¿Cuándo empieza a dormir del tirón un bebé?

Artículo publicado el 5 Jul 2021 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 15 febrero, 2023

Los podéis detectar muy fácilmente: caras cansadas, ojeras de varios centímetros, algún que otro bostezo, arrastran los pies. No, no son zombies son los progenitores con bebés y niños en casa. Es posible que te encuentres con uno/a simplemente mirando al espejo. Un suspiro y la pregunta del millón: ¿Cuándo dormirá mi bebé toda la noche? Dormir del tirón, vamos. Él y el resto de la familia.

En este post no vas a encontrar una fecha concreta, básicamente porque eso es imposible. Lo siento, el sueño infantil es así. No cumplen cuatro, cinco o seis años y desde ese día, como por arte de magia, duermen del tirón. Así que lo primero que debemos hacer es rebajar las expectativas. Y, segundo, los adultos no dormimos toda la noche sin despertarnos. Tenemos microdespertares pero no somos conscientes de ellos y no los recordamos.

Un bebé, un niño, un adolescente, se va a seguir despertando por la noche. La diferencia está en cuándo dejará tu hijo de necesitarte para retomar el sueño. Así que la pregunta no se debe enfocar en dormir del tirón sino en cuándo dormirá el bebé sin que llore o nos llame para que lo acompañemos hasta que vuelva a dormirse.

Los microdespertares nocturnos

Cuando nos vamos a la cama creemos erróneamente que nos dormimos y ocho horas después (o las que sean, depende de la persona y su circunstancia) nos despertamos como una rosa. Pero eso no es así. Nuestro cerebro sigue funcionando. El sueño se estructura en varias fases que se divide en dos categorías: el sueño No REM o sueño profundo y el sueño REM o sueño ligero (que sirve, entre otras cosas, para procesar toda la información del día, almacenando lo más importante en la memoria a largo plazo).

 

 

Mientras dormimos tenemos pequeños microdespertares de unos pocos segundos entre las distintas fases. La mayoría de la veces ni nos enteramos ni las recordamos al despertar. Son más frecuentes de madrugada y nos sirven, por ejemplo, para cambiar de postura y evitar levantarnos entumecidos después de 8 horas en la misma postura, y también para despertarnos de la forma adecuada. En la segunda mitad de la noche, las oscilaciones son más superficiales y es cuando soñamos. El sueño es más ligero cuanto más cerca está del amanecer, entonces hay más probabilidades de despertarnos.

Esos microdespertares pueden estar relacionados también con el estado de alerta. Nuestro cerebro manda señales para que en determinados momentos el cuerpo se despierte y se asegure de que está a salvo. Ahora, en nuestra casa, no nos sentimos en peligro. Imaginaos durmiendo a la intemperie o en una cueva, rodeados de otros animales hambrientos o con otros grupos tribales cerca buscando el mejor sitio para sobrevivir.

 

 

¿Qué le ocurre a los niños pequeños? Pues que sus microdespertares son iguales pero su capacidad para volver a dormirse no, y por eso nos llaman (o lloran), porque nos necesitan para volver a dormirse. Tal y como explica Rafi López, experta en sueño infantil y miembro del equipo de Criar Con Sentido Común,“la maduración del sueño al nivel del adulto se consigue al año o así. Con sus cuatro fases y sus despertares entre ellas. Lo que cambia es la maduración psicológica que les lleva a asegurarse de que alguien les cuida en el momento de extrema vulnerabilidad del sueño, por eso cuando se despiertan se aseguran que no están solos“.

¿Cuándo duerme un bebé de un tirón?

Lo cierto es que en esto de dormir no hay edades cerradas, solo aproximaciones. ¿Qué podríamos considerar como dormir del tirón para un bebé? Según la Sleep Foundation se puede estimar que un bebé duerme toda la noche cuando lo hace al menos seis horas de manera ininterrumpidas (aunque se despierte brevemente pero se vuelva a dormir). Sin embargo, para nuestro punto de vista adulto, seis horas pueden resultar pocas.

Es preciso recordar que, aunque no hay un consenso generalizado, los bebés de hasta 12 meses necesitan dormir de 12 a 16 horas diarias; hasta los 2 años, entre 11 y 14 horas; entre los 3 y los 5 años, de 10 a 13 horas diarias. Hasta esa edad se incluyen las siestas (es importante respetar las ventanas del sueño). Luego, a partir de los seis años los niños deben dormir entre 9 y 12 horas diarias; y los adolescentes hasta los 18 años, unas 8-9 horas diarias. Los adultos deberíamos dormir entre 7 y 9 horas.

 

 

Tal y como explica Rafi López, los bebés recién nacidos no tienen los mismo ciclos de sueño que los adultos. Nacen con solo dos fases. “Durante el primer año, el sueño del bebé madura y va adquiriendo progresivamente más fases hasta asemejarse a nuestra forma de dormir”. 

Hasta aproximadamente los ocho meses, los bebés se despiertan por “cuestiones madurativas del sueño”. Por instinto de supervivencia. A partir de entonces, los despertares tendrán un componente más psicológico: se despiertan para asegurarse de que sus padres están cerca.

¿Por qué mi hijo no duerme toda la noche?

Es este post podéis encontrar cuáles son las principales razones por las que nuestros hijos se despiertan por la noche. Pero se puede resumir en hambre, pañal sucio, está enfermo o se siente mal y, sobre todo, porque quiere asegurarse de que sus cuidadores están cerca. De hecho, sobre los ocho meses se despiertan más por la ansiedad de la separación.

No todos los niños se despiertan las mismas veces y durante el mismo tiempo. Depende de cada peque. Los hay incluso que son muy dormilones. A esas razones hay que sumar el proceso de maduración. Los bebés pequeñitos tienen en general un sueño más superficial y ligero. A ello se une que a medida que van creciendo irán alcanzando nuevos hitos y habilidades que les lleva a estar más pendiente de ellas que de dormir, y se despiertan más veces.

 

 

A este proceso se le conoce como regresiones del sueño, aunque es un concepto que puede crear confusión. Porque el bebé no “involuciona” sino todo lo contrario, “está evolucionando”, subraya Rafi López, para quien se trata de “pura maduración”. Por último, algunas parasomnias, como las pesadillas, también pueden provocar que se despierten o incluso que lloren dormidos, lo que, en cualquier caso, supone que sus padres se despierten para atenderlo.

¿Tiene sentido empeñarnos en que duerman del tirón?

Por mucho que nos empeñemos, los niños se seguirán despertando y llamándonos hasta que dejen de necesitarnos cerca. No tiene sentido desesperarnos ni empeñarnos en la idea de qué hacer para que mi hijo duerma toda la noche. Esto no será una realidad hasta que sean suficientemente maduros y estén preparados psicológicamente para volverse a dormir por sí solos, como hacemos nosotros. Además, no hay que enseñarles a dormir del tirón, es algo que tienen que aprender pero por sí solos. Y como padres debemos respetar eso.

Excepto en los casos donde existe algún trastorno del sueño, los niños y niñas al final terminan durmiendo del tirón. Entre los tres y los seis años los despertares irán disminuyendo. A partir de los siete se alcanza un nivel madurativo suficiente para que si se despiertan, se vuelvan a dormir en pocos segundos. En casa tengo la prueba. Mis hijas de ocho y seis años duermen toda la noche (excepto cuando están enfermas o tienen alguna pesadilla). La de tres años tiene noches en las que sí duerme sin necesitarnos pero la mayoría de veces se despierta y se viene a nuestra cama.

 

 

El sueño de los niños tiene altibajos y afecta al sueño de los adultos pero hay que asumir que es una cuestión evolutiva y que el sueño irá cambiando a medida que crezcan. De hecho, lo hace durante toda la vida. Los adultos no dormimos igual que las personas mayores. Como padres, debemos acompañarlos y no dejarles llorar. Si nos necesitan, hay que estar ahí. Mientras nuestros hijos estén contentos, activos, coman bien, juegue… están descansando bien. Y eso es lo importante. Y, nosotros, pues ya dormiremos. Es cuestión de paciencia.

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