Qué hacer si mi bebé se atraganta con leche o agua

Artículo publicado el 16 May 2021 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 29 enero, 2024

Los atragantamientos de los bebés con la leche o el agua son bastantes frecuentes. Recién nacidos suelen hacerlo no solo cuando toman el biberón, sino también al ser amamantados. Pero la cosa no mejora cuando comienzan aprenden a beber en vaso y, de hecho, será bastante habitual en este momento. Te explicamos qué hacer si tu bebé se atraganta con leche o agua.

¿Qué hacer si mi bebé se atraganta con leche o con agua?

La realidad es que cuando nos atragantamos con líquido, es bastante difícil que se taponen las vías respiratorias hasta el punto de correr peligro. En cualquier caso, si tu pequeño se atraganta frecuentemente, es importante acudir al pediatra para valorar la situación.

Cuando un bebé se atraganta con agua o leche, lo normal es que empiece a toser para sacar la leche al exterior. Puedes ayudarlo colocándolo en posición vertical. En caso de que la tos no sea suficiente, podemos poner boca abajo al pequeño para hacer salir el líquido por efecto de la gravedad. De esta manera suelen solucionarse por sí solos la mayoría de los atragantamientos.

 

 

Sin embargo, no siempre ocurre así. Puede pasar que el niño se atragante pero no tosa. En ese caso, debemos colocarlo boca abajo apoyado en nuestro antebrazo y darle golpes en la espalda entre los omoplatos con la palma de la mano, tal y como explica la guía de resucitación del European Resuscitation Council.

En caso de que el pequeño siga sin poder respirar, además de llamar a Emergencias, deberemos hacer compresiones torácicas, presionando sobre el tórax para conseguir que el aire entre por la tráquea y producir una tos artificial. Si el niño persiste en su estado, tendremos que alternar cinco golpes en la espalda con cinco compresiones torácicas.

 

 

¿Y cuando lo encontramos inconsciente? Esto puede ocurrir cuando dejamos a los bebés tumbados tomando el biberón solos, pensando que son capaces de gestionarlo bien. En estos casos, además de llamar a Urgencias, será necesario realizar la reanimación cardiopulmonar.

Para ello, una vez comprobado que el niño está inconsciente y no tiene signos de vida (no se mueve, no tose, no respira) haremos cinco insuflaciones de rescate seguidos de 15 compresiones torácicas alternando con dos insuflaciones. Repetiremos estos ciclos de 15 compresiones, dos insuflaciones de forma ininterrumpida hasta que reaparezcan signos de vida o llegue la ayuda especializada.  

Causas de los atragantamientos con leche

Es importante saber, además de cómo actuar si el bebé se atraganta con la leche, por qué mi bebe se atraganta al comer. Aunque podemos pensar que los bebés solo se atragantan cuando toman biberón, la realidad es que también es muy habitual que ocurra en los bebés amamantados. Puede deberse a varias causas:

Reflejo de eyección hiperactivo

Algunas mamás tienen un reflejo de eyección muy fuerte hasta el punto de que la leche les sale a chorro de los pechos con bastante fuerza y cantidad. En el caso de los bebés recién nacidos, puede llegar a resultar bastante molesto e incluso llevarles al atragantamiento.

 

 

Succión inmadura y mal agarre

Durante las primeras semanas, algunos bebés pueden tener una succión inmadura, lo que les lleva no solo a no poner peso suficiente, sino también a atragantamientos frecuentes. Lo mismo ocurre en el caso de los bebés prematuros, que pueden no coordinar bien succionar, tragar y respirar, llevándoles a atragantarse.

En caso de que haya un mal agarre por parte del bebé, el pecho puede “entender” que se queda con hambre, produciendo más cantidad de leche. Además de poder ocasionar problemas, dolor y grietas en la madre, este mal agarre suele provocar que la leche se quede acumulada en la boca del pequeño.

 

 

Frenillo lingual corto

Los bebés con frenillo lingual corto pueden tener mayores dificultades para tragar de forma normal. El frenillo corto impide que la lengua se mueva con normalidad, lo que puede desembocar en que el bebé no pueda gestionar la leche en la boca de manera correcta. En este caso, es importante acudir a un profesional sanitario para que lo valore y lo corte en caso de ser necesario.

Reflujo gastroesofágico

El reflujo gastroesofágico consiste en el retorno del contenido gástrico a la boca. Aunque lo normal es que ocurra después de la toma, también puede producirse cuando el bebé está mamando, pudiendo provocar el atragantamiento del bebé.

 

 

¿Cómo evitar que mi bebé se atragante?

En caso de que nuestro bebé se atragante al ser amamantado, lo primero que podemos hacer es cambiar de postura. Si la mamá se recuesta hacia atrás y coloca al bebé encima, puede ayudar a evitar los atragantamientos. También es útil en este caso la postura del caballito. Asimismo, después de cada toma, intenta mantenerlo en posición vertical. Así, si sufre reflujo podrá toser o vomitar sin riesgo de atragantamiento.

Más allá del cambio de postura, puedes presionar en la parte superior del pecho para reducir el reflejo de eyección de la leche y que esta salga con menos fuerza. También podemos extraer algo de leche de manera manual o usar un sacaleches antes de la toma para provocar el reflejo de eyección en ese momento y no cuando nuestro bebé está en el pecho. Si eres capaz de notarlo, otra opción es que retires al bebé justo en el momento de la subida.

En el caso de los bebés alimentados con biberón, es importante hacerlo siguiendo el método Kassing. Con él, mantendremos el biberón lo más horizontal posible, para que el bebé pueda gestionar cuánta leche quiere tomar. De esta forma, no solo no lo sobrealimentaremos, sino que además evitaremos posibles atragantamientos.

 

 

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