5 Consejos para comprar juguetes para bebés que favorezcan un desarrollo saludable

“Elegir un juguete para bebé, ya sea para su propio hijo, el de un amigo o el de un familiar, puede resultar abrumador. Aunque los estadounidenses gastan 20 mil millones de dólares al año en juguetes para bebés, es difícil saber qué juguete será divertido, educativo y apropiado para el desarrollo.

Las opciones parecen infinitas, con resultados de búsqueda en cientos, si no miles de sitios minoristas. ¿Es el precio un indicador fiable de la calidad? ¿Son útiles las mejoras tecnológicas?“, explican las autoras.

Juguetes tradicionales vs Juguetes con pilas

“Encontramos diferencias significativas entre estos 2 tipos de juguetes en términos de cómo se comercializan: los juguetes más tradicionales se comercializan como apoyo al desarrollo físico y los juguetes más tecnológicos destinados al desarrollo cognitivo. Sin embargo, estas empresas no siempre cuentan con investigadores que investiguen si los juguetes realmente ayudan a los niños a aprender“, señalan las investigadoras.

Ambas investigadoras, que estudian los juguetes y cómo aprenden y juegan los niños, ofrecen 5 consejos que tener en cuenta para saber cómo comprar comprar juguetes para bebés que fomenten su desarrollo.

5 Consejos para comprar juguetes para bebés

1. Tener claro el objetivo

Las investigadoras recomiendan que, al comprar un juguete, consideremos primero si tenemos en mente algún objetivo de desarrollo en particular. Por ejemplo, ¿quieres que tu bebé desarrolle habilidades motoras finas jugando con un tablero Montessori o que practique habilidades espaciales y matemáticas construyendo una torre de bloques?

2. Buscar juguetes “abiertos” y sin pilas

Muchos progenitores y cuidadores saben que a los peques les gusta más jugar con la caja que con el juguete que contiene, ¡aunque no se expliquen por qué! Las autoras señalan como razón que las cajas son juguetes abiertos o desestructurados que “pueden convertirse en cualquier cosa que se le ocurra a un niño pequeño”. Por el contrario, “un teléfono móvil de juguete dirige el tipo de juego de forma mucho más rígida”.

Una buena regla general, según la evidencia disponible, es elegir juguetes que requieran un 90% de actividad por parte del niño y sólo aproximadamente un 10% de participación del juguete. Por ejemplo, “los bebés pueden explorar sensorialmente un conjunto de animales en miniatura realistas (generalmente metiéndolos en la boca) y luego usarlos para juegos de simulación o incluso para crear huellas de animales en plastilina”.

Sin embargo, la experiencia de juego es muy diferente con un gran animal de plástico que necesita sentarse en el suelo, iluminarse y emitir sonidos. Con los juguetes electrónicos, “el niño tiene un juego limitado, con el objetivo de hacer que el objeto se ilumine o emita un sonido”: prácticamente, solo tiene que apretar botones.

Es por ello que los especialistas coinciden a la hora de destacar los slow-toys o juguetes sin pilas como los mejores para el desarrollo de los bebés, porque no le roban el protagonismo a los peques durante el juego.

3. Reconocer los prejuicios de género

Cada vez son más los minoristas importantes que eliminan las secciones de juguetes basadas en el género. Durante la última década, cada vez más fabricantes y marcas optan por el plural “niños” o “niños y niñas” en lugar de catalogar sus juguetes como para “niños” o como para “niñas” en sus descripciones de producto.

También los catálogos de las principales cadenas de tiendas ofrecen ejemplos más igualitarios en sus anuncios de juguetes, y las familias son más conscientes de la importancia de educar en igualdad, también a través del juego, evitando los juguetes sexistas.

Sin embargo, en muchas tiendas todavía podemos encontrar algunos pasillos llenos de juguetes y muñecas de color rosa, mientras que otros pasillos cuentan con camiones y juguetes azules.

“Es posible que una espada de juguete no esté etiquetada como “para niños” pero, según los estudios, los compradores a menudo la perciben de esa manera según su propia socialización y creencias de género. Si mira solo ciertos pasillos o juguetes estereotipados, es posible que se pierda juguetes que su hijo disfrutaría independientemente de su género“, sostienen las autoras.

4. Tener cuidado con las afirmaciones de marketing

Según las investigadoras, los fabricantes de juguetes tecnológicos a menudo hacen afirmaciones sobre su potencial educativo que no están respaldadas por la ciencia. Por ejemplo, “un clasificador de formas electrónico podría pretender ayudar a los niños a desarrollar habilidades emocionales porque el juguete dice ‘¡Te amo!’ “.

Según las investigaciones, al leer las descripciones de los juguetes de los fabricantes, es más probable que los padres elijan juguetes tecnológicos, pero las investigaciones sugieren que estos juguetes pueden tener inconvenientes importantes, como una menor interacción entre los cuidadores y los bebés y un menor uso del lenguaje mientras juegan.

5. Priorizar las interacciones humanas

Las autoras recuerdan que es importante tener en cuenta que, fundamentalmente, “los juguetes no están diseñados principalmente para crear bebés genios: ¡están destinados a ser divertidos!”. Así, las investigadoras aconsejan buscar que un juguete nuevo apoye el desarrollo físico, social, emocional, cognitivo o creativo… pero que al mismo tiempo sea siempre divertido.

Asimismo, nos recuerdan que “ningún juguete puede reemplazar las interacciones alegres y de alta calidad entre los cuidadores y los niños”, básicas para el desarrollo de los bebés, tal y como ponen de manifiesto diversos estudios.

“Las investigaciones sugieren que los cuidadores son menos receptivos y comunicativos cuando juegan con juguetes tecnológicos que con juguetes tradicionales con sus hijos.

Por lo tanto, elegir juguetes tradicionales, como clasificadores de formas y bloques de construcción no electrónicos, puede ser una forma de fomentar los tipos de interacciones que apoyan el desarrollo saludable“, inciden las autoras.

Y es, en general, las investigaciones sugieren que, en la mayoría de los casos, los juguetes tradicionales brindan mejores interacciones y experiencias que los juguetes tecnológicos. Por tanto,

“al comprar un juguete, piense en las experiencias que desea que tenga el bebé en su vida, piense ampliamente en los objetivos de un juguete en particular, trate de brindar oportunidades para interacciones de alta calidad y recuerde divertirse“, enfatizan las autoras.