Si otros veranos has dudado entre playa o piscina para programar las vacaciones con los niños; este verano, con el coronavirus merodeando por ahí, la duda es aún mayor. Te explicamos cómo se comporta el…
Llegan las vacaciones de verano, el calor, los planes para ir a la playa y la piscina… Pero cuando el mal tiempo se aleja y el foco de infección de los colegios queda atrás, siguen apareciendo peques con mocos y tos. ¿Qué hacemos entonces? ¿Son compatibles piscinas y resfriados? ¿Un niño resfriado puede ir a la playa o a la piscina?
Bebé resfriado y piscina
Seguro que te ha pasado más de una vez: justo cuando teníais plan para ir a la piscina o la playa (o si acude a clases de natación o matronatación), amanezca el peque hasta arriba de mocos y alguna que otra tos, y no sabes si anular la actividad o no.
Pues la respuesta a la pregunta de si un niño resfriado puede ir a la piscina o a la playa, como con casi todo, es sentido común. En gran medida dependerá de su estado general. Pero antes es importante recordar que nos peques no se resfrían por ir a la piscina. Igual que tampoco lo hacen por ir descalzos (de hecho, es lo más recomendable).
Un resfriado es provocado por un virus, y estos se encuentran en cualquier lado, aunque en ciertos espacios es más fácil contagiarse. Por ejemplo, en sitios cerrados en los que no hay una correcta ventilación, cuando la temperatura es baja o si hay cambios de temperatura bruscos o sequedad ambiental.
Afortunadamente, una piscina (y más si es al aire libre) no suele ser un foco de infección para los resfriados. Sí lo puede ser, por ejemplo, para los piojos, hongos u otitis. La otitis externa es bastante frecuente en esta época, ya que los peques se pasan mucho tiempo con la piel y las mucosas sumergidas, infectándose con los gérmenes y bacterias del agua de la piscina y zonas de baño. Y no hay que confundirla con la otitis media, que suelen producirse por complicaciones de los resfriados al acumularse moco con el oído que acaban por presionar el tímpano y causar dolor.
Piscinas y resfriados, ¿son compatibles?
Es cierto que, para prevenir contagiar a otros peques o a las y los profesores, no es una buena idea que acudan resfriados o con gripe a la escuela, aunque se encuentren bien. Pero ya que la piscina es una zona muy bien ventilada (lo mismo la playa), esto no debería ser un problema. Sin embargo sí debemos atender al estado general del peque. Mocos y tos va a seguir teniendo en cualquier lado, y si no tiene fiebre y se encuentra bien y animado, no hay motivo para no bañarse al aire libre.
En el caso de que tengan fiebre (más de 38º), probablemente sean ellos mismos quienes no quieran ir a la piscina. Y es que una temperatura corporal elevada provoca decaimiento y cansancio, además es importante que reserven la poca energía que tengan para poder recuperarse. Aunque si, incluso con fiebre, se muestran activos y con ganas de jugar, no debemos pararles (y seguramente tampoco podamos, son niños-as…).
Anna Ferran, fisioterapeuta respiratoria a la que puedes consultar todas tus dudas en la Tribu CSC, considera importante tener en cuenta algunos aspectos a la hora de decidir compatibilizar o no piscinas y resfriados:
“Si hay temperaturas muy contrastadas podemos puede empeorar el cuadro porque ante descensos bruscos de temperatura los cilios (que participan en el transporte de la mucosidad) se paralizan, favoreciendo la acumulación de moco tanto de nariz como de bronquios. Esto va a afectar de distinta forma a cada uno, según la facilidad que tenga cada cual de acumular moco.
Todo moco que salga de la nariz de nuestro peque va a estar flotando en el agua hasta que se filtre (es un poco marranada para los demás). El cloro de las piscinas puede favorecer la irritación de las mucosas y producir más moco después del baño (esto no pasa con las piscinas de sal)”.
Así que siempre, independientemente de si vamos a ir a la piscina o no, será bueno controlar de cerca ese moco. Si no le impide seguir comiendo y durmiendo con normalidad no hay que hacer nada. Nuestro organismo ya cuenta con mecanismos naturales de evacuación, pero si ese moco es excesivo sería conveniente realizar lavados nasales.
Bañarse en la piscina resfriado
La mayoría de las veces no tenemos que hacer nada ante un resfriado (si hay fiebre y el bebé es menor de tres meses o hay otros síntomas que nos alerten, sí hay que consultar con el pediatra), además de eliminar el exceso de moco, seguir cuidando la alimentación y el descanso si lo precisa.
Tampoco con la tos. De hecho, esta suele ser de gran ayuda para mantener a raya los mocos. Así que ahora en vacaciones, y en previsión ante los resfriados de verano, podemos olvidarnos de los antitusivos y jarabes en el botiquín de viaje. ¡No son muy recomendables!
Entonces, ya podéis responder vosotras y vosotros mismos a la pregunta inicial: ¿Puede bañarse en la piscina o la playa si está resfriado? Sí, si se encuentra bien y no hay exceso de moco ni el cambio de temperatura será muy brusco.
Lo que sí es importantísimo y nunca hay que olvidar es la seguridad. Y es que son demasiados los accidentes, con desenlaces horribles, que suceden cada verano por culpa de las piscinas. No podemos dejar nada al azar con la seguridad de los niños en las piscinas y playas.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar con nuestro equipo de expertos en salud materno-infantil y crianza respetuosa.
También puedes descargar gratis la app de Criar con Sentido Común tanto para plataformas Apple como para plataformas Android, y tenéis una semana gratis para probar todas las ventajas de la membresía a la Tribu, realizar todos los cursos online disponibles y consultar a nuestros/as especialistas.
Puede ser del agua fría o de chillar