Colecho, ¿sí o no?

Compartir el lecho con los hijos es beneficioso para padres e hijos pero no todas las familias tienen claro si practicarlo o no

El colecho con los hijos sigue siendo uno de los asuntos más controvertidos dentro de la crianza. Genera controversia entre los profesionales. Algunos lo rechazan categóricamente por su supuestos riesgos; otros no solo lo avalan, sino que lo recomiendan como una práctica con muchos beneficios.

Y en medio de este panorama, algunas familias pueden sentirse presionados por los juicios externos, lo que supuestamente está bien o no. Colecho, ¿sí o no? Pues depende.

El colecho con los hijos debe ser una decisión de cada familia

Sí. Depende de cada familia. En nuestro caso, hemos colechado con mis hijas, y no solo ha sido una experiencia positiva sino que además nos ha permitido vivir momentos maravillosos y, seamos francos, ¡nos ha permitido dormir! Pero que mi experiencia haya sido positiva, no significa que todo el mundo tenga que practicar el colecho con los hijos. Parto de la base de que cada familia toma las decisiones que considera mejores. Porque el camino de la crianza respetuosa es ancho.

Las familias, sobre todo las madres, vivimos sometidas a un constante cuestionamiento social sobre nuestras decisiones. Si damos la teta, que por qué damos tanto tiempo el pecho; si no le damos, que por qué no lo hemos intentando más. Y luego que si los cogemos mucho en brazos, los abrigamos poco, dejamos que anden descalzos, trabajamos muy pronto o nos censuran si cogemos excedencias u optamos por quedarnos en casa para criar. Y así un largo etcétera que hace dudar a la más segura del mundo. Lo mismo pasa con dormir con nuestros bebés… o la única alternativa posible en este caso: dejarles llorar en su cuna (lo cual, ya está probado, incide negativamente en su desarrollo).

 

 

Desde luego es muy llamativo que aunque (afortunadamente) cada vez menos personas cuestionan la importancia de la lactancia materna al menos hasta los seis meses del bebé; no ocurre lo mismo con el sueño de los niños ni con la forma de dormir. Hay padres que abiertamente contestan que no quieren colechar, y hay que respetarlos. Hay otros que lo hacen y prefieren no decirlo. Los hay que no solo lo practican sino que extienden sus beneficios como si fueran profetas. Y otros que dudan. Pues todo es respetable siempre y cuando no se juzgue a quien lo práctica y a quien no.

¿Es peligroso el colecho con los hijos?

Los detractores del colecho con los hijos aluden a ciertos riesgos entre los que destaca el miedo que genera el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Existe una bibliografía muy extensa de estudios científicos sobre este tema pero la propia Asociación Española de Pediatría ha concluido que no existe evidencia científica que desaconseje esta práctica, sobre todo en caso de practicar lactancia materna nocturna, porque esta tiene un claro efecto protector frente a la muerte súbita del lactante y el colecho la facilita.

 

 

Asimismo, el colecho con los hijos se debe practicar siguiendo una serie de directrices y hacerlo de forma segura; porque en lo que sí hay consenso es que existen prácticas de riesgo. Por ejemplo, no se recomienda colechar con bebés prematuros; tampoco se recomienda con bebés de menos de tres meses si no se alimentan con el pecho de su madre; no se debe practicar si los progenitores fuman, beben alcohol, drogas o se medican con sedantes; y está totalmente desaconsenjado colechar en superficies blandas o sofás.

Otro argumento muy extendido en contra del colecho es el de que los pequeños se harán dependientes de sus padres y no sabrán (o no querrán) dormir solos. No ha ocurrido nada de eso en mi caso. Mis hijas son muy autónomas y duermen en su habitación. También conozco casos de peques que han tardado más en dejar el colecho ¡pero ninguno adolescente!

 

 

La experta en sueño infantil de la Tribu de Criar Con Sentido Común, Rafaela López, tiene muy claro que esto es un mito: Si la familia es feliz durmiendo junto a sus hijos, no hay nada que decir. ¿A qué se pueden malacostumbrar? ¿A dormir felices y sentirse seguros? ¿Eso es malo? No van a dormir toda la vida con los padres, si es eso lo que les preocupa”.

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¿Qué beneficios tiene el colecho con los hijos?

Son muchos los beneficios, tanto para los peques como para nosotros. Hasta la neurociencia avala que el colecho es positivo: los bebés descansan mejor y se afianza el vínculo entre padres e hijos. La separación les genera miedo y estrés. También Unicef considera en su guía para padres que el lugar más seguro para un bebé es estar cerca de sus padres. Incluso expertos como la psiquiatra infantil Ibone Olza, lo entiende como una cura por prescripción médica en determinados casos.

 

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Además, el colecho con los hijos previene problemas del sueño infantil y estabiliza los ciclos del mismo. Por otro lado, favorece la lactancia materna y potencia la conexión y confianza. Y tiene beneficios para la salud del bebé porque regula la temperatura corporal y los niveles hormonales del peque son más estables. Se estabiliza el ritmo cardíaco y la respiración, y ayuda al buen funcionamiento del sistema inmunitario. Por otro lado, la familia duerme mejor y descansa, de modo que los niveles de ansiedad también se reducen.

Una tercera vía para mejorar el descanso de todos

Que tenga beneficios el colecho con los hijos no significa que todos tengamos que dormir con los hijos en la misma cama. Es una decisión que ha de tomar cada familia dentro de su privacidad y nadie, ni siquiera los parientes cercanos, han de poner en cuestión esas decisiones. Tengo amigas y amigos que desde el principio tenían claro que no querían colechar, por las razones que sean, y su experiencia también ha sido positiva.

 

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Otras personas (quizás sea tu caso) pueden no tener claro si practicarlo o no. Por eso, al margen de informarse (y los expertos de la Tribu de Criar Con Sentido Común son una buena base para despejar dudas, porque son profesionales actualizados), se puede optar por, digamos, una tercera vía.

Si no te atreves a dormir con tu bebé, pero no quieres prescindir de los beneficios probados de dormir junto al bebé, existen cunas de colecho muy prácticas, que permiten a la mamá/papá estar cerca del bebé, eliminan las barreras físicas de las cunas tradicionales, facilitan la lactancia materna y permiten que el vínculo afectivo se promueva y se consolide.

 

 

Además, durante las noches los bebés se despiertan muchas veces (tranquilos, eso desaparece a medida que crecen) y si estamos cerca, simplemente con acunarlos y notarnos próximos se volverán a dormir plácidamente. Además, tener cerca al pequeño permite estar alerta por si se siente mal o nos necesita; y por supuesto, para atenderle de inmediato en caso de una urgencia.

Hay, por tanto, opciones. En casa ya hemos pasado a otra fase en la que mis hijas duermen en su habitación, las tres juntas. Solo la más pequeña se viene a mi cama de vez en cuando y esta siempre está abierta para ella, y para las demás. En otras ocasiones prefiere compartir cama con su hermana. Y yo, ahora, soy la que las echa de menos y me cuelo en sus camas… algunas veces.

 

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