Sudamina en madre lactante en verano: Cómo prevenir y tratar la sudamina en la lactancia

Artículo publicado el 6 Jul 2021 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 7 agosto, 2023

Quizás últimamente veas que por la zona del pecho, escote y barriga te ha salido una especie de sarpullido. Puede que incluso sientas picor. Probablemente sea miliaria o sudamina, como se le conoce también. Sí, es eso que le sale a los bebés por el calor, pero en este caso vamos a hablar de la sudamina en la madre lactante.

Sudamina en adultos

Aunque es una erupción propia de los bebés recién nacidos, debida a la inmadurez de las glándulas sudoríparas, también ocurre en ocasiones en la edad adulta. Tanto a hombres como a mujeres. Y es que los ambientes cálidos y/o húmedos, y la actividad física muy intensa, pueden hacer que nuestro cuerpo transpire demasiado y se obstruyan las glándulas sudoríparas.

Aparece un sarpullido con vesículas agrupadas por la piel. Algunas son transparentes con líquido, más superficiales, no causan inflamación y tampoco pican, se llama cristalina. Si las lesiones son rojizas y pican es que han afectado a una zona más interna de la piel, y se llama rubra.

 

 

La sudamina profunda es menos frecuente, pero más grave, ya que incide en la dermis. No es contagiosa en su origen, sin embargo si llegan a sobre-infectarse (por ejemplo, con la bacteria S. Aureus) sí pueden llegar a contagiar a otras personas con el roce.

Es habitual en las personas predispuestas que realizan un gran esfuerzo físico diario en el trabajo o deporte en zonas muy cálidas. También durante episodios de fiebre alta. Y aunque la miliaria puede salir por todo el cuerpo, las áreas de la espalda, el pecho, el cuello, las axilas y la parte interna de los muslos tienden a transpirar más y, por lo tanto, se obstruyen más las glándulas.

Otros factores que aumentan el riesgo de sudamina son la exposición al sol, algunos medicamentos, vendajes, el exceso de ropa, prendas oclusivas sintéticas, etc.

Sudamina en la madre lactante

Puede que no seas consciente de que eso te haya ocurrido nunca antes, pero ahora que acabas de ser madre, empieza a salirte una erupción por los pliegues de la barriga y de los pechos. Y es que últimamente pasas mucho tiempo con el bebé encima piel con piel mientras le amamantas a demanda. Él o ella suda mucho y tú también, y has perdido la cuenta de la cantidad de horas que puedes llevarte así, ¿verdad?

 

 

Pues esa erupción tan extraña, que además quizás te pica o arde un poco, es una sudamina en la madre lactante. El exceso de calor o sudor hace que los conductos de las glándulas sudoríparas se bloqueen, el sudor no se evapora y queda atrapado bajo la piel.

Esto es lo que provoca la inflamación y estas pequeñas ampollas. Aunque es más habitual en verano, por la temperatura elevada del clima, la miliaria también puede suceder en otras épocas del año, precisamente por el contacto continuo entre la madre y el bebé lactante. También por el exceso de abrigo.

Es importante igualmente revisar la piel del bebé (sobre todo aparecen en la cara, la frente, el cuello y el tronco, que es donde más glándulas sudoríparas hay), ya que es probable que él también tenga dicha erupción de sudamina. No hay que confundir con la dermatitis atópica, aunque en esta también afecta el calor.

Cómo curar la miliaria en adultos

La sudamina es una alteración de piel que suele desaparecer sola sin causar mayor problema. En pocas ocasiones, si se sobreinfecta, habrá que usar un antibiótico tópico recetado. Si cursa con muchos picores, en los casos de rubra o miliaria profunda, sí estaría indicado un corticoide tópico. Casi todos estos medicamentos son compatibles con la lactancia materna. Pero habitualmente con medidas físicas y alguna loción calmante es suficiente para tratar la miliaria en adultos y niños.

 

 

Las cremas ligeras de calamina u óxido de zinc, sobre todo si las ponemos en la nevera para que estén fresquitas, suelen aliviar bastante la molestia del picor. Y la mayoría, dependiendo del resto de compuestos, se pueden utilizar tanto en adultos como en bebés.

Además es importante que la mamá se proteja bien de la radiación UV con una crema solar, ya que es un factor desencadenante y de agravamiento. A los bebés menores de seis meses no les vamos a poner protector solar, pero tampoco vamos a exponerlos directamente al sol.

 

 

Otras medidas para prevenir y tratar la sudamina en la madre lactante y el bebé, además de evitar el sol, son una correcta ventilación en casa (sí, podéis usar aire acondicionado con un recién nacido si hace falta), baños de agua tibia con jabón neutro, usar ropa fresca de algodón y prescindir de otras cremas, lociones y perfumes.

Si necesitas resolver cuestiones como “¿qué será este sarpullido que le ha salido a mi bebé en la piel?” o “¿qué crema puedo ponerle al recién nacido para la irritación del pañal?”, en la Tribu CSC cuentas con Mónica Roncero, dermatóloga. Además de otros grandes profesionales actualizados que te ayudarán a solucionar tus dudas sobre la crianza.