¿Cómo hacer polos de leche materna?

Artículo publicado el 15 Jun 2021 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 18 julio, 2023

Cuando empieza el calor, sobre todo, apetecen más cosas de comer que estén fresquitas. Y pocas cosas más buenas y más refrescantes hay que los polos helados. Pero claro, deberíamos ofrecer helados hechos con ingredientes aptos y nutritivos, sobre todo si se los damos a peques lactantes que aún combinan leche materna con alimentación complementaria. Por eso hoy te mostramos cómo hacer polos con leche materna.

Helados de leche materna para bebés

Los helados que compramos (y a los que asociamos un consumo diario como algo normal) ya hechos suelen contener gran cantidad de azúcar, siendo una opción nada recomendable para los peques. Y es que cada vez más se abusa de productos llenos de calorías vacías, es decir aquellas que no aportan ningún valor nutricional, apartando así los alimentos que les ayudan a crecer y aumentando el riesgo de sufrir problemas de salud como obesidad o caries.

 

 

Por eso lo mejor es realizar nuestros propios helados en casa: con leche, fruta, verdura y sin otros aditivos. Ya sabéis que la leche de vaca es uno de los pocos alimentos que no se pueden ofrecer con el inicio de la alimentación complementaria. Actualmente se recomienda retrasar su introducción hasta los 12 meses. Entonces, ¿los bebés menores de un año pueden tomar helados que lleven leche? ¡Sí! Porque podemos realizar polos con leche materna.

Cómo hacer polos de leche materna

Seguro que ahora piensas en ¿cómo no se me ha ocurrido antes? Y es que es facilísimo hacer helados de leche materna. Solo necesitas extraerte leche, un molde para hacer polos y un congelador. Ya está. De hecho venden moldes para helados de leche materna, especialmente pensados para las manitas de los bebés. Son de plástico o silicona libre de BPA, apto para los alimentos, y que soporta temperaturas bajas. Y se agarran por un asa ergonómica, para que ellos mismos puedan sujetar el polo con facilidad.

 

 

También hay moldes enteros de silicona, que ensucian menos pero que son un poco más difíciles de utilizar, ya que hay que ir empujando el polo hacia arriba para poder ir chupándolo. Es cuestión de probar cuál se ajusta mejor a las capacidades del peque y a vuestro gusto.

¿A partir de qué edad pueden tomar helados?

Es recomendable esperar hasta que el peque cumpla con los requisitos para iniciar la alimentación complementaria, y esto suele ser en torno a los seis meses de edad. Pero como estamos hablando de ofrecer solamente leche materna (pero en estado sólido en lugar de líquido), podrían chupar estos polos un poco antes, sobre los cuatro o cinco meses.

Eso sí: siempre bajo supervisión de un adulto. En realidad esto debería ser así a cualquier edad. No podemos quitarles un ojo de encima cuando comen, y tener cuidado por si el polo se rompiese en trozos para que no ingieran ninguno.

Se derriten más rápido que el resto de helados, así que probablemente se ensuciará muchísimo. ¡Pero eso hace la experiencia incluso más divertida! Aunque no a todos los peques les gusta, algunos rechazarán un alimento tan frío al principio, pero normalmente al final suelen pillarle el gusto. Eso sí, para evitar que se quemen la carita y los labios (¡el frío también quema!), mejor esperar un poquito después de sacar el polo del congelador.

 

 

¿Se pueden hacer helados de leche de fórmula? La leche en polvo no debe pasar mucho tiempo preparada, además no se puede congelar. Sin embargo, la que ya viene lista en brick sí se podría utilizar para hacer polos, ya que es estéril.

Recetas de helados de leche materna con fruta

A partir de los seis meses podemos empezar a añadirle otros ingredientes a la leche materna para hacer helados. Así iremos cambiando sabor y color. Incluso, según con qué fruta los hagamos, lograremos una textura más cremosa. Es una buena manera también de aprovechar alimentos que estén cerca de estropearse, porque podemos congelarlos y usarlos para hacer helados después. ¡Frutas y también verduras!

Igualmente también podéis usar los ingredientes al natural y congelar después. Las cantidades dependerán del tamaño de los moldes, pero es bastante sencillo ir haciéndolo a ojo. Por ejemplo: para dos politos batimos 40 ml de leche materna con un plátano, después se pone en el molde, se congela y listo. También podemos añadir media pera hasta hacer un puré que se congela después. La verdad es que las posibilidades son tantas como se te puedan ocurrir: plátanos, melón, sandía, mango, fresas y frutos rojos, uvas, piña, zanahoria…

 

 

Podemos sumarle al helado frutos secos triturados (¡nunca enteros!) como la crema de cacahuetes o avellanas casera, sin azúcar añadida. O un poco de miel pura a partir de los 12 meses de edad, así como dátiles, canela… Aunque el dulzor ya vamos a conseguirlo con la fruta madura o la verdura cocida que pongamos al helado. Si ya habéis introducido la leche de vaca se pueden hacer igual que con la leche materna.

Así tomarán fruta y verduras (aunque siempre es mejor ofrecerlas tal cual sin triturar), y también leche si no les gusta mucho sola. Aunque, como nuestra pediatra Gloria Colli explicó en este post: la leche de vaca no es imprescindible en la dieta. 

Polos de leche materna para los dientes

Aunque la salida de los dientes es un proceso natural al que se le achacan muchos mitos, puede acompañarse de molestias en la boca que incomoden al bebé. Aunque el exceso de saliva o que estén todo el día con las manos en la boca no significa necesariamente que le estén saliendo los dientes, podemos probar a aliviar estas molestias de la dentición con masajes en las encías o dándole objetos duros y/o fresquitos para morder.

 

 

Desde los típicos mordedores (algunos también se pueden congelar), hasta collares o pulseras de silicona ¡o polos helados! Así, al mismo tiempo que aliviamos las molestias, se están resfrescando, hidratando y nutriendo.

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