La lactancia materna debe alargarse más allá del primer año de vida, según la Academia Americana de Pediatría

La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida del bebé. La AAP, incluso, apoya la lactancia continua, junto con la alimentación complementaria, hasta los dos años o hasta que la madre y el niño quieran. Estas recomendaciones coinciden con las que dicta la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las investigaciones refuerzan los beneficios de la lactancia materna prolongada

¿Qué es la lactancia materna prolongada? Comúnmente hablamos de lactancia materna prolongada cuando el acto de amamantar dura más allá del tiempo en el que la mayoría de las madres dentro de la sociedad a la que pertenecen ya han destetado. En nuestra sociedad, se utiliza este término cuando el niño o la niña amamantado/a es mayor de 12 meses de edad.

Las últimas investigaciones sobre la lactancia han puesto de manifiesto que las ventajas que ofrece para los bebés son todavía mayores de lo que se pensaba. De hecho, la recomendación de alimentar a los bebés con lactancia materna exclusiva hasta los seis meses se ha extendido a otras organizaciones como el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, la Academia Estadounidense de Médicos de Familia y la Sociedad Canadiense de Pediatría. Pero, ¿qué ocurre cuando la lactancia materna es de larga duración?

Los últimos estudios sobre la leche materna indican que tiene una composición única. Contiene agentes antimicrobianos, antiinflamatorios, inmunorreguladores y leucocitos vivos. Todo ello es fundamental para un buen desarrollo del sistema inmunológico del niño. Además, está comprobado que los bebés que toman seis meses de lactancia materna exclusiva, tienen un menor riesgo de padecer infecciones respiratorias, infecciones intestinales, otitis y obesidad. 

¿Por qué alargar la lactancia más de 12 meses?

En este sentido, el “Proyecto Embarazo y Nacimiento hasta los 24 Meses” del Departamento de Agricultura de los EE. UU. concluyó que iniciar la alimentación complementaria antes de los seis meses no obtiene ningún beneficio nutricional ni de desarrollo en el bebé. No se registran mayores tasas de crecimiento ni aumento de los niveles de hierro. 

Sin embargo, sí se han dado casos en los que aumenta el riesgo de sobrepeso u obesidad cuando se ha introducido alimentación a los cuatro meses, o antes. De ahí que no se recomienden los famosos cereales en el biberón antes de acostarse. 

Desde la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria sobre Nutrición, Nuevos Alimentos y Alérgenos Alimentarios, se confirma que no hay razones nutricionales por las que dar ningún tipo de alimento complementario hasta después de esos seis meses. 

Por el contrario, la APP en su estudio expone que la lactancia materna por encima de los 12 meses, además de seguir ofreciendo beneficios al bebé, también tiene ventajas para la madre lactante. Aquellas mamás que continúan dando el pecho durante más de 12 meses disminuyen el riesgo de padecer diabetes, hipertensión, cáncer de mama y de ovarios, entre otras enfermedades. 

Los bebés que reciben leche materna más allá de su primer año de vida tienen menos riesgo de sufrir el síndrome de la muerte súbita del lactante, leucemia, diabetes, asma, dermatitis, y demás problemas pediátricos agudos y crónicos.

¿Qué aporta la leche materna después del año?

Problemas con la lactancia

Las contraindicaciones médicas para amamantar son realmente extrañas. La lactogénesis o alguna enfermedad materna pueden interferir, pero no son los casos más habituales. Únicamente está contraindicada en casos como que la madre sufra una enfermedad infecciosa, consuma drogas o tome alguna medicación incompatible. 

Los problemas de la lactancia más comunes surgen del entorno de la madre que decide alargarla más allá de los seis o los 12 meses. Los juicios que reciben las madres que quieren seguir dando el pecho a su hijo después de su primer año hace que muchas veces se abandone por sentirse ridiculizadas.

Es por ello, que es muy importante que reciban apoyo de sus familiares y entorno más cercano. Hacer tribu también es importante. Rodearse de otras mamás lactantes brinda apoyo, seguridad, confianza y decisión a las mamás primerizas. En la Tribu CSC encontrarás una comunidad con cientos de madres y además podrás consultar online a nuestro equipo de expertos en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellas, nuestra consultora en lactancia materna, Inma Mellado, IBCLC, monitora de La Liga de la Leche, máster en Nutrición Pediátrica y presidenta de la Asociación Española de Consultoras Certificadas en Lactancia Materna.

Apoyo de los hospitales: Fundamental para el fomento de la lactancia 

Pero este apoyo debe ir más allá. Los propios hospitales y centros médicos deben fomentar la lactancia como el mejor alimento para el recién nacido e informar de las ventajas a corto y largo plazo, así como de los beneficios para la madre. 

Por ello, es fundamental una buena educación del personal de salud, de manera que estén capacitados y actualizados en lo que a conocimientos y las técnicas de apoyo a la lactancia se refiere. Pero no debe ser la única medida para ayudar a las madres a comenzar con la lactancia. 

La AAP asegura que está demostrado que para mejorar las tasas de una buena instauración de la lactancia materna se deben llevar a cabo las siguientes prácticas:

• Piel con piel de la madre y el bebé inmediatamente después del nacimiento (sea parto vaginal o parto por cesárea).
• Retrasar el baño del recién nacido 24 horas. 
• Implementación de prácticas hospitalarias de apoyo a la lactancia materna.
• Fomentar la lactancia en la primera hora después del parto.
• Fomentar la lactancia a demanda (Entre 8 y 10 tomas al día).
• Evitar el uso de chupetes e informar de los riesgos a los padres. 

Es muy importante que desde los propios hospitales ayuden a las madres a comenzar con su lactancia. Pero es vital que estos profesionales estén actualizados y conozcan estas últimas evidencias sobre la lactancia materna.