¿Por qué nacer en otoño o invierno triplica el riesgo de desarrollar asma en la infancia?

Los recién nacidos cuyos primeros meses de vida coinciden con periodos de elevada polinización y humedad ambiental tienen mayor predisposición a desarrollar síntomas a temprana edad

La evidencia nos indica los peques nacidos en los meses de otoño e invierno (momentos del año con elevada humedad) tienen 3 veces más posibilidades de desarrollar dificultades en la respiración, lo que a menudo corresponde con un primer signo de asma en la infancia a los 2 años, en comparación con los nacidos en otros momentos del año.

Las investigaciones coinciden en que el riesgo de asma infantil varía según el mes de nacimiento. La explicación a este fenómeno está en los aeroalérgenos ambientales con los que entra en contacto el bebé durante sus primeros meses de vida.

Asma en la infancia: Factores de riesgo

Sabemos que el asma infantil tiene un componente genético hereditario pero casa vez son más las investigaciones que lo relacionan con numerosos factores externos como la exposición al aire contaminado, el pelo de animales y el humo del tabaco. También hay estudios que lo han asociado a la exposición temprana a antibióticos o incluso a un excesivo consumo de carne.

 

Asma en la infancia: Nacer en otoño o invierno triplica el riesgo

Según la Dra. Kim Harley, del Center for Children’s Environmental Health Research de la Universidad de California en Berkeley y directora de la primera investigación que mostró sobre el papel la relación existente entre la exposición en recién nacidos a los componentes ambientales para desarrollar asma, las concentraciones ambientales de mohos y polen siguen patrones estacionales que influyen en el riesgo de desarrollar asma de forma temprana en la infancia.

Nacer en otoño o en invierno predispone a contraer asma a los 2 años

Durante los años 1999 y 2000, Harley examinó a 514 recién nacidos en el californiano Valle de Salinas, una región con inviernos suaves y lluviosos y veranos secos. La investigadora identificó 27 grupos de esporas y 48 tipos de polen en su estudio, registrando un promedio diario de concentraciones para los grupos que aparecían presentes en más de un 3% del total durante los primeros 3 meses de vida de cada bebé estudiado. El pico estacional de polen y de esporas no ocurría siempre en los mismos meses, por lo que el riesgo de desarrollar asma tampoco era el mismo para cada bebé.
Por ejemplo, los picos estacionales de de moho ambiental se dan en noviembre y diciembre, y los de pólenes al principio de la primavera, entre marzo y abril. Tras ajustar factores como la historia familiar de asma, la contaminación, ser fumador pasivo y la presencia de insectos o mohos en el hogar, se determinó que los bebés nacidos en otoño e invierno triplicaban la posibilidad de sufrir dificultades respiratorias, a menudo precursoras del asma, a edad tan temprana como tan sólo 2 años.
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De hecho, los niveles de células Th1 (relacionadas con la inmunidad celular) a los 24 meses de edad se asociaron positivamente con las concentraciones medias de esporas y negativamente con las concentraciones medias de polen en los primeros 3 meses de vida. Es decir, las células (esporas) que producen ciertos hongos, plantas y bacterias, están relacionadas con el asma en niños 2 años.

El patrón estacional

Se ha observado un patrón estacional según el cual nacer en la temporada de esporas (otoño e invierno) se asocia con mayores probabilidades de sibilancias tempranas. El aumento de las concentraciones medias diarias de basidiosporas y ascosporas en los primeros 3 meses de vida se ha vinculado con mayores probabilidades de sibilancias, al igual que el aumento de las concentraciones medias diarias de polen.

Es decir, los bebés con mayor exposición a esporas y polen en los primeros 3 meses de vida tienen mayor riesgo de presentar sibilancias tempranas. Y además, esta asociación es independiente de otros factores estacionales e infecciones de las vías respiratorias inferiores.

¿Qué es el asma de la infancia?

El asma infantil es una enfermedad cada vez más frecuente, y está estrechamente relacionada con la alergia. Se trata de una inflamación de las vías respiratorias que provoca que estas se estrechen y se reduzca, por tanto, la cantidad de aire que puede pasar por ellas, originando dificultades para respirar.

 

Asma en la infancia: Nacer en otoño o invierno triplica el riesgo

 

El asma es una enfermedad pulmonar crónica que puede causar sibilancias, tos y opresión en el pecho. Cuando estos síntomas se agravan y son peores que lo habitual, se produce lo que se conoce como ataque de asma o crisis asmática.

Pero, ¿a qué edad se presenta el asma? A menudo, el asma comienza en la niñez, en general antes de los 5 años, siendo la enfermedad crónica más común de la niñez. Los síntomas de asma pueden provocar que los peques que padecen esta afección falten a la escuela e incluso necesiten atención hospitalaria. Sin embargo, los tratamientos pueden ayudar a controlar el asma.

Si quieres más información sobre el tratamiento del asma en niños o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la pediatra Gloria Colli y la fisioterapeuta respiratoria Anna Ferrán.

Pero, ¿el asma infantil se cura? Desafortunadamente, el asma infantil no se puede curar y los síntomas pueden continuar hasta la edad adulta. Pero es muy importante para su calidad de vida que la niña o el niño asmáticos reciban el tratamiento adecuado, ya que de esta forma se pueden controlar los síntomas y evitar el daño a los pulmones en crecimiento.

 

Asma en la infancia: Nacer en otoño o invierno triplica el riesgo

 

De lo contrario, el asma puede provocar diversas complicaciones, entre ellas: ataques de asma graves que requieren tratamiento de emergencia o atención hospitalaria y deterioro permanente de la función pulmonar.

El asma en la infancia interfiere en las actividades cotidianas del niño o la niña, deteriorando su calidad de vida ya que los peques duermen mal, sienten cansancio y se ve afectada su capacidad de rendimiento y su estado de ánimo.

Asimismo, los síntomas pueden provocar que el pequeño pierda constantemente días de clases y acabe atrasándose en la escuela y además interfieren con los juegos, la práctica de deportes y otras actividades.

¿Cuáles son los síntomas del asma en niños?

Diagnosticar el asma en los niños, especialmente si son pequeños, puede resultar difícil debido a que el asma tiene síntomas similares a los de otras infecciones respiratorias. A esto se une el hecho de que no todos los niños y niñas presentan síntomas de asma con mucha frecuencia, por lo que puede parecer que están teniendo otras afecciones infantiles.

 

Mocos y vuelta al cole

 

No obstante, el asma infantil presenta síntomas que pueden variar de leves a graves y suceder con frecuencia o solo de vez en cuando. Estos pueden incluir:

  • Opresión en el pecho.
  • Tos (sobre todo por la noche o temprano en la mañana).
  • Problemas respiratorios (como falta de aire, respiración rápida o jadear para obtener aire).
  • Sensación de cansancio (que a veces se manifiesta con ojeras).
  • Irritabilidad.
  • Sibilancias, que producen un silbido cuando exhalan.
  • Dificultad para comer (o succionar en el caso de los bebés) por sensación de ahogo.

Cuando los niños tienen un ataque de asma, sus síntomas empeoran mucho. Los ataques pueden aparecer de forma gradual o repentina y, en ocasiones, pueden incluso poner en peligro la vida.

Los signos de advertencia de un ataque severo incluyen tos intensa, problemas respiratorios graves y palidez o un color azulado en la cara, labios y uñas. Si nuestro/a hijo/a tiene esos síntomas, debemos buscar ayuda médica de inmediato.

 

Asma en la infancia: Nacer en otoño o invierno triplica el riesgo

 

¿Qué provoca el asma infantil?

Se desconoce la causa exacta del asma, pero se sabe que la genética y el ambiente son factores que predisponen al asma en la infancia. Conocerlos puede permitirnos identificar los signos del asma en la infancia para así poder buscar lo antes posible el mejor tratamiento para nuestro/a hijo/a.

Los desencadenantes del asma pueden ser diferentes para cada niño y pueden cambiar con el tiempo. El ataque de asma ocurre cuando la niña o el niño asmático está expuesto a un desencadenante. Diferentes desencadenantes pueden causar distintos tipos de asma:

  • El asma alérgica es causada por alérgenos (sustancias que provocan una reacción alérgica: ácaros del polvo, moho, polen, animales, etc.).
  • El asma no alérgica, causada por desencadenantes que no son alérgenos (respirar aire frío, ciertos medicamentos, productos químicos domésticos, infecciones como resfriados y gripe, contaminación del aire exterior o el humo de tabaco).
  • El asma inducida por el ejercicio (sucede durante el ejercicio físico, especialmente cuando el aire es seco).

 

Asma en la infancia: Nacer en otoño o invierno triplica el riesgo

 

También existen factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar asma en los niños como la exposición al humo del tabaco (incluso antes del nacimiento), reacciones alérgicas previas (reacciones de la piel, alergia a alimentos, fiebre del heno o rinitis alérgica, etc.), antecedentes familiares de asma o alergias, vivir en una zona donde hay contaminación alta, obesidad, afecciones respiratorias (goteo o congestión nasal –rinitis–, sinusitis o neumonía), reflujo gastroesofágico, sexo masculino (los niños son más propensos que las niñas a padecer asma) o incluso, como hemos visto, el mes de nacimiento.

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24 octubre, 2023

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