Advierten de los peligros de usar melatonina para facilitar el sueño infantil

Cada vez más niños y adolescentes presentan problemas y alteraciones del sueño y los expertos ya advierten de los peligros de usar melatonina para mejorar el sueño infantil. Pero, ¿a qué se refieren exactamente? ¿Cómo puede afectar a nuestros peques tomar melatonina sin ningún tipo de prescripción médica?

Alertan del aumento de consumo de melatonina para facilitar el sueño infantil

La exposición a las pantallas, especialmente a los teléfonos móviles, en las horas previas a ir a dormir (lo que se conoce como el vamping tecnológico), provoca que niños, adolescentes y adultos vean su sueño afectado con los consiguientes efectos físicos y psicológicos. Y para solucionarlo, muchos padres deciden dar a sus hijos melatonina para facilitar el sueño infantil, un producto que se puede adquirir en las farmacias sin receta.

Aunque la melatonina no se comercializa como medicamento sino como complemento alimenticio, este hecho puede llevarnos a confusión y olvidarnos de que se trata realmente de una hormona. Y aunque es cierto que está recomendada para tratar determinados trastornos del sueño, no debería usarse habitualmente y, mucho menos, sin prescripción médica.

 

 

De hecho, según recoge la Asociación Española de Pediatría en el informe “Uso de melatonina oral en la edad pediátrica”, no se disponen de datos a largo plazo sobre los efectos terapéuticos y secundarios de la melatonina, por lo que “debe ser un profesional sanitario el que controle la conveniencia de su administración en cada caso, la dosis y la duración del tratamiento”.

En cualquier caso, la AEPED recomienda:

• No usarla en niños menores de 6 meses.
• Entre los 6 meses y los 3 años se ha demostrado su eficacia como regulador del ritmo circadiano del sueño, pero se desconocen sus efectos a medio y largo plazo.
• En niños mayores de 3 años se ha demostrado su eficacia como regulador del sueño, sin ocasionar efectos secundarios tras finalizar el tratamiento, aunque no se disponen de datos a largo plazo.
• En cualquier caso, su uso no debería prolongarse más de 4 semanas y siempre bajo supervisión médica.

 

 

Por ello, no debería ofrecerse a los niños por decisión propia cuando un padre o madre considera que su hijo tiene problemas para dormir.

¿Cuánto tiempo se le puede dar melatonina a un niño?

La pediatra de CSC, Gloria Colli, explica que

“aunque la melatonina mejore el sueño puntualmente, no sabemos si realmente a la larga perjudica ese desarrollo, ese aprendizaje, por lo que su administración prolongada sin supervisión médica y consejos para una buena higiene del sueño pueden resultar perjudiciales“.

Y lo mismo ocurre en el caso de los adolescentes:

“Aunque se utiliza para solucionar el retraso de fase del sueño, no sabemos si la administración prolongada de la melatonina influirá en el futuro en el normal desarrollo de los mecanismos saludables de regulación de las fases del sueño”.

¿Qué efectos secundarios causa la melatonina?

Hay que tener en cuenta además que, en caso de administrar melatonina si no está indicada, esta no ejerce la función que debe y, por tanto, no tiene ningún efecto. Es más, puede empeorar el proceso ya que si se añade a la melatonina natural que produce el cuerpo la melatonina “artificial” (conocida por los expertos como melatonina exógena), el cerebro puede recibir señales erróneas.

 

 

Aunque diferentes revisiones sistemáticas no han encontrado evidencias científicas sobre los efectos secundarios del consumo de melatonina de forma prolongada, se ha relacionado el abuso de melatonina con efectos secundarios como dolor de cabeza, mareos, confusión o desorientación, somnolencia durante el día, náuseas, calambres estomacales, irritabilidad, ansiedad, depresión o presión arterial baja; y puede interactuar con medicamentos comunes.

También se han reportado casos de sobredosis de melatonina en niños. Por ejemplo, según Healthy Children, entre 2012 y 2021 hubo más de 260.000 informes de “envenenamiento infantil con melatonina”. Este sistema recoge los informes de los usuarios y utiliza el término “envenenamiento” para referirse a la ingesta de dosis superiores a las recomendadas, aunque no hayan producido síntomas. Afortunadamente, en la mayoría de los casos no hubo síntomas o estos fueron leves y los niños se recuperaron sin mayores problemas, aunque sí hubo casos aislados en los que fue necesaria atención hospitalaria.

El uso de melatonina para dormir, un problema a nivel mundial

El consumo de melatonina es un problema a nivel mundial. En Estados Unidos, por ejemplo, se ha detectado un aumento del consumo de melatonina para facilitar el sueño infantil entre niños, adolescentes y adultos en los últimos años. Y lejos de lo que pueda pensarse, no se trata de un problema reciente. No en vano, un estudio de los Centros de Prevención y Control de Enfermedades de EEUU demostró que el número de ingestiones de melatonina de centros toxicológicos en Estados Unidos había aumentado un 530% entre enero de 2012 y diciembre de 2021.

 

 

Y España no se queda atrás: en el último año, las farmacias vendieron 12 millones de cajas, lo que supone un incremento de 100.000 más que el año anterior y 800.000 más que hace dos. Unas cifras en las que, sin duda, la pandemia del Covid-19 y el confinamiento y su efecto en el sueño de adultos y niños tuvieron mucho que ver.

Es cierto que sí es útil usarla en determinados casos, tal y como explica nuestra pediatra en el post “Melatonina para dormir a los peques, ¿sí o no?” para tratar trastornos del sueño como la fase de sueño retrasada, pero no a largo plazo.

Frenar el consumo de melatonina sin prescripción médica

¿Y qué recomiendan los médicos ante este aumento del consumo de melatonina para facilitar el sueño de nuestros peques? Es cierto que la melatonina no es adictiva, pero el aumento alarmante de su consumo ha llegado a organismos como los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos a publicar recomendaciones para frenar su consumo. Entre ellas, instaurar una buena higiene del sueño.

 

 

En cualquier caso, según Gloria Colli, con la que puedes contactar si eres miembro de la Tribu CSC, donde también podéis consultar a la especialista en sueño infantil, Rafi López:

“La melatonina se usa en los más pequeños para regular el ritmo circadiano, el mecanismo que hace que el cerebro entienda que es de noche y es hora de dormir. Pero este mecanismo está en desarrollo durante este periodo y, aunque la melatonina mejore el sueño puntualmente, no sabemos si realmente a la larga puede interferir en ese aprendizaje. Por ello, su administración prolongada sin supervisión médica y sin consejos para una buena higiene del sueño pueden resultar perjudiciales“.

Es decir, instaurar una buena higiene de sueño es clave para que nuestros peques duerman y la melatonina no es más que un apoyo transitorio mientras se trabaja en conseguirlo.

Pero es que además en el mercado hay múltiples tipos de melatonina, con diferentes dosis y modos de liberación y cada una está indicada en función de la sintomatología que pueda presentar cada paciente y en función de un estudio de sueño previo. ¿Qué significa esto? Que ir a una farmacia a por melatonina para facilitar el sueño de nuestros peques sin ningún tipo de prescripción médica no asegura en ningún caso que mejore la situación.

 

 

Eso sí, la melatonina sí se considera útil para tratar episodios leves y esporádicos de insomnio (en ningún caso un insomnio crónico) o el desfase horario o jet lag.

Pero, ¿qué es la melatonina?

La melatonina es una hormona que juega un papel clave en el sueño. Los bebés cuando nacen no saben distinguir el día de la noche y no será hasta aproximadamente los 4 meses cuando adquieran el ritmo circadiano. Y para ello, es fundamental exponerlos a la luz solar durante el día y a la oscuridad en las horas nocturnas ya que la luz es el principal regulador de la secreción de melatonina. La sincronización del reloj biológico con el reloj cronológico depende de la melatonina.

Aunque se produce principalmente en la glándula pineal (una estructura situada en el cerebro encargada de controlar los relojes biológicos marcando los ritmos circadianos), se sintetiza también en otros órganos como ciertas estructuras de los ojos, la médula ósea, la piel, el tracto gastrointestinal y el sistema inmunitario.

 

 

La melatonina se sintetiza al anochecer, entre las 20 y las 22 horas y alcanza su máximo punto entre las 12 de la noche y las 2 de la madrugada. Es decir, en esta franja horaria, nuestro cuerpo se “prepara” para dormir gracias a la segregación de melatonina y por ello se recomiendan luces tenues y cálidas o no exponernos a ruidos fuertes o pantallas. ¿Qué ocurre si lo hacemos? Que en lugar de generar melatonina, nuestro cuerpo producirá cortisol, activando nuestro organismo y dificultando el sueño.

Además, establecer una buena higiene de sueño que incluya unos horarios de comida más o menos fijos, ejercicios suaves unas horas antes de dormir o establecer unas rutinas de sueño para que el niño sepa que ha llegado la hora de dormir son claves para mejorar el sueño infantil. Sin embargo, en ocasiones, siguen existiendo problemas de sueño a pesar de seguir todas esas pautas. Y es entonces cuando deberíamos acudir al pediatra en lugar de recurrir a la melatonina para facilitar y mejorar el sueño de nuestros peques por nuestra cuenta.

¿Necesita mi hijo/a melatonina para facilitar el sueño infantil?

Uno de los grandes problemas de la crianza actual es que esperamos que nuestros hijos sean seres independientes cuanto antes. Desde bebés, esperamos que duerman solos en su cuna y, si no lo hacen, recurrimos a la famosa frase “parece que la cuna tiene pinchos”. La realidad es que los bebés necesitan a su madre, a su padre o a sus cuidadores cerca para sentirse seguros.

Y es completamente normal que tengan muchos despertares por la noche, que no siempre tienen que estar relacionados con el hambre. De hecho, también es habitual que, aunque duerman toda la noche del tirón, vuelvan a aparecer estos despertares, que suelen estar relacionados con momentos en los que alcanzan nuevos hitos de maduración como gatear, los primeros pasos o la salida de los dientes.

 

 

Así, es probable que hasta los 3 años nuestro hijo/a no consiga dormir del tirón y que incluso hasta los 5 años su sueño no se asemeje al de un adulto. Por supuesto, cada peque es un mundo y no hay reglas generales que se puedan aplicar a todos por igual.

Por tanto, es fundamental saber cuándo realmente nuestro hijo/a tiene un problema de sueño y acudir al pediatra para que valore la situación y prescriba melatonina para facilitar y mejorar su sueño, en caso de ser necesario.

 

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