Los problemas de salud mental de los adolescentes canadienses son una “bomba de relojería”

Décadas de poca inversión en la atención de salud mental en Canadá han provocado que el país esté desbordado ante el aumento de trastornos mentales en adolescentes. Este incremento de jóvenes con problemas de salud mental no afecta únicamente a este territorio. Es una tendencia mundial y muy preocupante.

Porcentaje de adolescentes con problemas de salud mental

Antes de la pandemia del Covid-19, en 2019, los datos de problemas de salud mental en adolescentes en el mundo ya eran preocupantes. Según Unicef, más del 20% de los jóvenes sufría trastornos mentales. En países menos desarrollados, alrededor del 15% de ellos había considerado el suicidio.

Pero la pandemia ha empeorado las cifras. Otro informe, también de Unicef, alertaba en 2021 de que el suicidio ya era la segunda causa de muerte entre los jóvenes en Europa, solo superada por los accidentes de tráfico. Y España es el país donde mayor prevalencia hay de problemas de salud mental entre niños, niñas y adolescentes.

 

 

Mientras la prevalencia de trastornos mentales en adolescentes de 10 a 19 años en Europa es del 16,3%, en España el porcentaje estimado de problemas de salud mental diagnosticados es del 20,8% (algo más en chicas, 21,4% frente a los chicos, 20,4%). Según los cálculos de Unicef, en Europa hay 9 millones de adolescentes de entre 10 y 19 años con problemas de salud mental.

¿Qué ocurre en Canadá?

Diferentes profesionales sanitarios canadienses alertan en esta información de la Agencia France Press recogida por distintos medios del aumento de trastornos mentales en adolescentes en aquel país. Dos factores han jugado a favor de esta situación. Por un lado, la pandemia del coronavirus. Y, por otro, la escasez de fondos para los servicios de salud mental.

“La cantidad de jóvenes con problemas de salud mental y adicciones en Canadá ha crecido exponencialmente durante más de una década“, dice Bjug Borgundvaag, médico del servicio de emergencias del Hospital Mount Sinai en Toronto. Según recoge el reportaje de AFP, los profesionales tratan de “hacerlo lo mejor” que pueden, “pero lo que podemos ofrecer es muy limitado”.

En Toronto, una de las ciudades más modernas del mundo occidental, la situación es tal que el exalcalde John Tory convocó a una cumbre nacional de salud mental para abordarla.

 

 

David Gratzer, del Centro para la Adicción y la Salud Mental en Toronto, asegura que “en Canadá, por cada dólar que gastamos en atención médica, gastamos 7 u 8 centavos en atención de salud mental“, que es mucho menos que en la mayoría de los demás países desarrollados, señala. Según Gratzer, en las décadas de 1960 y 1970, Canadá cometió “un gran error” al eliminar muchas camas de hospital para personas con enfermedades mentales.

En 2022, la demanda de servicios psicológicos en Ontario aumentó un 50%, y más de uno de cada dos jóvenes padece una enfermedad mental.

Trastornos mentales en adolescentes de Canadá: Una “bomba de relojería”

Ante la falta de recursos públicos para la salud mental en Canadá, han sido las ONG y asociaciones benéficas las que se han hecho cargo de los adolescentes con problemas de salud mental. Pero aquellas no han podido seguir el ritmo de la demanda.

“Es una bomba de tiempo”, dice a AFP Jacques Charland, de la línea de ayuda de Quebec Ecoute Entraide. Por su parte, Nzinga Walker, directora ejecutiva de Stella’s Place, asegura que “es una crisis porque afecta a todos los aspectos de la población. En la población joven y adulta, las cifras son mucho más alarmantes”.

 

 

Stella’s Place ofrece ayuda gratuita a personas con problemas psicológicos de entre 16 y 29 años. Sin embargo, “no hay servicios disponibles” -se lamenta Walker- quien subraya que en estos momentos cualquier persona con trastornos mentales tiene que “apuntarse a una lista”.

La población inmigrante (sobre todo las personas negras) son las que más están sufriendo esta situación, según la percepción de Kat Romero, una joven a la que Stella’s Place “ha cambiado la vida”.

Lo que está ocurriendo en Canadá no es algo aislado. Distintos países están intentando implementar medidas para apoyar a los adolescentes con trastornos mentales. En Corea del Sur, por ejemplo, se ha anunciado una dotación de 450 euros para jóvenes con el objetivo de que estos salgan de casa y luchar así contra el aislamiento y la depresión.

En Nueva Zelanda se ha puesto en marcha el programa “Love Better” para ayudar a los adolescentes a superar rupturas sentimentales y evitar que estas tengan consecuencias para su salud mental. Hay que tener en cuenta que la adolescencia es un momento clave en el desarrollo de la personalidad y que la emociones en la adolescencia son muy importantes.

 

 

Los profesionales afirman que el 70% de los trastornos mentales se produce en esa etapa. Y se acentúa a los 12 años. En el caso de España, no solo Unicef alerta del aumento de los problemas de salud mental en adolescentes. La Fundación Anar, por ejemplo, ha detectado un aumento de las consultas por autolesiones, ideas e intentos de suicidio, trastornos alimenticios, depresión y baja autoestima.

Los expertos recomiendan actuar cuanto antes al menor síntoma y solicitar ayuda profesional. Si necesitáis asesoramiento, en la Tribu CSC contamos con un equipo de profesionales multidisciplinar para ayudar y asesorar a las familias. Entre ellos/as, se encuentran la psicóloga Mamen Bueno y la docente, psicóloga y logopeda infantil Elena Mesonero.

¿Cuáles son los problemas de salud mental más comunes en los adolescentes?

Más de la mitad de los problemas de salud mental detectados por el último informe de Unicef en España son por la ansiedad y la depresión. Ambos problemas pueden dificultar el día a día de una persona. En el caso de un adolescente, puede interferir en el colegio y los estudios. Además, puede aumentar el riesgo de aislamiento y soledad. La depresión puede llevar al suicidio.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) añade los trastornos del comportamiento como el tercer problema más común, sobre todo en los adolescentes más jóvenes. Entre ellos, está el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y el disocial (con síntomas de comportamiento destructivo o desafiante), que, según la OMS, puede dar lugar a “comportamientos delictivos”.

 

 

Existen otro problemas de salud mental en adolescentes importantes como los trastornos alimentarios, la psicosis o las autolesiones. A ellos se suman, indican desde la OMS, conductas de riesgo como el consumo de drogas, tabaco y alcohol o las prácticas sexuales de riesgo.

¿Cómo saber si un adolescente tiene problemas de salud mental?

Existen algunas señales que pueden ayudarnos a detectar que nuestro hijo/a adolescente tiene algún problema de salud mental. Un bajo rendimiento escolar, mal humor, cambios de comportamiento o actitud, enfados frecuentes e incluso explosiones emocionales sin control son signos que no se deben pasar por alto.

El aislamiento social o el cambio de amistades, a veces por personas menos recomendables; la incapacidad para afrontar problemas o realizar actividades cotidianas; la agresividad o el consumo de alcohol y/o drogas también son señales de que algo no va bien.

Otro signo que debería ponernos en alerta son los cambios frecuentes en su aspecto físico o el descuido de la higiene personal. En casos más graves pueden aparecer las autolesiones y las conductas autodestructivas, e incluso ideas suicidas.

 

 

Ante estas situaciones hay que intentar trazar vías de comunicación con nuestros hijos y no dudar en buscar ayuda. Uno de los grandes problemas de los trastornos mentales es que a menudo se infravaloran o permanecen escondidos, cuando es necesario abordarlos lo antes posible.

Según los especialistas de la OMS, no ocuparse de los trastornos de salud mental de los adolescentes tiene consecuencias que se extienden a la edad adulta, perjudican la salud física y mental de la persona y restringen sus posibilidades de llevar una vida plena en el futuro.