Llega el verano. Y, con él, el tiempo libre, más momentos para compartir con nuestros peques y quizá el agobio por pensar en actividades y juegos de verano para niños que puedan entretenerles. Juegos de…
Te contamos qué juegos de verano contribuyen a reforzar el vínculo afectivo con el bebé y fomentan su desarrollo.
Jugar es una actividad de suma importancia para los peques, también para los bebés. El juego es la base del desarrollo y el aprendizaje infantil. Y en verano, el buen clima, la relajación de las rutinas y los viajes de vacaciones ofrecen mucho más tiempo y otros espacios donde desarrollarlo potenciando el desarrollo de los niños.
Las ventajas del verano para el bebé
Si tu bebé ha nacido en el verano o es aún pequeñito cuando este llega, ¡enhorabuena! Te has librado de un embarazo y/o postparto en los meses de más calor del año y, además, es mucho más fácil vestirle, bañarle, practicar el piel con piel o incluso iniciar la alimentación complementaria o darle un masaje sin miedo a que coja frío.
En verano hay más horas de luz y la temperatura es más cálida, por lo que podrás dar largos paseos con tu peque por la tarde (en el parque, el campo, el pueblo, la playa) o incluso sentarte en una terraza tranquila con tu pareja, familia o amistades.
Asimismo, tu bebé recibirá más vitamina D gracias a la luz del sol, por lo que tendrá menos riesgo de ictericia (coloración amarillenta de la piel por un exceso de bilirrubina en la sangre, muy común en los recién nacidos).
El verano también es una época del año excelente para fomentar el desarrollo de tu bebé mediante el juego. Hay muchos juegos que puedes poner en marcha en esta época del año para fomentar el aprendizaje y el desarrollo de los más pequeños, ¡incluidas las diversiones con agua y con los elementos de la naturaleza!
Pero, ¿existen juegos de verano para estimular el desarrollo de un bebé muy pequeñito? ¡Claro que sí! Vemaos algunos de ellos:
7 Juegos de verano que fomentan el desarrollo de tu bebé
Según la ‘Guía para padres’de la Asociación Española de Pediatría, el juego y los juguetes ayudan a los niños “a conocerse y a desarrollar su personalidad en áreas como la afectividad, la motricidad, la inteligencia, la creatividad y la sociabilidad“. No en vano, la Unesco incide en que el juego constituye «la razón de ser de la infancia».
Y es que, además de proporcionar entretenimiento y alegría a los niños, el juego es un elemento clave para el aprendizaje y la estimulación durante la infancia. El juego siempre es educativo para los menores (siempre que sea adecuado para su edad y/o nivel madurativo). Y en verano el buen clima, las vacaciones y el tiempo libre lo fomentan y multiplican y enriquecen sus posibilidades.
A continuación os proporcionamos algunas ideas de juegos de verano para bebés que permiten aprovechar al máximo los meses estivales y la capacidad de estímulo y aprendizaje por parte de los más pequeños de la casa.
1. Juegos de verano para bebés: Juegos con agua
Los juegos con agua son uno de los mejores juegos de verano para estimular el desarrollo de los bebés. Son muy divertidos y refrescantes, y permiten disfrutar con plenitud del buen tiempo en esta época del año. Desde las clásicas pompas de jabón hasta los globos de agua o las bandejas de trasvases con agua, son actividades muy entretenidas que requieren mucha concentración y actividad física.
No es necesario tener la playa o una piscina cerca para disfrutar de juegos de agua con el bebé. Podemos poner una pequeña bañera hinchable en el patio, jardín o terraza para bañarle al aire libre ¡y dejar que salpique cuanto quiera! También hay fantásticas mesas de experimentación con agua y arena para niños pequeños ¡que son una auténtica delicia para los sentidos! Para contribuir a su desarrollo táctil, puedes llenar 3 cubos con agua fría, templada y otro caliente: ¡anímale a meter las manos en ellos y sentir la diferencia!
2. Juegos con arena
En verano, ¡no pueden faltar los juegos de playa! Jugar con la arena fomenta el desarrollo sensorial, de la motricidad fina y de la creatividad de los niños. Pero, ¿cómo entretener a un bebé en la playa? Si tu bebé ya se sostiene sentado o incluso gatea, incluso las actividades más simples, como cavar pozos, hacer churritos de barro en la orilla o dejar escurrirse la arena entre los dedos de la mano, incentivan sus sentidos y su imaginación, y estimulan su desarrollo y aprendizaje.
Eso sí, con los bebés hay que ser previsores y hacer una lista con todos los imprescindibles para un día de playa con peques. Por ejemplo, ¡la sombrilla! Y si tu peque ya hace la croqueta estando tumbado, incluye en la lista una toalla extra grande ¡para que disfrute rodando sobre ella mientras entrena su motricidad gruesa! También existen multitud de juguetes de verano para bebés que despiertan su curiosidad y favorecen la manipulación y la exploración sensorial.
3. Juegos de verano para bebés al aire libre: Juegos en la naturaleza
Las vacaciones de verano pueden ser la mejor ocasión para acercarse a la naturaleza con los peques, en particular para las familias que viven en la ciudad y durante el resto del año casi no salen del entorno urbano. El simple hecho de visitar un parque puede abrir múltiples posibilidades para la “educación en verde” de los peques; aún mucho más si se llevan a cabo excursiones a la montaña, el bosque, un lago u a otros espacios naturales.
Entrar en contacto y jugar con plantas y árboles, recoger piedras o conchas marinas, sentir nuevos olores, contemplar otros paisajes, divisar animales, respirar aire puro… Todo ello fomenta los sentidos y el aprendizaje de los niños ¡de una forma súper estimulante!
Basta con bajar al parque con el cochecito en las horas de menos calor para que el bebé pueda mirar cómo se mueven las hojas de los árboles o cómo les da la luz para estimular su creatividad. También podéis escuchar en silencio los sonidos repetitivos de la naturaleza, como el canto de los grillos o de los pájaros. ¡O el de las olas del mar si estáis en la playa!
Podéis extender un mantel sobre el césped, bajo la sombra de un árbol y hacer un picnic o coger una brizna de hierba y acariciar con ella las piernecitas del bebé, la planta de su pie, su nuca o las axilas. También puedes usar algo que huela bien, como una flor (de lavanda, por ejemplo). También puedes dejarle flores o pétalos en las esquinas para que se estire y trate de cogerlas.
4. Jugando con palabras: Busca y encuentra “¿Dónde está…?”
Los juegos con palabras favorecen la creatividad de los niños y el desarrollo del lenguaje; también les ayudan a ampliar su vocabulario y su competencia léxica. Además, tienen la gran ventaja de que para jugarlos no hace falta ningún objeto material: ¡tan solo es suficiente la capacidad de hablar!
Puedes mencionarle algo que esté dentro de su campo de visión (un pájaro, un perro, un árbol, una flor…) para que pueda señalarlo con el dedito. Por lo general el gesto de señalar con el dedo surge alrededor de los 8 meses, y es un ejercicio fabuloso para entrenar la coordinación ojo-mano del bebé.
5. Dibujar y pintar
A los peques les encanta dibujar y pintar, y ambas actividades tienen enormes beneficios para ellos. Sus ventajas no se limitan al desarrollo de la motricidad fina y la creatividad, sino que además les ayuda a relajarse, auto-regularse emocionalmente, expresarse y desarrollar su sensibilidad. Asimismo, también les aporta una sensación general de bienestar.
Si tu peque ya se sostiene sentado puede pintar con témperas para dedos especiales para bebés. El verano es una época perfecta para pintar al aire libre y entrar en contacto con la naturaleza. Al dibujar y pintar, los pequeños aprenden mucho sobre el mundo que reproducen en sus obras, ¡pero también acerca de ellos mismos! Y sin ropa puesta ¡no tendrás que lavar nada después!
6. Desarrollo sensorial y motriz: ¡A gatear en la playa o el césped!
Si tu peque ya gatea, puedes fomentar esta actividad y ayudarle a que lo haga descalzo en el césped o en la arena, cerca de la orilla del mar, vigilando que no haya obstáculos de por medio. Esta actividad estimula su sentido del tacto y potencia su motricidad gruesa al gatear en diferentes zonas a las del suelo de casa. De esta forma también potenciarás su sentido del tacto.
Si, por el contrario, tu bebé ya ha comenzado a dar sus primeros pasos, déjale hacerlo descalzo para favorecer su desarrollo motriz, la sensibilidad táctil y contribuir a su equilibrio.
7. Ayúdale a descubrir su cuerpo: Cosquillas, masajes y pedorretas
El juego de las cosquillas proporciona ratos inolvidables de intimidad con nuestros peques y les aporta maravillosos beneficios: en el plano físico son una estupenda manera para que el niño conozca su propio cuerpo y es una estupenda manera de fomentar el contacto y la atención plena entre padres e hijos, (por lo que fomentan el vínculo y el apego)
Pero para que sea un juego beneficioso hay que elegir bien el lugar y el momento, el bebé no ha de estar cansado ni tener hambre o sueño, sino que ha de estar predispuesto al juego.
Por otra parte, puedes aprovechar la desnudez del verano para ayudar al bebé a descubrir su cuerpo: colócale sobre tu pecho, siéntale contra tus piernas dobladas y hazle pedorretas en el cuello o la barriga.
También puedes darle masajes a tu bebé aprovechando que hay menos riesgo de que coja frío. Si todavía tiene sus miembros encogidos, estíralos suavemente. Los masajes les relajan y afianzan vuestro vínculo afectivo.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la terapeuta ocupacional pediátrica experta en desarrollo infantil Jessica Romero y la fisioterapeuta Marta Saeta.
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