11 Actividades de inspiración Montessori y otras pedagogías activas para hacer en verano con los peques

El verano es la época del año que más tiempo podemos disfrutar de estar junto a nuestros peques, pero cuando tenemos pequeñines y hace tanto calor, no podemos salir a la calle la mayor parte del día… ¡Y a menudo también se nos acaban las ideas para entretenerles fuera de casa! Por eso os proponemos 11 actividades Montessori y de otras pedagogías activas para verano.

Ideas para un verano Montessori

En lugar de quedamos en casa en las horas centrales del día y agobiarnos porque no sabemos qué hacer con los más peques, vamos a recurrir a nuestra imaginación para conseguir que toda la familia disfrute del verano favoreciendo, además, que nuestro tiempo de ocio sea lúdico y educativo.

Con las actividades de verano Montessori viviremos un verano entretenido, sin caer en la monotonía de las pantallas, haciendo todo tipo de actividades con los más peques, ya que aprovecharemos las horas del día para salir a la calle y explorar en busca de los materiales con los que más tarde haremos manualidades Montessori en casa.

 

 

Y si tenéis más de un peque, recordad que las actividades de inspiración Montessori pueden adaptarse al ritmo de cada peque para trabajar en equipo, así todos podemos estar colaborando y divirtiéndonos en familia con un mismo proyecto común, con diferente nivel de dificultad para cada miembro de la familia.

Entre ellas, encontraréis actividades que necesitan de la presencia de una persona adulta por los materiales que hacen falta o el proceso que conlleva, o que tal vez están pensadas para niños y niñas más mayores. Por ello, en cada una de ellas encontraréis una edad de referencia (siempre orientativa, no os la tenéis que tomar al pie de la letra).

Actividades de verano para niños Montessori friendly

Para hacer las actividades Montessori y el resto de propuestas, vais a necesitar aprovechar vuestras excursiones al campo, la playa o el parque para recopilar los materiales naturales con los que después los peques trabajaran en casa.

Jugar a la excavación con cubitos de hielo

La pedagogía Montessori apuesta por actividades manipulativas y sensoriales que los peques puedan realizar de forma autónoma. ¡Y jugar con cubitos de hielo es una idea genial para el verano! Es muy sencilla de hacer y los peques pueden hacer sus composiciones con pétalos, flores de pequeño o conchas y piedrecitas de playa. Lo único que necesitamos es salir de exploración y una cubitera. Cuando hayamos rellenado cada molde con un elemento, la llenaremos de agua y la meteremos en el congelador.

 

 

Después, los peques pueden deshacer el hielo con, por ejemplo, un mortero. Esta actividad, además de entretenida, es súper adaptable a los gustos e intereses de cada peque, ¡ya que los niños y niñas a partir de entre cuatro y siete años pueden hacer cubitos con todo tipo de materiales! La única limitación es el tamaño del molde para hielos. Los más peques pueden hacer la actividad en grupo con sus hermanos mayores.

Cuaderno de naturaleza

El cuaderno de naturaleza es algo muy especial, porque no solo es una actividad educativa que además va a ayudar a nuestros hijos e hijas a aprender a cuidar y respetar su entorno, sino que se convertirá en un precioso recuerdo de su infancia.

Entre sus páginas podéis guardar hojas, semillas, plumas de ave, flores… También fotografías de huellas de animales, pájaros, insectos, plantas, horizontes y atardeceres… Parte de esta actividad está planteada para hacer en familia, ¡las excursiones exploratorias son muy divertidas!

 

 

Si los peques ya saben escribir, podemos ayudarles a recopilar información sobre cada elemento y así completar su cuaderno. Los más chiquitines (unos tres o cuatro años), en cambio, disfrutarán encontrando los objetos y pegándolos al papel. Además, es una actividad que podéis comenzar este año y seguir desarrollando en familia a lo largo del tiempo…

Cuadros con flores secas

¡Esta actividad embelesa a todos los niños y niñas a partir de los tres añitos! Además, estimula muchísimo su imaginación, creatividad y motricidad fina. Se trata de crear sus propios cuadros naturales con hojas, flores y cola. El resultado es siempre precioso y pasan horas súper entretenidos haciéndolo. Las láminas finales pueden enmarcarse para decorar las paredes o usarse para hacer bonitas tarjetas. Podéis encontrar inspiración en Face the Foliage.

 

 

Para hacer bonitas composiciones (podemos formar ramilletes, caras, láminas abstractos…) necesitaremos una prensa de hojas/flores, papel secante y pinzas. Son bastante accesibles económicamente (las más pequeñas rondan los 10 euros, los kits más grandes permiten secar más elementos a la vez para hacer composiciones más ricas y complejas, y suelen incluir todos los materiales) y los peques sacarán mucho partido de ellas.

Perfume de rosas

Esta actividad es una de las que más me gustan para los peques, ya que les entretiene muchísimo y aprenden a hacer su propio perfume si tenéis rosas aromáticas en casa (algo que es de hecho muy fácil de conseguir, ya que una maceta de buen tamaño se consigue en cualquier invernadero). Eso sí, precisa la presencia o colaboración de una persona adulta (dependiendo de la edad de los peques).

Ingredientes y materiales:

• Pétalos de rosa.
• Una olla.
• Gasa estéril.
• Una botella de vidrio oscuro (o varias pequeñitas).
• Una botella de perfume (o que nos sirva a tal efecto).
• Alcohol etílico al 96%.
• Esencia/aceite aromático de rosa (algo realmente económico que se consigue también con mucha facilidad, aunque deberéis fijaros si vuestra esencia puede aplicarse en la piel, de lo contrario podéis fabricar ambientador para la casa).

 

 

Pasos

1. Lo primero que hay que hacer es arrancar todos los pétalos de media docena de rosas.
2. Después, las personas adultas tenemos que hervir un poco de agua en una olla bastante grande.
3. Cuando el agua hierva, sumergimos los pétalos de nuestras flores durante por lo menos 10 minutos y luego cortamos el fuego, apartamos la olla y cubierta con una tapa la dejamos reposar durante 10 días lejos de fuentes de calor.
4. Para crear un filtro que protegerá nuestro perfume de impurezas y evitará que se mezcle con otros olores, cubrimos otro recipiente con una gasa estéril grande y gruesa y vertemos la mezcla contenida en el otro recipiente.
5. Agregamos aproximadamente el 20% de alcohol etílico al 96%.
6. Por último, vierte en una botella pequeña de vidrio oscuro, cierra con una tapa de plástico y colócalo en un lugar fresco y oscuro. Así lo dejamos durante una semana pero dos veces al día, preferiblemente por la mañana y por la noche, lo sacudimos.
7. Al cabo de la semana, ponemos todo en una pequeña botella de perfume que podemos encontrar en cualquier perfumería o tienda multiprecio.

Hemos compartido la receta para hacer perfume artesanal, en este caso de rosas, pero podéis emplear cualquier otra planta aromática como la lavanda o el jazmín. ¡Así personalizaréis vuestros perfumes con vuestros aromas favoritos! Eso sí, ¡no os olvidéis del protector solar y el repelente de mosquitos cuando salgáis a recolectar!

 

 

También, como alternativa a los pétalos se pueden utilizar las esencias que venden en tiendas de hierbas medicinales, en este caso en un frasco de vidrio vertemos alcohol etílico al 20% y la parte restante de agua destilada, añadimos unas gotas de esencia (o mezclamos varias esencias diferentes), hasta llegar a la fragancia que más nos guste, agitamos, dejamos reposar ¡y listo! Desde luego es una solución exprés, pero siempre es preferible trabajar de forma artesanal cada ingrediente con los peques.

 

 

Actividades Montessori: Un huerto en casa

Trabajar un huerto con los peques siempre es una buena idea y es una de las actividades favoritas de los peques en muchas escuelas Waldorf y Montessori. De esta forma, aprenderán mucho sobre las flores, las hortalizas y las verduras ¡e incluso se animaran a probar cosas nuevas! A los niños y niñas pequeños (a partir de los tres años de edad) les encanta trabajar la tierra, cuidar las plantas y verlas crecer.

Para ello, necesitaremos semillas (tendremos cuidado de elegir aquellas variedades cuya siembra coincide con esta época del año), semilleros, tierra de cultivo y marcadores para plantas (son como etiquetas de madera que podemos clavar en la tierra y así sabremos qué hemos plantado en cada semillero).

 

 

Una vez que las plantas crezcan, podemos trasplantarlas a macetas o jardineras (si tenéis jardín, podéis hacer un huerto en toda regla plantando directamente sobre vuestro suelo), incluso existen estructuras en vertical para huertos urbanos que apenas ocupan espacio y son ideales para terrazas pequeñas.

Si no tenéis mucho tiempo, existen kits de cultivo para peques con paso a paso muy sencillo para que los niños y niñas hagan su primer huerto de flores, verduras, hortalizas o frutas. Estos sets, además, contienen todo lo necesario para lograr la germinación.

Mesa de luz o bandeja de exploración

Si nos vamos a la playa de vacaciones, podemos hacernos con muchos materiales de experimentación nuevos para combinar con nuestra mesa de luz. Conchas, estrellas de mar, caracolas… ¡adquieren unos bonitos colores cuando las observamos a trasluz! De esta forma los peques, a partir de los 36 meses, pueden explorar sus texturas y admirar sus relieves.

“Aunque la mesa de luz no es un material Montessori, se utiliza normalmente en los espacios Reggio Emilia, eso no quiere decir que en los espacios Montessori no la utilicen, porque actualizarse y nutrirse para ofrecer un ambiente más rico es genial“, indica Zazu Navarro, Guía Montessori y educadora de Disciplina Positiva en Criar con Sentido Común.

 

 

La bandeja de exploración es un material muy usado en las pedagogías activas y consiste en un bandeja honda de plástico que podemos llenar con agua (que a su vez podemos tintar con colorantes alimentarios), harina, arena, etc. En ella colocamos los elementos y los niños y niñas pueden buscar, tocar, aplastar… Es una actividad sensorial muy rica en estímulos para peques a partir de los tres años, aproximadamente.

 

 

Esculturas o relieves de arena

De nuevo en la playa, podemos hacer preciosas esculturas de arena con nuestros peques. ¡Usemos nuestra imaginación para no repetir el mismo castillo cada año! Los más pequeñitos pueden explorar el entorno para buscar elementos decorativos, como algas o conchas. ¡Es una de las actividades manipulativas y sensoriales más sencillas, divertidas y enriquecedoras!

 

 

Cuidado de seres vivos

Montessori es una de las pedagogías con un mayor respeto por la naturaleza y los seres vivos. ¡Tanto de animales como de plantas! Si tenéis mascota, es buen momento para enseñarles la forma en la que se pueden ocupar de ella, ya que nosotros mismos tendremos más tiempo libre para supervisar sus interacciones.

Y si no sois de tener animales en casa pero tenéis jardín, podéis instalar en un sitio tranquilo una casita para pájaros o una casa de insectos. ¡Los peques podrán observar sus actividades y aprenderán muchísimo con ellos!

 

 

Por otra parte, el verano es genial para animar a los más chiquitines a usar la regadera y cuidar las plantas. ¡Son seres vivientes! Si podéis tener huerto en casa, desde luego sería genial por todo lo que aprenden con él, pero como alternativa, siempre podemos tener macetas para que ellos las cuiden y aprendan con ellas.

Si ya tenéis animal doméstico, dependiendo de cuál sea la especia con la que convivís (un perro, un gato, un pez, un conejo, un hámster…) los niños y niñas los pueden limpiar, dar de comer y de beber, jugar con ellas, sacarlas a pasear… (nosotros tenemos perro y gato en casa, y aunque el vínculo que se establece entre niños y perros es precioso, yo me declaro fan absoluta de los gatos por el menor cuidado que requieren por parte de los adultos).

 

 

Ver las estrellas

¿Sabéis algo sobre astronomía? Pues en verano podemos aprender todos juntos, peques y mayores. Por las noches podemos salir en familia al exterior a observar las estrellas. Así podemos enseñarles que somos parte de la vía láctea y del sistema solar, podemos enseñarles Venus, la estrella polar… ¡o buscar nuestro signo del zodiaco en el cielo!

Si tenéis la suerte de estar pasando vuestras vacaciones en plena naturaleza o en un lugar apartado, podréis evitar la contaminación lumínica y dejarles ver el cielo nocturno como posiblemente nunca lo hayan hecho viviendo en una ciudad.

 

 

Un picnic en la naturaleza

Además de practicar deporte en familia, pasear y estar al aire libre todo el tiempo que el calor nos permita, podemos preparar un picnic para cenar. Da igual si decidís hacer una excursión a las afueras de la ciudad, si vais al parque o si os quedáis en el jardín de casa. A los peques de cualquier edad les chiflará colocar la comida en una cesta, sentarse sobre una manta y colocar sobre ella los alimentos que podemos haber preparado juntos durante las horas centrales de día. Eso sí, ¡no os olvidéis el repelente de mosquitos!

 

 

Mesa de estación: El verano

Para terminar, os recomendamos adaptar el rincón de la primavera que os enseñamos a hacer unos posts atrás a la nueva estación del año: el verano. Aunque originalmente es un recurso de la pedagogía Waldorf, la mesa de estación es una herramienta pedagógica maravillosa para enseñar a los más peques de la casa el paso del tiempo, el respeto por la naturaleza y la admiración por el ciclo de la vida.

 

 

Si tenéis alguna duda sobre el desarrollo de vuestros peques, queréis conocer más actividades Montessori o planes de verano, qué juegos y actividades ayudan a los más pequeños a alcanzar hitos evolutivos respetando sus ritmos y de forma respetuosa, aprender a cuidar la piel de vuestros chiquitines en verano, prepararles para su primer baño en playa o piscina y, en definitiva, prepararos para el verano con peques de la mejor forma posible, en la Tribu CSC podéis consultar online a nuestro equipo de expertos y realizar los más de 120 Cursos y Seminarios Online de forma gratuita. ¡Feliz verano familias!