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Si durante el embarazo, las pruebas médicas y reconocimientos son constantes, estas no acaban con el parto. Así, tenemos una serie de revisiones ginecológicas tras el parto que son claves para comprobar que la recuperación es adecuada.
Revisiones ginecológicas tras el parto
Cuando nace tu bebé, todas las atenciones se centran en él. Tanto, que nosotras pasamos a un segundo plano y tendemos a olvidarnos de nosotras mismas. Sin embargo, tanto las revisiones ginecológicas como las del fisioterapeuta son fundamentales.
La primera revisión, una semana después del parto
La primera revisión se produce pasados unos siete o días después de haber dado a luz. Y ¿qué se hace en la cita postparto? En ella, además de comprobar nuestro estado general, anímico y la adaptación a la nueva vida con un pequeño en casa, revisará las cicatrices, en caso de que las haya. Así, en caso de desgarros, pero sobre todo de episiotomía o cesárea, comprobará el estado de la cicatriz y retirará los puntos si los hay y si es necesario.
En esta primera revisión, también analizarán el estado del útero, su ubicación y, sobre todo, su involución. Lo normal es que recupere su tamaño normal entre cinco y seis semanas después del parto. Igualmente, te preguntarán por los loquios, no solo de la cantidad, sino también del olor o su textura, para asegurarse de que no hay síntomas de infección.
Además, si has optado por la lactancia materna, es probable que te pregunte por su evolución, el agarre del pequeño o si tienes alguna complicación como grietas, enrojecimientos, inflamaciones o mastitis. Si acudes con el pequeño, podrás ponértelo al pecho para comprobar cómo es la toma. En caso de lactancia artificial, palpará los pechos para comprobar que la retirada de la leche ha funcionado y los pechos no están duros y, por tanto, no hay signos de ingurgitación.
Revisión ginecológica tras la cuarentena
Una vez pasada la cuarentena, debes acudir al ginecólogo o la matrona para una nueva revisión. A nivel físico, de nuevo valorarán el útero palpando el abdomen y mediante un tacto vaginal, para comprobar que ha vuelto a su tamaño y altura de antes del embarazo.
Los loquios deberían haber desaparecido por completo y también revisarán el estado de las cicatrices o del canal del parto en caso de que este haya sido vaginal. Por último, examinarán los pechos y la evolución de la lactancia.
Además, hablaréis sobre cómo retomar las relaciones sexuales. Aunque siguen existiendo muchos mitos, la realidad es que puedes retomar el sexo cuando estés bien, no tengas molestias y te apetezca. Es cierto que durante los primeros meses (y especialmente si das el pecho) puedes sentir algo de sequedad vaginal, lo que puede provocar alguna molestia.
Es una buena oportunidad para hablar de métodos anticonceptivos, ya que aunque la prolactina producida durante la lactancia puede conllevar la ausencia de la ovulación, no siempre ocurre así. De hecho, hay ocasiones en las que la regla vuelve a las pocas semanas del postparto y es tan normal una cosa como otra.
El ginecólogo nos puede ayudar a elegir el mejor anticonceptivo. En caso de optar por la píldora, también nos ayudará a elegir una que sea compatible con la lactancia materna.
En este momento, según la comunidad autónoma y si el centro es público o privado, es probable que te hagan la primera citología después del parto, si hace más de un año de la última. Además, en las revisiones ginecológicas tras el parto te pueden prescribir un análisis de sangre para diagnosticar una posible anemia, habitual en las mujeres que han dado a luz recientemente.
La revisión con el fisioterapeuta
Pero más allá de las revisiones ginecológicas tras el parto, hay otra revisión fundamental: la que hace el fisioterapeuta. Esta ha cobrado fuerza en los últimos años y cada vez son más las mujeres que se preocupan por la salud de su suelo pélvico y su abdomen tras haber dado a luz.
La visita con el fisioterapeuta se suele recomendar seis semanas después en caso de un parto vaginal y ocho en caso de un parto por cesárea. En ella, valorarán el estado del diafragma, la caja torácica, el suelo pélvico y el abdomen para analizar las secuelas que haya podido dejar el parto.
Primero te harán una serie de preguntas, relacionadas con aspectos como incontinencia urinaria, fecal o de gases, que les servirá para hacerse una primera idea general. También les interesará saber si has retomado las relaciones sexuales y harán especial hincapié en que mantengas una buena posición de la columna vertebral manteniendo siempre la elongación.
También resultan importantes aspectos como la alimentación y saber si sufres estreñimiento, ya que este puede empeorar el estado de tu suelo pélvico.
El suelo pélvico
Pasada esa primera entrevista, es hora de la evaluación física. En primer lugar, comprobarán el estado de tu suelo pélvico. Formado por una serie de músculos con forma de hamaca invertida y en varias capas musculares, está encargado de la continencia urinaria y fecal y de sostener todos los órganos que lo forman, además de facilitar el parto y de tener unas relaciones sexuales placenteras.
De ahí que tener un buen tono de suelo pélvico sea clave para nuestra salud. Lo comprobarán mediante una exploración vaginal en la que te pedirán que contraigas los músculos y el periné durante unos segundos o que realices cosas habituales del día a día como toser.
De esta forma, sabrán el estado de tu musculatura y si es necesario trabajar en ella. Una de las consecuencias más grave de un suelo pélvico debilitado suelen ser los prolapsos: cuando el suelo pélvico no puede sostener los órganos y estos acaban saliendo por la vagina.
De ahí la importancia de trabajarlo no solo en el embarazo o el postparto, sino durante toda la vida realizando los ejercicios de Kegel para trabajar la fuerza o hipopresivos y método 5P para trabajar el tono muscular.
Y si quieres retomar la actividad física y el deporte, el fisioterapeuta puede recomendarte qué ejercicios puedes hacer en función de tu estado y si tienes o no alguna dolencia que tratar.
El abdomen y la diástasis
Después, comprobarán tu abdomen, especialmente para comprobar el estado de tu diástasis. Todas las mujeres tienen diástasis durante el embarazo, pero esta pasa a considerarse patológica cuando supera 1,5 cm. Hasta ese punto, se suele recuperar por sí sola.
Sin embargo, si se supera, es importante ponernos en manos de un fisioterapeuta y tratarla de inmediato para recuperar nuestro abdomen. No solo se trata de una cuestión estética. La diástasis puede provocar incontinencia urinaria o hernias umbilicales o viscerales, entre otras patologías.
Para ello, usarán un ecógrafo, con el que observarán las estructuras, además de evaluar su comportamiento dinámico. Es decir, te pedirán que tosas, te rías o levantes la cabeza para comprobar cómo reacciona tu abdomen ante estos trabajos. Y en caso de que sea necesario, te pautarán los ejercicios a seguir para tratar de recuperarlo.
El diafragma
Es uno de los grandes olvidados, pero el diafragma (el músculo respiratorio por excelencia) sufre bastante en el embarazo. Está situado entre el tórax y el abdomen y durante el embarazo soporta mucha tensión debido al aumento de volumen intraabdominal.
El fisioterapeuta valorará también su estado en el momento de la exploración para decidir si necesita tratamiento para relajar esa tensión.
Es importante trabajar bien todas las zonas en las que se han producido cambios, ya que la clave de una buena recuperación es el equilibrio de tensiones y de presiones dentro del cuerpo. Por ello, es necesario acudir y completar el tratamiento completo y continuar con los ejercicios pautados para no tener problemas años después.
Las cicatrices del parto
El fisioterapeuta también nos ayudará a tratar la cicatriz del parto. En ocasiones, una episiotomía mal curada puede conllevar problemas en el día a día de la mujer, dificultando por ejemplo sus relaciones sexuales.
Lo mismo ocurre con la cicatriz de la cesárea. Puede curar bien por fuera, pero generar adherencias, fibrosis o retracción de tejidos a nivel interno, lo que desembocará en incontinencias, dispareunia, dolores digestivos, respiratorios, lumbares o abdominales. Con una atención especializada y un tratamiento adecuado, podremos curar las cicatrices del parto de forma correcta.
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Autor/a
Revisado por:
Marta Saeta fisioterapeuta CSC
Me llamo Marta Saeta. Soy fisioterapeuta y madre de una hija. Desde 2006 trabajo en fisioterapia deportiva y traumatológica y desde hace unos años la prevención y rehabilitación del suelo pélvico a través del Pilates y los ejercicios hipopresivos.
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1 comentarios en "Postparto: Revisiones ginecológicas tras el parto (y la visita al fisioterapeuta)"
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Hola! He dado a luz de forma vaginal hace dos meses y medio, me hicieron análisis y me miraron al poco de dar a luz, fui a un ginecólogo privado para hacerme una citología y eco y mamo de pecho que siempre me hago anualmente porque tengo quistes en el pecho. La ginecóloga me ha dicho que la citología no me la hace hasta que no me bajen tres reglas (todavía no me ha bajado ya que estoy con lactancia de pecho). Y que la mamo cuando deje de dar el pecho. Me gustaría confirmar que esto es así porque cada uno dice una cosa.
Muchas gracias!