Cómo actuar si otros regañan a nuestros hijos/as

Cuando eres (p)madre te esfuerzas por establecer límites con respeto, validas sus emociones y sus opiniones y evitas reproducir antiguos patrones de gritos, amenazas y castigos. Pero no todo el mundo entiende así cosas y tus peques se van a relacionar con más adultos que se creerán con el derecho de amonestarles si lo creen oportuno. Entonces ¿qué podemos hacer si otra persona regaña a nuestro hijo?

Cómo reaccionar cuando otras personas regañan a nuestros hijos

Puede que nos veamos en situaciones en las que a un menor no solo le reprueban sus padres y quienes ellos decidieran. Como padres invertimos mucho tiempo y esfuerzo en la educación de los peques, en establecer límites de forma respetuosa o en “no escuchar” esos consejos del vecino que dice que un cachete a tiempo evita disgustos.

Cuando otra persona reprende a nuestros hijos podemos sentir que se pone en duda todo aquello que intentamos construir pasito a pasito y con tanto esfuerzo, paciencia y amor.

Hace unos años estábamos celebrando el cumpleaños de mi hijo mayor en un parque de bolas con los amigos de clase. Cumplía cinco años. En un momento le perdí de vista y cuando le encontré estaba llorando muy disgustado. El papá de un compañero suyo le había regañado y le amenazó diciéndole que no le iba a invitar al cumpleaños de su amiguito. Por suerte, pudimos reconducir la situación y acabó disfrutando del día, a pesar de lo sucedido.

En casa, desde el primer día, tuve muy claro qué tipo de educación recibirían mis hijos. Así, a través de la Disciplina Positiva, he procurado criar desde el respeto para que aprendan a sobrellevar esta y otras muchas situaciones.

En el súper, en el parque, en una sala de espera o incluso en tu propia casa… Los peques, simplemente por el hecho de ser niños (se pueden mostrar movidos, inquietos, curiosos, ruidosos…) pueden ser foco de miradas y de juicios, y habrá quien les regañe, aun sin tu consentimiento.

Lo más habitual es que nuestra forma de reaccionar cuando otro regaña a nuestro hijo sea instintiva. Seguramente te cause enfado ver que alguien que no eres tu mismo riñe a tu hijo, y sientas la necesidad de protegerle ante lo que consideras una actitud hostil.

Además, es muy posible que esta forma de actuar te haga sentir que se pone en duda tu forma de educar y tu modelo de crianza. Pero tu reacción no va a ser siempre igual, porque en realidad depende de múltiples factores.

¿De qué depende nuestra reacción cuando otra persona regaña a nuestro hijo/a?

La reacción que tengamos antes este hecho va a depender de diferentes factores. No es lo mismo que les regañe un familiar a que le regañe un extraño. Un abuelo, una tía o la mamá de un amigo con la que compartís mucho tiempo, probablemente, tengan la confianza para reñir a tu peque sin que te suponga un disgusto. En cambio, si quien lo hace es alguien a quien no conoces de nada, será más fácil que reacciones poniéndote a la defensiva y sacando las uñas.

Algo que, sin duda, también va a influir en la reacción que tengamos cuando otro reprenda a nuestro hijo es el modo en que lo haga. Escuchar que le explican al peque lo que ha pasado y por qué considera que no está bien lo que ha hecho, no va a causar el mismo efecto en ti que si, simplemente, le gritan que lo que ha hecho no está bien.

Por último, y no menos importante, es el motivo por el que llaman la atención a tu hijo. Si estás de acuerdo con el motivo por el que esa otra persona está regañando a tu peque, la situación será más llevadera que si el motivo crees que es un capricho de la otra persona.

No es igual una situación en la que tu hijo haya podido comprometer su propia seguridad o la de otros, o si simplemente le ha llovido un grito porque estaba haciendo mucho ruido y no dejaba escuchar la tele.

Qué hacer cuando otra personas regaña a nuestro hijo

Si no estamos de acuerdo con el motivo o la forma en la que han regañado a nuestro hijo, podemos reaccionar dirigiéndonos al adulto de forma calmada y mostrando nuestro desacuerdo por su forma de proceder.

De esta forma estaríamos ofreciendo un doble buen ejemplo a nuestro peque: por un lado, defenderíamos frente a otros los valores de educación y disciplina que practicamos y, por otra parte, enseñaríamos a nuestros hijos e hijas a diferir respetuosamente.

En cambio, si creemos que el motivo por el que otra persona regaña a nuestro hijo es adecuado y que el modo en que lo han hecho también, podemos validar al adulto. Si optamos por esta tercera opción, es importante que hablemos con el peque y para asegurarnos de que entiende la situación.

Tu actitud es clave para convertir un conflicto en un aprendizaje

Lo que es muy importante que tengamos en cuenta, es que los padres somos el espejo en el que se miran nuestros hijos. No sirve de nada que nos esforcemos en hablarles de respeto si nosotros no vamos a comportarnos de esa forma ante las situaciones que nos traiga la vida.

Ten en cuenta que, si increpas a alguien de forma agresiva, probablemente tu peque entienda que esa es la forma correcta de actuar. Y la reproduzca en el futuro. De la misma manera, si te enfrentas a la misma situación de una forma firme, pero a la vez asertiva y empática, la huella que deje tu acción va a ser mucho más productiva.

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