La ansiedad durante el embarazo aumenta el riesgo de parto prematuro, según un estudio

Una nueva investigación de la Asociación Americana de Psicología, publicada en la revista “Health Psychology“, estudia la relación entre la ansiedad en el embarazo y parto prematuro, y pone énfasis en la necesidad de cuidar la salud mental durante el periodo gestacional.

La salud mental de las mujeres durante el periodo perinatal cada vez es más objeto de interés por parte de los especialistas y las instituciones, debido las importantes repercusiones que puede tener, tanto a corto como a largo plazo, para la mamá y el bebé.

Ansiedad en el embarazo y parto prematuro

Según los resultados de la investigación, las mujeres que padecían ansiedad durante la gestación tenían embarazos más cortos, en comparación con aquellas que no la padecían. Es más, los autores del estudio señalan que la mayor asociación entre ansiedad y parto prematuro se presentó en las mujeres cuya ansiedad era ocasionada por temores relacionados con su embarazo durante el tercer trimestre, como la salud de su bebé o el miedo al parto.

“Estos resultados respaldan la evidencia existente que indica que la ansiedad por el embarazo es un factor de riesgo confiable para un parto prematuro. Los hallazgos apuntan a una posible detección de síntomas de ansiedad clínicamente significativos en el primer trimestre y ansiedad específica del embarazo a partir de entonces para avanzar en los esfuerzos para prevenir un parto prematuro.”, señalan en las conclusiones de su estudio.

Los especialistas también manifiestan que, dado que “la ansiedad es frecuente en el embarazo”, esta puede predecir “el riesgo de resultados adversos en el parto”. Por tanto, es posible detectarla para tratarla adecuadamente y velar así por la salud de las madres y sus bebés.

 

 

Cómo detectar la ansiedad en el embarazo y consejos para reducirla

Aunque el embarazo puede ser una de las experiencias más bonitas en la vida de una mujer, también conlleva muchos cambios vitales y fisiológicos, y la incertidumbre sobre cómo se desarrollará todo puede provocar en ocasiones ansiedad a la futura madre. De hecho, los factores que pueden desencadenar ansiedad en el embarazo son muy diversos: el cambio de vida, los cambios físicos y hormonales, las nuevas preocupaciones que aparecen en torno al futuro del bebé…

Por todo ello, es natural que durante este proceso comiencen a surgir dudas, temores e inseguridades que pueden provocar ansiedad si se convierten en pensamientos negativos recurrentes como el temor por la inexperiencia, el sentimiento de vulnerabilidad, la preocupación excesiva por el estado de salud del bebé durante el embarazo, un estrés excesivo, temor al parto… Para combatir este trastorno, los especialistas recomiendan:

Tómate las cosas con calma

Rebaja tu ritmo de vida si este te causa estrés. Por más que te parezca que hay mil cosas que hacer y en las que pensar, la única prioridad en este periodo es tu salud y la del bebé. En este momento de tu vida tienes que cuidarte más que nunca y descansar todo lo que necesites.

 

 

Pide ayuda, es la medida más eficaz

Contar con la colaboración e implicación de la pareja (en los casos en los que son dos progenitores), así como con una red familiar sólida, es fundamental para la futura mamá que, debido a los cambios físicos y hormonales que experimenta en esta época puede sentir que no llega a todo. Asimismo, acudir al especialista antes de que el problema vaya a más, es la forma más eficaz para combatirlo. Identificar el trastorno de forma temprana permite una rápida intervención sobre el mismo. El tratamiento precoz de la ansiedad durante el embarazo es muy importante para la madre y el bebé. No hay ninguna necesidad de sufrirlo en silencio ni prolongarlo en el tiempo.

Mamen Bueno, psicóloga perinatal a la que podéis consultar online en la Tribu CSC recuerda que tanto la depresión y como la ansiedad que aparecen durante el embarazo o en cualquier momento durante el primer año después del nacimiento de su bebé, “no son culpa de la mujer que las padece. Son afecciones médicas y se pueden tratar si se busca ayuda”. Y cuanto antes se haga, más rápido comenzará a sentirse mejor.

Practica alguna actividad física suave

No todos los deportes están indicados, pero hay actividades físicas muy recomendables durante el embarazo como el yoga prenatal, una actividad excelente que ayuda a mantener la salud física y mental de la futura mamá y a prepararla de cara al parto.

 

 

Dormir bien

Puede que durante este periodo tus hábitos de sueño cambien y también necesites descansar durante el día. Sea como sea, descansar es fundamental para tener un estado de ánimo positivo y relajado. Para conseguirlo, crea una rutina de hábitos saludables (como tomar un baño relajante antes de ir a la cama, recibir un masaje, leer un poco antes de acostarte, mantener un horario más o menos estable para despertarte e irte a la cama, usar luces tenues, evitar las pantallas y las comidas copiosas que conllevan digestiones pesadas, evitar beber mucho agua justo antes de acostarte para evitar tener que las ganas de ir al baño te despierten durante la noche, etc.).

Pasear al aire libre

Dar largas caminatas a tu ritmo y al aire libre es un ejercicio tan bueno como terapéutico. No solo le hará muy bien a tu cuerpo, además te distraerá de pensamientos negativos.

Practica ejercicios de respiración para la ansiedad

En primer lugar, adopta la postura adecuada (mejor sentada, al menos hasta que se domine bien la técnica, con la espalda recta y los hombros hacia atrás, evitando presiones en la zona abdominal). A continuación, debemos colocar una mano sobre el vientre y la otra sobre el pecho.

 

 

Por último, comenzaremos a respirar tomando aire por la nariz, lenta y profundamente, mientras se cuenta hasta tres llenando bien de aire los pulmones. Lo estaremos haciendo bien si la mano situada en el vientre se levanta y la del pecho no se mueve. Retendremos el aire durante tres segundos y después soltaremos el aire por la boca lentamente, contando de nuevo hasta tres hasta que el abdomen vuelva a su posición natural. Repetiremos el proceso dos o tres veces.

No te aísles. Exprésate y “conecta”

Acuerda con tu pareja y/o amigos/as dedicar una tarde o noche a la semana para hacer algo que no tenga nada que ver con el embarazo: jugar a un juego de mesa, ver vuestra serie favorita, ir al cine, salir a comer o cenar, dar un paseo por un sitio bonito, etc. Socializar y expresar tus emociones es importante, pero también lo es oxigenar la mente y cargarnos las pilas con actividades que nos gustan y relajan, así como compartir risas, caricias y abrazos.

Tómate un tiempo para cada cosa, y procura no estar dando vueltas a los temas que te preocupan durante el resto del día. “Quizá te ayude también escribir sobre tus preocupaciones, a veces el verlas por escrito ayuda a hacerlas más manejables o, simplemente, para dejar de dar vueltas sobre ellas continuamente”, recomienda la especialista Mamen Bueno.

Conecta con tu bebé practicando el apego prenatal

La ansiedad y la depresión perinatal pueden provocar que a la mamá, que se siente embargada por sensaciones negativas, le cueste crear vínculo con su bebé. Practicar técnicas de apego prenatal puede ayudarte a conectar con tu bebé y potenciar una vivencia positiva del embarazo.

 

 

Ocúpate para no preocuparte: ¡Haz tribu!

“Hacer tribu” es encontrar un grupo afín a tus necesidades y dudas actuales, otras familias que también defiendan tu enfoque de crianza; un espacio donde poder desahogarte sin sentirte juzgada, buscar apoyo e información. En la Tribu CSC, por ejemplo, encontrarás una red de apoyo formada por otras familias que crían de forma respetuosa; además del consejo y la ayuda de todo el equipo de especialistas de Criar con Sentido Común, que atienden online diariamente las dudas de las familias miembro.

Por que informarse para saber decidir lo mejor en cada momento es importante, pero en la actualidad, la sobreabundancia de información existente y al alcance de la mano con un solo clic, puede causarnos mucha desorientación y generar más dudas que respuestas. Para evitar temores, dudas e inseguridades, prepárate acudiendo a fuentes fiables y actualizadas. Los libros y clases de embarazo y preparación al parto, así como las publicaciones y cursos sobre crianza del bebé impartidos por auténticos especialistas actualizados te harán sentir segura, tranquila y confiada a la hora de tomar decisiones.

Cuida tu alimentación

Cuidar la alimentación también ayuda a disminuir la ansiedad en el embarazo, aunque a menudo infravaloramos la influencia que tiene nuestra alimentación sobre nuestro estado emocional. Una alimentación saludable durante el embarazo nos ayuda tanto física como mentalmente. Además, hay nutrientes especialmente idóneos para favorecer la calma y otros que, en cambio, debes evitar tomar (las sustancias tóxicas como el tabaco y el alcohol, así como excitantes como la cafeína, están completamente desaconsejados). Asimismo, los refrescos y zumos están contraindicados por su alto contenido en azúcares (aunque estos sean naturales), por lo que es mejor tomar la fruta entera.

 

 

Esto es así porque algunos alimentos nos ayudan a calmar la mente al producir serotonina en nuestro cerebro, otros nos relajan al tener un efecto calmante, otros controlan nuestra ansiedad por comer al producir saciedad… Puedes consultar el post sobre alimentos que disminuyen la ansiedad en el embarazo para averiguar qué bebidas, infusiones y nutrientes (como el triptófano o el magnesio, la vitamina C o los ácidos grasos esenciales omega 3, entre otros), están especialmente indicados si sufres ansiedad en tu embarazo y por qué. También puedes cursar nuestro Seminario Online específico sobre “Alimentación en el embarazo” para aprender a cuidarte en este periodo concreto de tu vida.

Rodéate de afectos

Alejarse de las personas tóxicas es una recomendación para cualquier momento de nuestras vidas, pero resulta aún más importante durante el embarazo. La gente negativa, conflictiva o que te genere estrés, discusiones o preocupaciones, puede aumentar tus niveles de estrés y ansiedad; algo que no os conviene ni a ti ni a tu bebé, ni siquiera aunque sean familiares.

Asimismo, no te sientas forzada a hacer cosas que no te agradan. Busca momentos a lo largo de la semana para compartir planes de ocio apetecibles y tranquilos con tus personas favoritas, aquellas que te quieren y te ayudan a sentirte bien contigo misma en su compañía.