El postparto en verano: Consejos para llevarlo mejor

Artículo publicado el 24 Ago 2021 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 17 agosto, 2023

Dar a luz en verano tiene ventajas e inconvenientes y el postparto no se queda atrás. A los loquios y los entuertos, el cansancio, la falta de sueño, el exceso de sudoración o el baile hormonal se suma el calor. Sin embargo, siguiendo unas recomendaciones básicas, es posible disfrutar del postparto en verano. Te explicamos cómo.

Los loquios y los baños de inmersión

Probablemente, habrás escuchado que durante el postparto no puedes bañarte por el riesgo de infección por la posible entrada de agua en el útero, ya que el cuello uterino aún permanece abierto tras el parto. Sin embargo, la realidad es que no hay ningún estudio científico que avale dicha recomendación.

El proceso de involución del útero provoca que se ejerza presión hacia afuera para expulsar los loquios, por lo que es bastante improbable que entre agua. Por eso sí puedes disfrutar de baños de inmersión tanto en la piscina como en el mar. Además, en el supuesto caso de que entrara una cantidad de agua apreciable en la vagina, es complicado que suba hasta el útero. De hecho, el cuello comienza a cerrarse tras el parto y no está completamente abierto más allá de dos o tres días después de dar a luz.

 

 

Eso sí, en caso de ser una piscina pública o comunitaria, es aconsejable que esperes a que cese el sangrado abundante por motivos de higiene, lo que suele ocurrir pasados unos 15 días. En el mar, debes tener precaución con el bañador mojado y evitar sentarte en la arena, sobre todo si tienes puntos. De hecho, debes procurar mantener la zona siempre lo más seca posible.

Recuerda que en ningún caso puedes introducir tampones ni copas menstruales durante el puerperio inmediato. Si tienes puntos, deberías evitar los baños en las piscinas públicas por la presencia del cloro y el riesgo de que se infecten, aunque sí puedes hacer baños de inmersión cortos en la bañera de casa hasta que se caigan los puntos. Y si has tenido una cesárea, debes esperar entre 10 y 15 días para que cicatrice la herida antes de sumergirte en el agua por completo.

Sí al aire acondicionado durante el postparto en verano

Probablemente, te preguntes si puedes poner el aire acondicionado en casa con un bebé recién nacido. No es que puedas, es que debes hacerlo.

Los sofocos seguirán jugándote malas pasadas en el postparto, a lo que se suma el hecho de tener a tu bebé pegado a ti gran parte del día si optas por la lactancia materna y el riesgo de sudamina. Por ello, el aire acondicionado será el mejor aliado de ambos. La clave está en mantener una temperatura constante en torno a 27 grados, en lugar de ponerlo y quitarlo cada poco tiempo a menos temperatura.

 

 

Además, debes evitar poner a tu bebé justo debajo de la salida del aire acondicionado o el ventilador y esquivar siempre las corrientes. En cuanto a la ropa, elige prendas cómodas y de fibras naturales y transpirables como el algodón o el lino.

Exceso de sudoración y puntos

El calor y el exceso de sudoración pueden ralentizar el proceso de cicatrización de las heridas, especialmente en el caso de las cesáreas. Por ello, debes tratar de mantener la zona al aire y seca siempre que puedas.

También es importante si hay puntos por episiotomía o desgarro. En este caso, es importante cambiarte de compresa a menudo para evitar el exceso de humedad. Si puedes, es aconsejable permanecer sin ropa interior ni compresa a ratos, utilizando una toalla o empapador para que le dé el aire a la herida. Si optas por bañarte en el mar o la piscina, recuerda secar la zona de inmediato con suavidad y pequeños toques.

 

 

Sigue una dieta equilibrada

Ni cuando estabas embarazada tenías que comer por dos ni tienes que hacerlo tampoco si eliges dar el pecho a tu pequeño. Es cierto que la lactancia puede provocar más sensación de hambre, pero recuerda que debes seguir una alimentación equilibrada.

No es momento de hacer dietas, pero sí debes seguir una alimentación saludable. En verano puedes optar por las cremas frías de verduras y hortalizas, tipo gazpacho o vichyssoise, por ejemplo.

 

 

Las frutas de temporada como el melón o la sandía te ayudarán además a estar bien hidratada. Seguir una alimentación ligera y, sobre todo, saludable, te ayudará además a evitar el estreñimiento durante el embarazo.

Bebe todo el agua que necesites

Si optas por dar el pecho a tu bebé recién nacido, sentirás mucha sed al amamantar, algo que se acrecienta en verano. Por ello, es importante que te mantengas siempre bien hidratada y bebas agua con frecuencia, evitando siempre las bebidas ricas en azúcar.

El postparto en verano: Sal a pasear

El verano es perfecto para dar paseos con tu bebé ya que hay más horas de luz. Evita que sean muy largos, pues el suelo pélvico puede estar debilitado y se puede sobrecargar. Deberás prestar atención a la temperatura, especialmente si vives en zonas de mucho calor. Por ello, sal a pasear a primera hora del día o última hora de la tarde-noche, evitando las horas centrales de más sol.

Como norma general, podrás volver a hacer ejercicios sin impacto adaptados a tus necesidades y encaminados a rehabilitar y reconectar el suelo pélvico y el abdomen pasado el puerperio en casos de parto vaginal. En caso de cesárea, la recomendación se alarga hasta los tres meses, aunque es importante evaluar cada caso concreto.

 

 

Por ello, dar pequeños paseos y nadar pueden convertirse en tus grandes aliados para moverte y estar activa durante el postparto. Tu bebé también lo agradecerá ya que es importante que le dé la claridad para evitar el exceso de bilirrubina y la ictericia.

Cuidado con el sol

Durante el embarazo, los cambios hormonales pueden provocar que se oscurezcan algunas zonas de la piel alrededor de la nariz y la boca. Para evitar que vayan a más durante el postparto, debes seguir teniendo mucho cuidado con el sol. Para ello, usa una crema con protección solar alta, además de gorros o sombreros para proteger la cara.

Descansa todo lo que puedas

Las primeras semanas tras el nacimiento del bebé son un periodo de adaptación muy intenso. Al cansancio del final del embarazo y el parto, se suma tener que atender al recién nacido con la emoción y los nervios de cualquier padre (y si es primerizo, se acentúa aún más). Por ello, es importante que descanses cuando tu bebé duerma y te adaptes a su ritmo de vida y (falta de) horarios.

 

 

Adapta las vacaciones a la nueva situación

Tener un hijo no significa que debas cambiar radicalmente tu costumbres, pero es cierto que, al menos al principio, deberás adaptarlas. Por ejemplo, debes evitar ir a la playa o a la piscina en las horas centrales del día.

Si eliges viajar en coche a tu lugar de vacaciones habitual, debes contar con un sistema de retención a contramarcha. También deberás parar al menos cada dos horas para evitar la asfixia postural de tu bebé. El puerperio es una época con riesgo trombótico elevado, así que es importante bajar del coche para que puedas mover las piernas y refrescarte. En cuanto al avión, antes del COVID se recomendaba esperar cuatro meses para que el bebé tuviera las primeras dos dosis de las vacunas.

 

 

Disfruta del postparto en verano

Ya sea invierno o verano, disfruta. Es cierto que el cuarto trimestre de embarazo es una época de luces y sombras en la que las hormonas siguen causando estragos. A ello se suma la responsabilidad de tener un bebé en casa que necesita todo tipo de cuidados y atenciones.

Sin embargo, también es un momento único. Y en verano podemos aprovechar las vacaciones para que la familia nos eche una mano. Es cierto que donde mejor están los bebés es en los brazos de sus padres y que hay que evitar las visitas en casa, pero eso no impide que la familia nos ayude si lo necesitamos.

 

 

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