Todos sabemos que el líquido amniótico es un líquido claro y ligeramente amarillento que rodea al bebé dentro del útero durante el embarazo y que está contenido en el saco amniótico. Pero ¿sabes exactamente qué…
El exceso o la pérdida de líquido amniótico puede causar complicaciones maternas y fetales durante el proceso de gestación. Por eso, aunque su incidencia es baja, es conveniente conocer cuáles son sus síntomas y qué tratamiento tienen el polihidramnios y el oligohidramnios en el embarazo.
Líquido excesivo: Polihidramnios
El polihidramnios es líquido amniótico excesivo y, aunque su incidencia en la población obstétrica es baja, se asocia con complicaciones maternas y fetales. Eso sí, los trastornos maternos que contribuyen al polihidramnios se pueden tratar. Si los síntomas son graves o se producen contracciones prematuras dolorosas, se puede prescribir la reducción manual del volumen de líquido amniótico.
¿Cuáles son las causas del polihidramnios?
Las causas de polihidramnios pueden ser las siguientes:
- Malformaciones fetales (como una obstrucción gastrointestinal o del tracto urinario).
- Gestación múltiple.
- Diabetes materna.
- Anemia fetal (incluyendo anemia hemolítica debido a la incompatibilidad Rh).
- Otros trastornos fetales (como infecciones) o anomalías genéticas.
- Idiopática (una enfermedad cuya causa es desconocida, aunque sí puedan identificarse en cierta medida las causas que la producen).
En concreto, una de las causas que más suelen preocupar es qué malformaciones congénitas están relacionadas con el polihidramnios. En este sentido, algunos estudios señalan los defectos del tubo neural (que tienen cada vez menos incidencia por la suplementación, tal y como indica la matrona de Criar con Sentido Común, Sara Caamaño), como causa primaria de este trastorno. Por parte de la mamá gestante, la diabetes gestacional y la gestación múltiple son los estados maternos principalmente asociados a este trastorno.
¿Qué complicaciones puede acarrear para el embarazo?
O, dicho de otra manera: ¿Qué pasa cuando una mujer embarazada tiene mucho líquido amniótico? Con polihidramnios, el riesgo de las siguientes complicaciones se incrementa. Entre ellas:
- Contracciones pretérmino.
- Trabajo de parto prematuro.
- Rotura prematura de membranas (a veces seguida de desprendimiento de placenta).
- Mala posición fetal.
- Compromiso respiratorio materno.
- Prolapso del cordón umbilical (posición anormal del cordón que es comprimido por el hombro o la cabeza del feto, lo que puede requerir una cesárea inmediata).
- Atonía uterina.
- Hemorragia postparto.
- Sufrimiento fetal.
- Puntuación de Apgar baja.
- Circular de cordón (el cordón umbilical se envuelve alrededor del cuello del bebé).
- Presentación anómala que requiera parto por cesárea.
- Muerte fetal, en casos extremos (el riesgo aumenta incluso cuando el polihidramnios es idiopático).
Los riesgos tienden a ser proporcionales al grado de acumulación de líquido y varían según sea su causa.
¿Cuáles son sus signos y síntomas?
El polihidramnios suele ser asintomático. Sin embargo, algunas mujeres, sobre todo cuando el polihidramnios es grave, describen dificultad para respirar, y/o contracciones pretérmino dolorosas. En ocasiones también sucede que, debido al exceso de líquido amniótico, el tamaño uterino es mayor que el esperado para el estado del embarazo.
El polihidramnios generalmente se sospecha en base a hallazgos ecográficos o al tamaño del útero. No obstante, el volumen de líquido amniótico no se puede medir directamente de forma fiable (excepto tal vez durante el parto por cesárea), dado que las estimaciones son subjetivas, así que si se sospecha polihidramnios, el líquido amniótico debe evaluarse cuantitativamente utilizando criterios ecográficos, por lo general el ILA.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico se realiza mediante la medición ecográfica del índice de líquido amniótico (ILA). El ILA es la suma de la profundidad vertical del líquido medida en cada cuadrante del útero. Los rangos normales del ILA son de > 5 a < 24 cm; valores ≥ 24 cm indican polihidramnios.
También se suele realizar una ecografía completa (incluyendo la evaluación de malformaciones fetales) y pruebas maternas por causas sospechadas en base a los antecedentes.
¿Cómo prevenir el polihidramnios?
Si se diagnostica polihidramnios, se realizarán estudios para determinar la causa. Qué pruebas realizar dependerá de las causas que sospechadas clínicamente. Las pruebas pueden incluir:
- Ecografía Integral de malformaciones fetales (siempre recomendado).
- Prueba de exposición materna a la glucosa (y asegurar un buen control glucémico si la madre ya está diagnosticada de diabetes gestacional).
- Prueba de Kleihauer-Betke (por hemorragia feto-materna).
- Pruebas serológicas maternas (en casos de sífilis, parvovirus, citomegalovirus, toxoplasmosis y rubéola)
- Amniocentesis (una prueba prenatal común en la cual se extrae una pequeña muestra del líquido amniótico que rodea al feto para analizarla).
- Cariotipo fetal (una técnica de laboratorio que produce una imagen de los cromosomas del bebé para buscar números o estructuras anormales de los cromosomas y así detectar enfermedades genéticas en el feto).
- Pruebas de trastornos hereditarios sospechados clínicamente, como anemias.
¿Cuál es su tratamiento? ¿Qué se puede hacer para reducir el líquido amniótico?
Se recomienda la monitorización prenatal. Dependen de la gravedad del polihidramnios, según el ILA:
- ILA ≥ 30 cm (que aumenta el riesgo de muerte fetal): la vigilancia prenatal debe comenzar a las 32 semanas o en el momento en que se diagnostique. A partir de esa fecha debe incluir un registro cardiotocográfico
(los monitores son una prueba sin estrés) al menos una vez a la semana (sin embargo, no se ha demostrado que dicho control disminuya la tasa de muerte fetal). - ILA entre ≥ 24 y < 30 cm: se prescinde de la monitorización prenatal con pruebas sin estrés.
También se puede optar, muy posiblemente, por:
- Ecografías cada cuatro semanas para verificar si hay macrosomía y evaluar la anatomía fetal (esto se suele aplicar en todos los grados de polihidramnios).
- Los trastornos maternos que podrían estar contribuyendo al polihidramnios (como la diabetes materna) deben ser controlados.
- Parto inducido (se debe planificar el nacimiento alrededor de las 39 semanas. El tipo de parto debe basarse en las recomendaciones obstétricas).
- Extracción manual de líquido amniótico (amniorreducción). La reducción del volumen de líquido amniótico debe considerarse solo si se produce una amenaza de parto prematuro o si el polihidramnios causa síntomas maternos graves; sin embargo, no hay evidencias de que este enfoque mejore los resultados. Además, no hay consenso sobre la cantidad de líquido a extraer y la rapidez con que se debe quitar.
Líquido insuficiente: Oligohidramnios
El oligohidramnios es un volumen deficiente de líquido amniótico y también se asocia a complicaciones maternas y fetales. Su tratamiento implica una estrecha vigilancia y evaluaciones ecográficas seriadas.
¿Por qué disminuye el líquido amniótico?
Por lo general, las causas de oligohidramnios (teniendo en cuenta que existe una disminución fisiológica de líquido amniótico en las últimas semanas de embarazo) son las siguientes:
- Anormalidades del tracto urinario fetal (como la agenesia renal bilateral, riñones poliquísticos u obstrucción genitourinario fetal).
- La insuficiencia útero-placentaria es otra causa común (debido a preeclampsia, hipertensión crónica, desprendimiento prematuro de placenta, un trastorno trombótico, u otro trastorno materno).
- La arteria umbilical única también es una causa frecuente.
- Fármacos (por ejemplo, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina ACE o antiinflamatorios no esteroideos).
- Embarazo postérmino (gestación que dura ≥ 42 semanas).
- Malformaciones fetales (particularmente las que disminuyen la producción de orina).
- Restricción del crecimiento intrauterino.
- Alteraciones cromosómicas fetales (como aneuploidías).
- Rotura de membranas (prematuro o a término).
- Idiopática.
- Muerte fetal.
¿Qué pasa cuando disminuye el líquido amniótico en una mujer embarazada?
El riesgo de complicaciones depende de cuánto líquido amniótico está presente y cuál sea la causa. Las complicaciones que produce el oligohidramnios incluyen:
- Restricción del crecimiento intrauterino.
- Contracturas de las extremidades (si el oligohidramnios comienza temprano en el embarazo).
- Maduración pulmonar tardía o incompleta (también si el trastorno empieza temprano en el embarazo).
- Incapacidad del feto para tolerar el trabajo de parto (lo que lleva a la necesidad de parto por cesárea).
- En casos extremos, muerte fetal.
Eso sí, según Caamaño, hay que tener muy en cuenta que estas complicaciones surgen “en casos graves, pero desde luego no es lo habitual”.
¿Cómo saber si estoy perdiendo líquido amniótico?
Aunque los trastornos que causan o contribuyen al oligohidramnios pueden originar síntomas, el oligohidramnios en sí tiende a ser asintomático, aparte de una sensación de disminución de los movimientos fetales. Asimismo, el tamaño uterino puede ser menor que el esperado en base al estado de la gestación.
En este punto, nuestra matrona insiste en que no debe confundirse el tamaño uterino con el tamaño de la barriga: “El tamaño uterino se mide en consulta con la matrona, no tiene nada que ver con la forma de la barriga o el tamaño de la misma”.
¿Cómo se realiza su diagnóstico?
El oligohidramnios puede sospecharse si el crecimiento del útero es menor de lo esperado o si los movimientos fetales están disminuidos; también puede sospecharse en base a hallazgos ecográficos incidentales. Se diagnostica en base a tres pruebas:
- Medición ecográfica del volumen de líquido amniótico con ILA (valores ≤ 5 cm indican oligohidramnios).
- Ecografía completa, incluyendo la evaluación de malformaciones fetales.
- Estudios sobre las causas maternas que se sospechan clínicamente.
- Investigar todas las posibles causas, incluyendo la rotura prematura de membranas. Para ello, se realiza un examen ecográfico exhaustivo para verificar si hay malformaciones fetales y cualquier causa placentaria evidente (por ejemplo, desprendimiento prematuro de placenta). Los médicos pueden ofrecer la amniocentesis y el cariotipo fetal si la ecografía sugiere malformaciones fetales o aneuploidía (un cromosoma extra o ausente, asociado con una deficiencia en el desarrollo físico, mental o ambos). “Hay tests, como el Amnisure, que tienen una fiabilidad muy alta. Se utilizan en el hospital si se tiene sospecha de rotura de membranas pretérmino”, añade Caamaño.
- Si se sospecha insuficiencia uteroplacentaria y se detecta restricción del crecimiento intrauterino, la arteria umbilical se evalúa mediante ecografía Doppler.
¿En qué consiste su tratamiento?
Por lo general, se realiza una ecografía seriada al menos una vez cada cuatro semanas (cada dos semanas si el crecimiento es restringido). El ILA debe medirse por lo menos una vez por semana. También se monitoriza el crecimiento fetal y su frecuencia cardíaca o perfil biofísico al menos una vez a la semana (que combina el monitoreo de la frecuencia cardíaca fetal y la ecografía fetal para evaluar la frecuencia cardíaca, la respiración, los movimientos, el tono muscular y el nivel de líquido amniótico del bebé).
Se puede recomendar adelantar el parto entre las 36 y las 38 semanas si el oligohidramnios no es complicado. Sin embargo, no se ha probado que este abordaje evite la muerte fetal. Además, el momento óptimo para el parto es controvertido y puede variar en función de las características de la paciente y las complicaciones fetales de su bebé.
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