peso de la responsabilidad y también el disfrute de ese vínculo único es importante. Los vínculos se forman con presencia. Y la presencia es mucho más que cohabitar en la misma casa.
Cómo fortalecer los vínculos afectivos entre padres e hijos
El tema de las emociones es, en ocasiones, uno de los terrenos que a algunos padres les cuesta trabajo gestionar. No es de extrañar si tenemos en cuenta que, en general, la educación emocional que recibimos fue escasa tirando a nula, pero, además, en el caso de los hombres, la mayoría han crecido con el discurso de que el terreno emocional era algo asociado a lo femenino y que la expresión de emociones implicaba una vulnerabilidad y debilidad que no debían mostrar.
Si este es el caso, es importante hacer un trabajo personal para superar estas barreras ya que las emociones forman una parte importante de la educación. ¿Por qué es importante manifestar el amor paterno a los hijos? Porque no es suficiente con querer a las/os hijas/os. También es necesario que ese mensaje de amor incondicional les llegue.
Además de la expresión de las emociones, si queremos fortalecer el vínculo afectivo entre padre e hijo/a será indispensable también compartir tiempo de disfrute en familia. Jugar a menudo con ellos/as, hacer planes especiales en nuestro tiempo libre, preocuparnos por sus asuntos durante todas las etapas de la infancia, tomarnos tiempo para hacer equipo y cooperar en familia… en definitiva, estar presentes en su día a día y en todos los aspectos de su vida.
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