El sobrepeso y la obesidad empeoran las tasas de fertilidad en ambos sexos

Numerosas sociedades científicas advierten del riesgo de infertilidad tanto en mujeres como en hombres con sobrepeso

Obesidad e infertilidad van de la mano en numerosas ocasiones. Estudios recientes señalan cómo la obesidad y el sobrepeso impactan negativamente sobre la fertilidad del hombre y de la mujer, y algunas de las principales sociedades científicas suscriben un documento conjunto de posicionamiento para paliar lo que consideran “un problema sanitario de primer orden”.

¿Cómo afecta el sobrepeso en la fertilidad?

Numerosos estudios científicos han revelado el estrecho vínculo entre obesidad e infertilidad en ambos sexos. En el caso de las mujeres, el exceso de peso puede contribuir a aumentar los problemas de ovulación y a alterar los períodos menstruales, haciendo que la mujer tenga que someterse a tratamientos de reproducción asistida además de que aumenta la probabilidad de ofrecer peor respuesta a los tratamientos para la infertilidad. Las gestantes con sobrepeso u obesidad tienen también más riesgo de sufrir un aborto espontáneo, además de otras muchas complicaciones durante el embarazo.

En el caso de los hombres, entre otros efectos, se producen cambios hormonales que disminuyen el apetito sexual y afectan a la función eréctil, además de afectar directamente al control de su ciclo reproductivo. Sonia Lobo Martínez, ginecóloga de la Unidad de Reproducción Humana del Hospital La Paz y coordinadora el grupo de interés de endocrinología reproductiva de la Sociedad Española de Fertilidad, recalca en una entrevista a RTVE.es que “la posibilidad de gestación disminuye más cuanto mayor es el IMC y sobre todo si los IMC son elevados, tanto en el varón como en la mujer”.

 

Obesidad en España: Gasto de 3.650 millones de euros al año

 

Por todo ello, seis sociedades científicas de endocrinología, obesidad y ginecología han advertido que la obesidad puede duplicar el riesgo de infertilidad y reclaman priorizar en la lista de espera de cirugía bariátrica a las mujeres mayores de 35 años con obesidad grave e infertilidad.

La obesidad puede duplicar el riesgo de infertilidad

La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN); para el Estudio de la Obesidad (SEEDO); de Ginecología y Obstetricia (SEGO); de Fertilidad (SEF); de Dietética y Nutrición (SEDYN) y la Asociación Española de Urología (AEU) que han suscrito un documento de posicionamiento conjunto para consensuar un abordaje común de este problema.

A través de él, proponen priorizar en la lista de espera de cirugía bariátrica a las mujeres con obesidad grave e infertilidad y mayores de 35 años (según los datos de los que disponen, hay aproximadamente 11.000 personas esperando), así como visibilizar la necesidad de destinar recursos desde el Sistema Nacional de Salud para la creación de unidades multidisciplinares para el abordaje de la obesidad tanto a nivel hospitalario como de atención primaria, así como a valorar la financiación de los nuevos fármacos que prometen ser decisivos en la lucha contra la obesidad.

La doctora Inka Miñambres Donaire, miembro del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y primera autora del documento, resalta el papel del endocrinólogo en el abordaje de la obesidad, ya que “es esencial valorar el tratamiento más adecuado para planificar la gestación en el momento idóneo con el fin de conseguir mayores tasas de embarazo con las mínimas complicaciones posibles“.

 

Obesidad e infertilidad

 

La endocrinóloga especifica que los problemas de infertilidad asociados al sobrepeso y la obesidad “ocurre en ambos sexos por mecanismos distintos que incluyen, entre otros, factores hormonales y físicos”.

“El endocrinólogo desempeña un papel importante en el tratamiento de la obesidad, sin embargo, la visita de las mujeres en edad reproductiva al ginecólogo presenta una ventana de oportunidad para el diagnóstico de la obesidad y su tratamiento. Los dietistas nutricionistas tienen un papel clave en la preparación y el seguimiento de las mujeres que desean la gestación, así como durante el embarazo. Los urólogos tienen también una función destacada cuando se combinan la aparición de obesidad e infertilidad masculina“, destaca la SEEN en su comunicado.

El tratamiento de la obesidad puede mejorar las tasas de recién nacidos vivos y la salud de la descendencia

Tratar el sobrepeso y la obesidad de la mujer que busca el embarazo o ya es gestante también puede mejorar las tasas de recién nacidos vivos, según estas sociedades científicas.

Pero el principal reto del endocrinólogo en esta materia, destaca Miñambres, “sigue siendo la prevención de la obesidad” ya que, “en los casos en los que no llegamos a tiempo, aún existen muchas incógnitas”. No en vano, numerosos estudios científicos se han centrado en el estudio de la prevención de la obesidad en la etapa perinatal.

Se sabe que la obesidad es uno de los mayores problemas de salud y un factor determinante del padecimiento de enfermedades prevalentes como síndrome metabólico, asma, apnea del sueño, infertilidad y diferentes tipos de cáncer. Su origen es multifactorial, interviniendo factores genéticos, socioeconómicos y ambientales. Siendo estos últimos, según los expertos, los que más contribuyen a explicar el crecimiento epidémico actual. El sedentarismo, una dieta inadecuada, la falta de sueño, las alteraciones en la microbiota intestinal y el estrés, son factores relacionados con su desarrollo.

 

Obesidad e infertilidad

 

En este estudio elaborado por un grupo de científicos españoles, se destaca el estado de salud y nutricional de la madre como elemento clave para la salud de la descendencia:

“Desde que Barker presentó su hipótesis sobre el origen fetal de las enfermedades del adulto, son cada día más el número de estudios que evidencian la influencia de un inadecuado estado nutricional y ponderal materno en el desarrollo de enfermedades crónicas, como la obesidad en el descendiente.

Las deficiencias nutricionales de la madre gestante ocasionan modificaciones epigenéticas y una programación anormal del desarrollo de órganos y aparatos, adaptándose el feto a esta situación de carencia y pudiendo tener dificultad de adaptación ante un ambiente obesogénico después del nacimiento, aumentando su propensión a la obesidad.

También, el deficiente estado nutricional materno está relacionado con retraso del crecimiento intrauterino y neonatos de bajo peso al nacer, siendo mayor el riesgo de obesidad central infantil y del adulto.

Actualmente, la ingesta deficiente de micronutrientes y el sobrepeso u obesidad materna tienden a superponerse, y esta combinación puede exacerbar el aumento de obesidad en el descendiente. Es importante identificar a las madres gestantes con riesgo de padecer alteraciones nutricionales y establecer su mejora como estrategia de prevención primaria del sobrepeso y obesidad”.

Sonia Lobo hace hincapié en que “la posibilidad de gestación disminuye más cuanto mayor es el IMC y sobre todo si los IMC son elevados, tanto en el varón como en la mujer“. Aunque existen diferencias: en tanto la pérdida de peso mejora claramente las tasas de ovulación en mujeres con ovario poliquístico asociado a obesidad, la mejora en los parámetros espermáticos es menos clara en el varón.

“No es un asunto estético”: La salud metabólica de la mujer es realmente importante y afecta a la salud de la descendencia

Según los datos aportados por las sociedades científicas que suscriben el documento, la infertilidad femenina, entre los 30 y los 49 años, se sitúa en España en el 17,5%. Además, alrededor del 23% de las mujeres que se somete a técnicas de fertilización in vitro tiene sobrepeso u obesidad.

 

Sobrepeso en el embarazo y riesgos: Obesidad en la descendencia

 

El impacto de la obesidad en la fertilidad se detecta más fácilmente en la mujer por las consecuencias directas sobre el ciclo menstrual, que son más visibles y a menudo la llevan a consultar antes con el especialista. Se estima que hay un 30% más de probabilidad de tener problemas de fertilidad cuando hay sobrepeso.

Casi una cuarta parte de las mujeres que se someten a técnicas de fertilización padece sobrepeso u obesidad

Un 23% de las mujeres que se someten a técnicas de fertilización in vitro padece sobrepeso u obesidad. “Se calcula que por cada unidad de incremento del índice de masa corporal (IMC) normal, la posibilidad de embarazo espontáneo disminuye un 5% al año“, explica Sonia Lobo.

La salud metabólica de la mujer es realmente importante para afrontar el embarazo, no solo para solucionar el problema de fertilidad”, detalla para RTVE.es Cristóbal Morales, endocrinólogo del grupo Vhitas en el Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla y vocal de SEEDO, una de las sociedades firmantes del documento. “Hoy somos conscientes de que esa obesidad no es un asunto estético, ya que la masa grasa está muy implicada en cambios hormonales que complican la fertilidad de la mujer y del hombre“.

La epigenética cambia los genes del bebé en caso de obesidad materna

Este experto explica que los problemas relacionados con el exceso de peso se producen antes, durante y después del embarazo, ya que el útero “es la primera incubadora, la primera cuna”, y si la salud metabólica del útero no es buena, y la madre llega al embarazo con diabetes o con exceso de grasa, “ese niño tiene más posibilidades en un futuro de que viva con obesidad, porque la epigenética cambia sus genes y hace que sea más propenso a ser un niño obeso o con diabetes en un futuro”.

La obesidad en el hombre causa disfunción eréctil, disminuye la calidad del esperma y reduce las hormonas sexuales

Según los datos aportados por las sociedades científicas que suscriben el documento, los hombres representan entre el 20% y el 50% de los casos de infertilidad de pareja y la obesidad podría jugar un papel relevante.

Además de que la calidad del esperma puede verse alterada, el principal problema reside a nivel hormonal. Los estudios científicos apuntan cada vez con mayor fuerza a un efecto de hipogonadismo, que se traduce en una menor secreción de hormonas sexuales.

 

Cuando son ellos quienes engordan durante el embarazo

 

“Antiguamente se pensaba que la masa grasa era un mero almacén de energía, pero ahora sabemos que también es una auténtica fábrica de hormonas que alteran todo el metabolismo. Uno de los efectos que puede generar es un menor apetito sexual, y también disminuyen las hormonas de la hipófisis, que controlan el ciclo reproductivo masculino“, detalla Morales, para subrayar que el hombre “también se tiene que cuidar” antes de plantearse el embarazo junto con su pareja.

Lobo, por su parte, explica que “la obesidad en el varón puede afectar a la fertilidad a diferentes niveles”, ya que “los pacientes obesos padecen más frecuentemente disfunción eréctil; presentan unos menores niveles de testosterona en sangre y en ellos aumenta la temperatura escrotal” (este último, uno de los factores de la infertilidad masculina). Todo esto “ocasiona un daño del ADN de los espermatozoides y aumenta la producción de radicales libres en el semen”. Como consecuencia, tienen un “menor número de espermatozoides y con menor movilidad que los varones con normopeso”.

Un problema sanitario de primer orden

Las sociedades científicas que reclaman el abordaje del impacto de la obesidad en la fertilidad recuerdan que el exceso de peso es un problema sanitario de primer orden, puesto que en mayor o menor medida afecta a la mitad de la población española.

Abordaje desde la etapa infantil y diagnóstico temprano

Los factores ambientales y estilos de vida son algunas de las causas más destacables del sobrepeso y la obesidad en la sociedad española. A esta cifra tan preocupante ha contribuido el cambio de hábitos sociales que se ha producido en las últimas décadas, lo que ha propiciado un mayor sedentarismo y estrés, consumo de alimentos procesados o alteraciones del sueño.

“Todo esto hace que nuestros genes tengan más tendencia al aumento de peso, a engordar y a desarrollar obesidad. Por eso tenemos que poner mucho el foco en la prevención desde la guardería, desde los colegios. Aunque también en el diagnóstico, porque la obesidad es una enfermedad infradiagnosticada; y en el tratamiento, que tiene que ser personalizado”, expone Morales.

 

Obesidad infantil aumenta riesgo de padecer diabetes de adulto

 

Este endocrinólogo destaca asimismo la importancia de los nuevos medicamentos contra la obesidad que están en desarrollo, y que “van a aparecer dentro de tres, cuatro o cinco años” y “van a ser fármacos revolucionarios”. Asimismo, el especialista explica que, según se desprende de los resultados de los ensayos clínicos que ya están en marcha, con ellos se puede obtener una pérdida de hasta el 23% del peso corporal.

La delgadez extrema, la mala alimentación, el sedentarismo y el exceso de ejercicio físico también dificultan y complican el embarazo

¿Qué factores influyen en la infertilidad? Sonia Lobo apunta a una serie de factores que también pueden afectar a la función reproductiva, como por ejemplo la presencia de un IMC por debajo de lo normal, ya que “a las pacientes excesivamente delgadas a veces les cuesta más conseguir el embarazo por problemas ovulatorios, y una vez embarazadas presentan más riesgo de aborto, de bajo peso al nacer y menos tasa de nacidos vivos”.

Ante el problema de las dietas restrictivas, así como del abuso de comida rápida y de precocinados, esta ginecóloga recomienda “una dieta mediterránea variada, el consumo diario de frutas, verduras, legumbres y frutos secos; disminuyendo el consumo de grasas y azúcares refinados”.

 

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También pone énfasis en hacer ejercicio, aunque de manera moderada. “Tanto el sedentarismo como el ejercicio físico excesivo pueden afectar negativamente a la fertilidad“, mantiene, y recalca que “el excesivo culto al cuerpo puede producir también alteraciones endocrinas que alteren la ovulación y empeoren la calidad del semen, dificultando la posibilidad de conseguir un embarazo”.

Finalmente, alerta sobre el efecto negativo del consumo excesivo de alcohol, café y otras sustancias tóxicas, como cannabis o cocaína; así como de medicamentos anabolizantes o ciertos fármacos anticalvicie. “Los factores ambientales afectan la capacidad reproductiva tanto en la mujer como en el varón, pero es importante destacar que estos factores, a diferencia de la edad, son modificables”, enfatiza la ginecóloga.

Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la dietista-nutricionista Rebeca Pastor, la matrona Sara Caamañola fisioterapeuta y experta en ejercicio físico Marta Saeta.

 

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