¿Cómo saber si es alergia o asma infantil?

¿Cómo saber si es alergia o asma? Algunas alergias respiratorias en niños son fáciles de identificar por los síntomas que aparecen justo después de la exposición a alguna sustancia en particular, como el polen. Pero otras son sutiles y pueden confundirse con otras afecciones. Asimismo, no todos los casos de asma son de causa alérgica aunque la persona alérgica puede tener ambas afecciones y los síntomas superponerse.

¿Cómo saber si es alergia o asma?

No todas las personas con alergias padecen de asma, pero la mayoría de personas con asma padecen de alergias. Asimismo, la alergia no es una enfermedad en sí misma, sino la causa de una enfermedad, mientras que el asma es una enfermedad heterogénea, que se caracteriza por un grupo de síntomas que se prolongan o se van repitiendo en el tiempo.

Es importante diagnosticarlas correctamente para tratarlas de manera adecuada. Para ello es importante saber qué provoca los síntomas respiratorios y acudir a un especialista para que realice las pruebas que considere pertinentes en cada caso, elabore el diagnóstico y prescriba el mejor tratamiento. En la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la pediatra Gloria Colli y la fisioterapeuta respiratoria Anna Ferrán.

¿Cómo saber si tu niño tiene alergia?

“La rinitis alérgica se identifica porque existen síntomas repetidos o parecidos a los de un resfriado prolongado, que duran más de una semana o dos, o que se desencadenan casi siempre durante las misma época del año (alergia estacional)”, concreta la experta.

La rinitis alérgica en niños causa síntomas que pueden incluir:

• Síntomas nasales: estornudos, goteo y congestión nasal (frotarse y sorber por la nariz).)
• Carraspeo de garganta (por sensación de picazón e irritación en la boca y la garganta).
• Picazón en los ojos y ojos llorosos (e incluso hinchados).
• Síntomas respiratorios: ataques de tos, sibilancias, dificultad para respirar, etc.
• Signos dermatológicos: sarpullidos rojos que pican (secos y algunas veces con escamas en los pliegues de la piel, muñecas y tobillos pueden indicar una alergia). Cuando se trata de erupciones cutáneas, la enfermedad inflamatoria crónica más común de la piel en los niños es el eczema, también se denomina dermatitis atópica. Aunque no es estrictamente un problema alérgico, con frecuencia son “una señal de que se puede desencadenar una rinitis alérgica, también conocida como fiebre del heno y asma”, explica Gloria Colli. Y, por lo general, donde el asma es poco común, el índice de eczema también es bajo.

Según los estudios, la alergia respiratoria puede manifestarse por un asma alérgica y/o por una rinitis alérgica. La rinitis alérgica provoca una importante alteración de la calidad de vida, deformidades del macizo facial en los niños, síndrome de apnea del sueño e incluso una evolución secundaria hacia el asma.

La alergia respiratoria se asocia a asma en el 50-80% de los menores asmáticos. Se trata del primer factor de riesgo de asma persistente durante la infancia y se asocia a un peor control del asma. Su detección precoz y su diagnóstico son por lo tanto muy relevantes. Su tratamiento permite prevenir posibles factores desencadenantes de exacerbación del asma y se basa en medidas relativas al entorno y en la inmunoterapia específica.

¿Cuáles son las alergias más comunes en los niños?

Las manifestaciones alérgicas más habituales en niños y jóvenes son el asma, la rinitis, la conjuntivitis, la dermatitis, la urticaria y la alergia digestiva. Pero, ¿qué provoca la alergia en los niños? Las causas más comunes que producen las alergias en la niñez son:

• Los ácaros del polvo. Estos insectos microscópicos son una de las principales causas de alergia y puede ser leve o grave (si se puede presenta con tos, congestión, estornudos persistentes o un ataque de asma severo).
• El polen. Otro protagonista principal de las alergias. En este caso se trata de una alergia estacional, ya que se presenta por temporadas. La primavera es una de las épocas más temidas por los padres de pequeños con esta condición alérgica.
• El moho. Tal y como se menciona en una publicación de “Asthma and Allergy Foundation of America”, las esporas de moho entran por la nariz y pueden causar rinitis alérgica, así como también provocar asma.
• Los animales de compañía. El pelaje, la caspa de la piel, la saliva y hasta la orina de los animales pueden ocasionar reacciones alérgicas. Pero ojo, porque la ciencia también ha demostrado que nuestros compañeros peludos disminuyen la probabilidad de padecer otros tipos de alergias, incluso alimentarias.

• Las cucarachas. Estos insectos son potentes agentes alérgenos en las ciudades cuando existe infestación. Según un artículo de “American College of Allergy Asthma and Immunology”, pueden desencadenar tanto asma como alergias.
• Picaduras de insectos. Una picadura de insecto causa hinchazón, picazón y enrojecimiento en muchos niños. Sin embargo, las alergias al veneno de algunos bichos, como la mordedura de algunas arañas, puede causar reacciones muy severas. Un comunicado de “National Health Services” señala que se debe acudir al médico en caso de que se presente fiebre alta, escalofríos, dolores de cabeza y malestar.
• Medicinas. Tanto los fármacos de venta libre en farmacias, como los que exigen prescripción médica, pueden causar reacciones alérgicas. Por ejemplo, los antibióticos. Por eso es tan importante no usarlos sin consultar al médico, sobre todo en los más peques. Además, la exposición temprana a los mismos también puede aumentar la probabilidad de sufrir asma o alergia.
• Productos químicos. Una de las alergias más comunes es a los detergentes, los productos cosméticos (champús, geles, cremas…) o los de limpieza que se usan en el hogar debido a sus componentes químicos. En una revisión publicada en la revista “Toxicology” se incide en que el contacto con ciertos compuestos pueden dar origen a una serie de patologías como la dermatitis alérgica, la rinitis ocupacional y el asma.
• Ciertos alimentos. La alergia a los alimentos se produce por una reacción del sistema inmunitario justo después de ingerir algunos alimentos. Las alergias alimentarias más comunes en niños suelen desencadenarse por proteínas en los huevos, la leche de vaca, el trigo, la soja y los frutos secos.

Ante la sospecha de una alergia, del tipo que sea, en un menor, es importante consultar con el pediatra y acudir al especialista para que este pueda realizar las pruebas que considere pertinentes para realizar el diagnóstico y poner el tratamiento más adecuado a cada caso.

Cuándo puede ser asma

El asma constituye la primera causa de enfermedad crónica en la infancia y limita de forma significativa la calidad de vida de los peques y sus familias.

Pero, ¿cómo empieza el asma en niños? La tos y las sibilancias recurrentes, características del asma, son muy prevalentes en los primeros años de la vida. No obstante, la mayoría de los niños pequeños en los que se detectan estos síntomas no tendrán asma. La identificación correcta de los verdaderos asmáticos es imprescindible para evitar tanto las consecuencias de la enfermedad como el exceso terapéutico cuando este no es necesario.

La evolución del asma bronquial en los niños menores de 3 años permite diferenciar 4 fenotipos: asma precoz transitoria, asma persistente no atópica, asma alérgica y asma intermitente grave. El diagnóstico de asma bronquial en el niño menor de 3 años es básicamente clínico.

¿Qué es el asma y sus síntomas?

El asma es una enfermedad crónica que afecta los pulmones y provoca que las vías respiratorias de estos se hinchen y se estrechen. Esto provoca dificultad para respirar.

Es una de las enfermedades de duración prolongada más comunes en los niños, aunque los adultos también pueden padecerla. El asma causa sibilancias (silbido en el pecho), falta de aliento, opresión en el pecho, tos (más común por la noche y a primera hora de la mañana)…

Por lo general, los síntomas del asma aparecen con un patrón recurrente característico, relacionado con la exposición a desencadenantes reconocibles, y mejoran o revierten con el tratamiento broncodilatador, aunque la falta de respuesta no excluye el diagnóstico. En otros pacientes los síntomas son continuos o persistentes.

A qué edad se presenta el asma

Aunque el asma puede aparecer a cualquier edad, es más común que debute en la infancia, edad en la que suele estar asociado a un componente alérgico. A menudo, el asma comienza antes de los 5 años. Muchos niños pequeños tienen asma. De hecho, es la enfermedad crónica más común de la niñez.

Asma infantil: Causas

Algunos desencadenantes comunes de asma incluyen:

• Animales (pelo o caspa).
• Polvo, moho y polen.
• Ácido acetilsalicílico (aspirina) y otros medicamentos.
• Cambios climáticos (en la mayoría de los casos, tiempo frío).
• Químicos en el aire o en los alimentos.
• Humo del tabaco.
• Ejercicio físico.
• Emociones fuertes.
• Infecciones virales, como el resfriado común.

No se conoce la causa exacta del asma. Según los estudios, es probable que la genética y el ambiente sean factores de riesgo de asma en los niños. Los tipos de asma en niños vienen dados por los desencadenantes anteriormente descritos (el asma alérgica es causada por alérgenos como el polen o el moho, el asma no alérgica es causada por desencadenantes que no son alérgenos como el frío y los medicamentos, y el asma inducida por el ejercicio físico, especialmente cuando el aire es seco). Asimismo, los desencadenantes del asma pueden ser diferentes para cada niño y cambiar con el tiempo.

También existen otros factores de riesgo como estar expuestos al humo de segunda mano cuando la madre está embarazada o cuando son pequeños, la genética e historia familiar (los niños tienen más probabilidades de tener asma si uno de sus padres la tiene, en especial si es la madre), la etnia (los afroamericanos y los puertorriqueños tienen un mayor riesgo de padecer asma), tener otras enfermedades o afecciones (como obesidad y alergias), padecer infecciones respiratorias virales frecuentes cuando eran niños pequeños y el género (el asma es más común en los varones durante la niñez y en las niñas durante la adolescencia).

¿Es asma? Claves para un diagnóstico correcto

El diagnóstico del asma es fundamentalmente clínico, pero en peques capaces de colaborar, generalmente a partir de los 5 años, se debe realizar una espirometría forzada con prueba de broncodilatación, para conocer el grado de obstrucción y su reversibilidad, características del asma que confirmarán el diagnóstico.

Según los estudios, la dificultad del diagnóstico a edades tempranas reside en que la enfermedad se manifiesta de forma variable según la edad o los diversos desencadenantes. Asimismo, no existen pruebas específicas para detectar la enfermedad en los lactantes y niños pequeños, cuya evolución puede ser variable a lo largo del tiempo, y no es predecible.

La exploración física (auscultación pulmonar y observación de sibilancias, los signos clínicos de atopia, dermatitis atópica y rinitis alérgica) y los antecedentes personales y familiares también serán tenidos en cuenta a la hora de realizar el diagnóstico. La presencia de asma en familiares de primer grado, especialmente en la madre, son el principal factor de riesgo de asma.

Asimismo, muchos estudios epidemiológicos han demostrado la asociación entre la alergia a alimentos y la dermatitis atópica en los primeros años y la aparición posterior de manifestaciones de alergia respiratoria, característicamente a alérgenos inhalados, como el asma y la rinitis alérgica. Los antecedentes de atopia incrementan la probabilidad de que el asma sea la causa de la clínica.

Ataques de asma

Las vías respiratorias del menor con asma están inflamadas e hinchadas, lo que las vuelve hipersensibles. Cuando entran en contacto con un “desencadenante” de asma (lo que ocasiona un ataque de asma,) las vías respiratorias reaccionan fuertemente y se contraen, estrechándose. Son varias las situaciones y las sustancias que pueden desencadenar un ataque de asma:

• Ejercicio físico.
• Aire frío.
• Virus.
• Contaminación del aire.
• Ciertos humos/gases.
• Otros alérgenos (aproximadamente el 80% de los menores con asma también padecen de alergias y, para ellos, las alergias son con frecuencia los desencadenantes más comunes de asma).

Como en el caso de las alergias, es importante consultar al especialista para que prescriba el tratamiento del asma en niños más adecuado para cada peque.

El asma infantil, ¿se cura?

No, el asma infantil no desaparece. Por desgracia, el asma infantil no se puede curar y los síntomas pueden continuar hasta la edad adulta. Pero, con el tratamiento adecuado, es posible controlar los síntomas y evitar el daño a los pulmones en crecimiento.