La fisioterapia respiratoria es una especialidad que previene, trata y estabiliza las disfunciones o alteraciones respiratorias. Es la mejor técnica para la eliminación de las secreciones para los niños (mocos y flemas). Sin embargo, hay…
La neumonía infantil está aumentando en todo el mundo, tal y como reflejan informes en los Países Bajos , Dinamarca y algunas regiones de EE.UU. y China, que indican que los índices de contagio son más altos de lo habitual para esta época del año.
La especialista en inmunología viral de la Universidad de Birmingham, Zania Stamataki, advierte en un artículo publicado en prensa, que aunque los funcionarios de salud pública monitorean la incidencia global de infecciones respiratorias graves y registran los casos y las causas, no hay ningún virus nuevo ni ningún otro tipo de patógeno nuevo que explique estos brotes.
Esta temporada, se han registrado gérmenes respiratorios conocidos y esperados en esta época del año, incluido el virus respiratorio sincitial (VSR), causante de bronquiolitis en niños, y la bacteria Mycoplasma pneumoniae (que afecta afectan a la garganta, la tráquea y los pulmones, causando enfermedades del aparato respiratorio, como la traqueobronquitis y la neumonía atípica). “Los brotes de Mycoplasma surgen cada pocos años y pueden ser resistentes a los antibióticos comunes“, explica la experta.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud ha señalado que no hay diferencias en las infecciones virales esperadas este año, y los culpables conocidos se informaron en oleadas esperadas según los niveles prepandémicos.
Los brotes de Mycoplasma pneumoniae también son los esperados. Sin embargo, se ha señalado la disminución de la inmunidad colectiva específica del micoplasma con una advertencia de estar atentos al resurgimiento de casos graves tras las restricciones pandémicas. Es decir, puede que nuestro sistema inmunológico se haya debilitado tras haber estado tanto tiempo confinados.
¿Qué pasa cuando un niño tiene neumonía?: Secuelas de la neumonía en niños
La neumonía puede presentar síntomas como fiebre, problemas respiratorios y dolor en el pecho, “que se muestra como un tono blanco en las radiografías de tórax”, explica Stamataki, aunque “no existe una designación especial para ‘neumonía de pulmón blanco‘, por más aterrador que parezca“.
Cuánto tarda en curarse una neumonía en niños
La mayoría de los niños infectados desarrollan síntomas similares a los de la gripe, que desaparecerán por sí solos después de unos días, pero algunos casos pueden derivar en una inflamación más grave de los pulmones que requiere tratamiento y, en algunos casos, hospitalización.
¿Cómo se cura la neumonía en niños?
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Entre ellos/as se encuentran la pediatra Gloria Colli, el enfermero de pediatría Armando Bastida y la fisioterapeuta respiratoria Anna Ferrán.
¿Por qué algunas niños contraen enfermedades más graves?
“Los niños sanos aprovechan al máximo la transmisión de virus respiratorios inofensivos entre sí a una edad temprana, lo que ayuda a educar su sistema inmunológico y desarrollar inmunidad contra gérmenes similares en el futuro.
Más de 200 virus pueden causar infecciones respiratorias, incluidos el VSR, los adenovirus, los enterovirus, los rinovirus y los coronavirus. Los síntomas pueden ser más graves en los jóvenes cuando no se han encontrado infecciones similares anteriormente. Se necesita aproximadamente una semana para que la inmunidad específica desarrolle su arsenal contra un nuevo patógeno”, explica Stamataki.
Una vez eliminada la infección, “quedan células de memoria para proteger contra futuras infecciones”, añade la inmunóloga.
“Sabemos que los anticuerpos contra los virus del resfriado común, como los coronavirus, disminuyen después de aproximadamente dos años y que los anticuerpos específicos del VRS en los bebés pueden disminuir aún más rápido.
Sin embargo, las células de memoria persisten, por lo que, para escapar de la inmunidad, los virus mutan para evitar el reconocimiento“.
Efectos desconocidos de la coinfección
En los laboratorios científicos se ha demostrado que la infección con más de un virus respiratorio (co-infección) puede dar lugar a virus híbridos. “Estos virus híbridos pueden comportarse de manera diferente a los virus individuales, causando síntomas diferentes y tal vez incluso evadiendo el sistema inmunológico”, explica Stamataki.
“Entonces, ¿qué necesitamos saber para determinar si se produce un nuevo brote peligroso? La incidencia de infecciones y síntomas conocidos se registra e informa para que se pueda detectar cualquier variante nueva potencialmente más peligrosa. Los hospitales pueden verse abrumados durante la temporada de gripe, pero la gripe no circula de forma aislada y los síntomas pueden empeorar cuando las personas se infectan simultáneamente con más de un virus respiratorio“.
La especialista incide en que las infecciones respiratorias pueden causar lesiones pulmonares, que tardan en sanar.
“Tener una infección respiratoria seguida de otra puede prolongar este tiempo de curación, lo que provoca síntomas más graves y una enfermedad más prolongada. Esto lo sienten especialmente los enfermos de asma, a quienes se les recomienda vacunarse anualmente contra la gripe y evitar contraer infecciones estacionales.
Las infecciones que causan neumonía son contagiosas. La pandemia de COVID ha puesto de relieve consejos para evitar contraer una infección respiratoria, que incluyen evitar el contacto con personas infectadas, ventilación eficaz, uso de mascarilla e higiene de manos.
Dado lo que sabemos ahora sobre el impacto de las infecciones “inofensivas”, en particular las infecciones simultáneas con más de un patógeno, es fundamental tomar medidas para detener la propagación“.
¿Cómo saber si mi hijo tiene bronquitis o neumonía?
La neumonía es una inflamación de los pulmones, generalmente causada por infecciones bacterianas o virales. Es decir, afectar a los tejidos pulmonares, en tanto la bronquitis es una inflamación de los tubos de las vías respiratorias.
Aunque es necesario acudir al médico para obtener un diagnóstico preciso, los síntomas de ambas afecciones también son diferentes: la neumonía infantil causa fiebre, dolor en el tórax, tos, expectoración y, en los casos más graves, dolor muscular u óseo y falta de aire (disnea). En cambio, la bronquitis no suele dar fiebre y se caracteriza por una tos persistente.
Vacunación para prevenir enfermedad grave
La vacunación contra la gripe y el neumococo son las medidas más eficaces para prevenir la neumonía y la bronquitis, relacionada en muchos casos con procesos catarrales mal curados.
La vacuna antigripal debe administrarse cada año y está especialmente recomendada para personas mayores de 65 años, enfermos crónicos, pacientes inmunodeprimidos, personal sanitario y cuidadores de sujetos en grupo de riesgo.
Esta vacuna también se aconseja frente a la neumonía, ya que el virus de la gripe puede por sí mismo desencadenarla, o facilitar la infección por bacterias que pueden producir esta enfermedad. Además, las neumonías en las que están implicadas el virus de la gripe y bacterias son especialmente graves.
Por otra parte, la vacuna antineumocócica protege frente al Streptococcus pneumoniae, el organismo que con mayor frecuencia provoca neumonía.
La pediatra de Criar con Sentido Común, Gloria Colli, incide en este artículo en que también se debe evitar que coexistan los virus de la gripe y la Covid-19, porque aumentaría la gravedad de la enfermedad. En este sentido se recomienda la vacunación no solo de bebés, sino también de mujeres embarazadas.
“La vacunación de la embarazada es muy importante tanto para su propia salud como para la del bebé. Se recomienda la vacunación de las embarazadas en cualquier momento de la gestación y se extiende hasta los 6 meses después del parto.La vacuna de la gripe está indicada desde el primer día del embarazo y se puede poner durante todo el tiempo que dure la campaña de vacunación. Incluso si ya estás a punto de tener a tu bebé.Y, desde hace unos años, se recomienda también que la madre reciente se vacune, para ayudar a proteger al bebé menor de 6 meses que no puede vacunarse aún”, señala la experta.
En la infancia, la vacuna se puede administrar a partir de los 6 meses de edad. Colli recuerda que entidades internacionales como la OMS y el ECDC (Centro Europeo de Control de Enfermedades) “recomiendan la vacunación de todos los niños y no solo a aquellos que tengan factores de riesgo“.
“Los niños sanos mayores de 6 meses se deben vacunar también si conviven con personas de riesgo, incluidas embarazadas en cualquier momento del embarazo y madres recientes durante los primeros 6 meses después del parto.
A efectos prácticos, si alguien en casa tiene que vacunarse contra la gripe por tener cualquier factor de riesgo, se deben vacunar todos los convivientes, incluidos niños mayores de seis meses, aunque no tengan ningún factor de riesgo. Por otro lado, personas sanas que tengan a su cargo lactantes de menos de 6 meses también deberían vacunarse“, señala la pediatra.
La vacuna indicada en niños es la tetravalente, la que incluye cuatro cepas del virus, para intentar darles la máxima protección. “Se debe evitar la vacuna durante un proceso febril agudo y en niños con alergia grave al huevo o alergia a una dosis previa de la vacuna”, explica la especialista.
En cuanto a la dosis y la pauta vacunal para los niños, Colli señala que estas no difieren prácticamente en nada con las de los adultos. La dosis es la misma y solo se debe tener en cuenta que si es la primera temporada que un menor de 8 años se vacuna, se deben administrar 2 dosis completas separadas 4 semanas. Si tiene más de 9 años o ha recibido la vacuna en temporadas anteriores, solo precisará una dosis.
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