Es por todos conocido que las alergias alimentarias están en franco aumento, especialmente entre los niños. En la clase de tu hijo o hija habrá seguramente algún niño con alergias alimentarias o otros tipos de…
El consumo materno de huevos durante el período neonatal muy temprano no afecta al desarrollo de la alergia al huevo a los 12 meses en los niños amamantados, según un estudio publicado en ‘JAMA Network Open’.
La prevalencia de la alergia alimentaria está aumentando y está estimada en aproximadamente un 10% en niños, según los investigadores.
“En particular, el huevo de gallina es uno de los alimentos que más comúnmente provocan alergias alimentarias y anafilaxia. Por lo tanto, la prevención de la alergia al huevo (EA) es importante para los niños”, señalan en su estudio.
La introducción del huevo en la alimentación de los bebés a los 6 meses de edad se asocia con un menor riesgo de alergia al huevo mediada por inmunoglobulina E (EA). De hecho, en general, el retraso en la introducción de alimentos se relaciona con mayores tasas de alergia posteriores. Sin embargo, hasta ahora se desconocía si su riesgo de EA a la edad de 12 meses se veía afectado por la ingesta materna de huevos al nacer.
El periodo neonatal, un momento clave
En 2019, el ensayo ABC (“Atopia Induced by Breastfeeding or Cow’s Milk Formula”) mostró que consumir proteína de fórmula de leche de vaca durante los primeros 3 días de vida aumentaba el riesgo de alergia a la leche.
Además, 2 ensayos de cohortes encontraron que la ingesta de proteínas de la leche durante 1 o 3 días después del nacimiento se asoció con un mayor riesgo de alergia a la leche.
“Generalmente, las proteínas del huevo secretadas en la leche materna como resultado de la ingesta materna de huevos son minúsculas“, sostienen los investigadores. Por lo tanto, se plantearon si la administración de huevos a través de la lactancia materna durante el período neonatal temprano (0-5 días) podía prevenir la EA, “actuando como una inmunoterapia oral espontánea en dosis bajas”.
El consumo de la madre no provoca alergia al huevo en bebés lactantes
Ken-ichi Nagakura, médico de la Organización Nacional de Hospitales del Hospital Nacional de Sagamihara en Japón, y su equipo de investigadores examinaron el efecto de la ingesta materna de huevos durante el período neonatal temprano en el desarrollo de alergia al huevo en bebés amamantados a los 12 meses de edad.
La pregunta clave era: “¿La ingesta materna de huevos de gallina al nacer afecta el riesgo de alergia al huevo mediada por inmunoglobulina E en lactantes de 12 meses?”
El análisis incluyó a 380 recién nacidos cuyos padres tenían una enfermedad alérgica, asignados aleatoriamente a un grupo de consumo de huevos maternos (las madres consumían un huevo entero por día durante los primeros 5 días de vida del recién nacido) o al grupo de eliminación de huevos maternos. También se realizaron análisis de sangre a los pequeños, a los 4 y 12 meses de edad.
Los investigadores encontraron que en los días 3 y 4 después del parto, las proporciones de neonatos con detección de ovoalbúmina y ovomucoide en la leche materna fueron más altas en el grupo de consumo de huevo frente al grupo de eliminación. No se observaron efectos adversos: los grupos no difirieron significativamente a los 12 meses de edad para alergia al huevo o sensibilización a la clara de huevo.
No obstante, “es posible que la ingestión de mayores cantidades de proteína de huevo y un período de intervención más largo, como durante el embarazo o después del período neonatal, pueda dar lugar a resultados diferentes“, matizan los autores.
¿Cómo se manifiesta la alergia al huevo en los bebés?
Según la Asociación Española de Personas
A muchos progenitores les preocupa no saber detectar los síntomas de alergia al huevo en sus pequeños. Los síntomas de la alergia al huevo en bebés son similares a los de otras alergias: vómitos, diarreas, dolores abdominales, urticaria, edemas en labios y lengua, eczemas y asma, entre otros. Ante cualquier síntoma es importante acudir al médico sin demora para que realice las pruebas necesarias.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional y consultar dudas, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la pediatra Gloria Colli, la dietista-nutricionista Rebeca Pastor y la asesora de lactancia materna Inma Mellado, que además de IBCLC, es monitora de La Liga de la Leche, Máster en Nutrición Pediátrica y presidenta de la Asociación Española de Consultoras Certificadas en Lactancia Materna.
Mediante las pruebas de provocación se ha demostrado que el huevo cocido es menos alergénico que el crudo, siendo práctica habitual provocaciones por separado de clara cocida y clara cruda. Muchos niños toleran el huevo cocido introduciéndose en su alimentación, permaneciendo, no obstante, su alergia a huevo crudo.
La reactividad al huevo es un marcador de riesgo de sensibilización a aeroalérgenos y desarrollo de rinitis y asma a partir de los 5 años de edad, siendo mayor la incidencia si se padece dermatitis atópica.
¿Qué provoca la alergia al huevo?
La alergia al huevo de gallina es una reacción adversa causada por un mecanismo inmunológico mediado por la inmunoglobulina IgE (IgE) y los síntomas pueden presentarse por la ingestión, por el contacto o incluso por la inhalación de huevo.
Los síntomas son los habituales en la alergia a alimentos y normalmente se manifiestan entre unos pocos minutos y unas pocas horas después de ingerir huevos o alimentos que contienen huevo.
Los signos y síntomas varían de moderados a graves y pueden comprender la erupción cutánea, la urticaria, la congestión nasal, los vómitos y otros problemas digestivos. En raras ocasiones, la alergia al huevo puede causar anafilaxis, una reacción que puede ser letal.
¿Cuándo se va la alergia al huevo?
Una pregunta habitual entre las familias es si la alergia al huevo se cura o si se puede superar la alergia al huevo. Según AEPNAA, la alergia al huevo en los bebés suele aparecer antes de los 2 años de vida y desaparece en los primeros 6 años.
En general la población más afectada son los menores de 5 años. El huevo es junto con la leche, “el alérgeno que con mayor frecuencia se encuentra implicado en los pacientes con dermatitis atópica, síntomas digestivos y patología respiratoria asociada por inhalantes”, según AEPNAA.
Según estudios publicados se habla de obtención de tolerancia de un 55% con una edad media de 6 años. Por lo general, la mayoría de los niños superan la alergia al huevo antes de la adolescencia.
¿Qué no comer con alergia al huevo?
Si tenemos en casa un peque con alergia al huevo, debemos tener cuidado de no contaminar los alimentos en su proceso de elaboración utilizando, por ejemplo, batidoras o utensilios de cocina que hayan estado en contacto con huevo.
Un alimento que no contiene huevo puede contaminarse por estar en contacto con otros alimentos que lo contengan o bien, por utilizar los mismos utensilios para cocinar o manipular unos y otros, sin higienizarlos correctamente. A esto se le denomina contaminación cruzada.
Asimismo, debemos evitar que el peque alérgico ingiera huevo y alimentos que contienen huevo:
- Productos de pastelería y bollería: bizcochos, magdalenas, galletas, pasteles, tartas, dulces, merengues, helados, batidos, turrones, flanes, cremas, caramelos, golosinas…
- Salsas (especialmente la mayonesa).
- Gelatinas.
- Algunos cereales de desayuno.
- Pastas al huevo.
- Alimentos rebozados o empanados.
- Fiambres, embutidos, salchichas y patés.
- Algunos cafés con crema sobranadante (como el capuchino).
Además, debemos vigilar que el huevo no se haya incluido como componente de otros alimentos. En estos casos puede estar etiquetado como lecitina (a no ser de soja), lisozima, albúmina, coagulante, emulsificante, gloubina, livetina, ovoalbúmina, ovomucina, ovomucoide, otransferrina, ovovitelina, vitelina, E-16b (luteína, pigmento amarillo)…
Es importante aprender a leer bien las etiquetas de los alimentos envasados (especial atención en restaurantes, comedor escolar, fiestas de cumpleaños…) y fijarse siempre en la lista de ingredientes de los productos.
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