Por qué es importante planificar el embarazo

Durante el embarazo y el postparto, es importante que la mujer siga una serie de recomendaciones para su salud y la del bebé. Sin embargo, muchas veces nos olvidamos de los meses antes del embarazo, en la que también debemos preparar nuestro cuerpo (y mente) para la gestación. ¿Por qué es importante planificar un embarazo?

Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, solo la mitad de los embarazos en España son planificados. Además, solo el 10% de las parejas que planifica su embarazo acude a una consulta preconcepcional.

¿Qué es planificar un embarazo? ¿Por qué es importante una planificación familiar? ¿Qué ventajas o cosas positivas podemos conseguir o lograr con la planificación de los embarazos? ¿Qué hacer antes de planificar un embarazo? Son preguntas que pueden asaltarnos cuando deseamos quedarnos embarazadas. Y la mejor forma de resolverlas es consultando a los profesionales. En la Tribu CSC cuentas con la matrona Sara Caamaño, junto al resto del equipo de expertos, para resolver online cualquier duda relacionada con la maternidad, la salud materno-infantil y la crianza respetuosa.

 

 

Y es que si planificar un embarazo es importante en una mujer sana, lo es mucho más en una mujer que parte con alguna patología previa, como diabetes gestacional, hipertensión arterial, enfermedad inflamatoria intestinal o alguna enfermedad autoinmune.

¿Cómo planificar un embarazo?

Si queremos quedarnos embarazadas, es importante acudir a una visita prenatal donde nos darán una serie de recomendaciones para planificar un embarazo. Aunque seguirlas todas no garantiza su consecución al 100%, sí es importante tenerlas en cuenta para, al menos, contar con las circunstancias más favorables posibles para ello.

Por ello, el primer paso para planificar un embarazo sería acudir a una visita prenatal con la matrona o el ginecólogo en la que podamos comentar nuestros deseos, patologías previas y plantear cualquier pregunta que pueda surgirnos. Además, lo más probable es que nos mande una analítica para comprobar nuestro estado y si hay que tener en cuenta algo de cara a la búsqueda y posterior embarazo.

 

 

Entre las principales recomendaciones, destacan una alimentación equilibrada, suplementar con ácido fólico y yodo o evitar el alcohol y el tabaco.

Alimentación

Si la alimentación es importante en cualquier momento de nuestra vida, así como en el embarazo y en el postparto, no lo es menos cuando estamos planificando un embarazo. Así, debemos seguir una dieta equilibrada y variada en todo tipo de nutrientes, con especial importancia del yodo y el ácido fólico y evitando el consumo de alcohol ya desde este momento.

Ácido fólico

Aunque el ácido fólico se encuentra en diferentes alimentos como verduras y hortalizas, frutas, legumbres o frutos secos, para asegurar un aporte adecuado, es necesario suplementar ya que el ácido fólico durante el periodo preconcepcional y las primeras semanas de embarazo reduce la incidencia de defectos del tubo neural.

Las necesidades de folatos aumentan especialmente en las primeras semanas de gestación, por ello se recomienda iniciar la suplementación al menos 4 semanas antes y hasta las 12 semanas de gestación.

 

 

En el caso de mujeres de bajo riesgo, se recomienda un aporte de entre 0,4 y 0,8 mg/día de ácido fólico. En el caso de mujeres con riesgo alto por defecto de tubo neural en gestación previa, antecedentes familiares, diabetes, epilepsia o dietas vegetarianas estrictas, la recomendación sube hasta los 4 mg/día.

Yodo

Igual que hay que prestar atención durante el embarazo y la lactancia, hay que vigilar el aporte de yodo cuando queremos planificar un embarazo. La ingesta diaria recomendada es de 150 mcg/día durante la etapa preconcepcional, subiendo a 200 mcg/día en el embarazo y lactancia.

Podemos conseguir el aporte de yodo en la alimentación a través de la sal yodada y con al menos 3 raciones de lácteos. En caso de no llegar a los niveles deseados, sería recomendable la suplementación farmacológica.

Importancia de planificar un embarazo: Ejercicio físico

Se recomienda el ejercicio físico regular y con una intensidad adaptada a cada persona en cualquier etapa de la vida, también cuando deseamos quedarnos embarazadas.

 

 

Control de peso

El control de peso de las mujeres embarazadas en cada consulta con la matrona es una de las citas que más controversia suele generar. Aunque importante, en muchas ocasiones el personal sanitario aprovecha la situación para reñir a las mujeres al considerar que ha puesto mucho peso basándose solo en el IMC, sin tener en cuenta ningún otro aspecto como el peso del que partimos o si la alimentación es rica en nutrientes o no.

De hecho, la matrona de Criar con Sentido Común, recuerda que el control de peso no es imprescindible y si puede afectar a la salud emocional de la mujer, se puede hacer una pesada ciega, sin ver ni decir la cifra. E incide:

“Es triste que sea algo temido. Algo estamos haciendo mal como sociedad y los sanitarios para que a una mujer le dé miedo pesarse. Las reprimendas no deberían existir porque nadie es quien para reñirte por absolutamente nada. Y no me extraña que se convierta en obsesión cuando las estamos empujando a ello”.

 

 

En cualquier caso, la obesidad ocasiona cambios a nivel endocrino que pueden causar problemas de fertilidad y se relaciona con algunas complicaciones durante el embarazo como un mayor riesgo de diabetes gestacional y preeclampsia.

Tabaco y otras drogas

Si el tabaco es perjudicial para la salud y se recomienda dejarlo en cualquier momento, más aún si estamos planificando un embarazo. Y no solo es cosa de la mujer, también de la pareja en caso de haberla.

Medicamentos

Si tomamos alguna medicación de forma habitual, es importante consultar con el médico para saber si es compatible con la gestación y si es necesario cambiarla o ajustar la dosis.

Vacunas

Es importante comprobar si estamos al día en cuanto a vacunas antes de intentar quedarnos embarazadas. De hecho, es posible que hayamos perdido inmunidad frente a algunas enfermedades a pesar de haber recibido la vacuna durante la infancia. En caso de recibir una vacuna viva atenuada, es necesario retrasar la búsqueda de embarazo al menos 4 semanas.

 

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