El deporte tiene importantes beneficios para niños y adultos. Mejora nuestras vidas tanto a nivel físico como mental. A continuación, te contamos por qué es bueno practicar ejercicio físico en la infancia y qué deportes…
En un post anterior os hablábamos de los beneficios de practicar deporte desde la primera infancia y de cuáles eran los mejores deportes infantiles para niños de 0 a 4 años. Pero a medida que crecen y maduran, los niños y niñas van teniendo diferentes necesidades y adquiriendo nuevas capacidades. Por eso es importante saber elegir el deporte más adecuado a cada edad.
Puede que nuestro peque ya practique un deporte desde pequeñito, le encante y quiera seguir practicándolo; pero también es muy posible que a partir de los seis años cambien sus gustos y preferencias personales. O puede que sea en este momento en que le pique el gusanillo por hacer alguna actividad física.
En este caso, serían válidos tanto los deportes infantiles que os presentamos en el post anterior, como los que proponemos que realicen a partir de este momento. Es importante, eso sí, que toda actividad extraescolar esté orientada a los propios intereses de los menores.
A esta edad es muy normal que los progenitores escojan los deportes y extraescolares que realizarán sus hijas e hijos en función de sus propios gustos o basándose en sus propias aficiones deportivas. Sin embargo, es importante no proyectar nuestras propias expectativas en ellos.
Si les obligamos a practicar un deporte que no les gusta, puede que terminen odiando el deporte en general. Así que el respeto a la personalidad de nuestros hijos debe ir siempre por delante. A estas edades lo importante es que adquieran hábitos de vida saludables y se diviertan realizando ejercicio físico.
Qué deportes infantiles son buenos a partir de los 5 años
A los cinco años los niños y niñas están en pleno apogeo social. Les encanta jugar con amigos, practicar deporte en grupo y divertirse. Como ya manifiestan sus propias preferencias y gustos personales, y tienen bastante definida su personalidad, carácter y habilidades, lo mejor es presentarles varias opciones de actividades físicas para que elijan ellos o preguntarles directamente por sus intereses al respecto.
Deportes de pala o raqueta
Los deportes de pala como el tenis, el pádel, el bádminton o el ping-pong son deportes técnicamente exigentes que pueden iniciarse entre los cuatro y los seis años, dependiendo del desarrollo psicomotor del peque. Su iniciación se realiza en pequeños grupos y con un monitor.
Los principales beneficios físicos de los deportes de pala o raqueta son que proporcionan agilidad, resistencia y potencia, a la vez que favorecen la coordinación viso-manual.
Patinaje
El patinaje es un deporte muy divertido que también puede practicarse en grupo, favorece el equilibrio y refuerza la musculatura de las piernas. No obstante, es necesario respetar las normas de circulación vial y tomar ciertas medidas de seguridad para proteger la cabeza, las rodillas, los codos y las muñecas debido al riesgo de caídas.
Es patinaje es un deporte saludable y ameno que puede practicarse al ritmo de cada uno y que activa la circulación sanguínea, quema calorías, mejora la resistencia física y fortalece el pulmón, el corazón y el abdomen (que se utiliza para dar estabilidad y precisión a los movimientos). Practicar patinaje sobre hielo añade un plus de dificultad a la actividad y es probable que aún tengamos que esperar un poco para que los peques puedan patinar sobre hielo de forma autónoma.
Ciclismo
Correpasillos, triciclos, bicicletas sin pedales… ¡A los peques les encanta montar en vehículos con ruedas y se entrenan en ellos desde que son pequeños! Por eso el ciclismo es un deporte con el que se sienten familiarizados desde bebés y es fácil motivarles para seguir practicándolo con el paso del tiempo. Además, es una actividad excelente para compartir en familia y ofrece múltiples beneficios para los más pequeños.
A nivel físico, todo son beneficios: resistencia, velocidad, agilidad, coordinación, equilibrio, mejora las articulaciones y el sistema inmunitario, la capacidad respiratoria, el sistema circulatorio… También previene dolores de espalda, favorece el flujo de la sangre, fortalece los huesos, combate la obesidad… Eso sí, es importante enseñarles una buena colocación de la espalda sobre la bici, para no sufrir dolores.
Asimismo, permite a los niños disfrutar más tiempo del aire libre y aumentar así su bienestar personal. ¡Y es que a nivel psicológico también tiene muchas ventajas! Por ejemplo: incrementa la autonomía y la autoestima, reduce la ansiedad y el estrés, y eleva el estado de ánimo.
También es un deporte ecológico y los niños aprenden desde muy pequeños a utilizar la bicicleta como medio de transporte. Eso sí, debemos acostumbrar a los peques a llevar casco, rodilleras y coderas para prevenir golpes en caso de caída. Asimismo, debemos instruirles en las normas de circulación vial.
Qué deportes infantiles son buenos a partir de los 6 años
A partir de los seis años, los niños ya han desarrollado por completo todas sus habilidades motoras. ¡Aunque aún les falta perfeccionarlas un poquito! Es el momento ideal para comenzar a practicar deportes de mayor intensidad física que los recomendados en etapas anteriores. ¡Necesitan nuevos retos y desafíos!
Gimnasia rítmica/artística
La práctica de gimnasia rítmica favorece la coordinación, la elasticidad y la flexibilidad. También potencia los movimientos corporales y el sentido del ritmo. Puede empezarse a practicar una o dos horas por semana partir de los cinco años y a modo de diversión. ¡Pero aún son muy pequeños para enfrentarse a la presión de competir!
Las actividades realizadas por medio de coreografía bailada estimulan la expresión corporal, el oído musical y la memoria. eso sí, han de tenerse presentes ciertas precauciones para evitar lesiones o interferencias con el desarrollo del niño, especialmente a la hora de realizar ejercicios con pesas o aparatos. Es importante esperar hasta alcanzar una edad adecuada.
Artes marciales
Las artes marciales como el taekwondo, el judo, el kárate o el (tan de moda) aikidō, favorecen la coordinación de movimientos, la velocidad, la agilidad, la fuerza y los reflejos. Son actividades progresivas que se adaptan fácilmente a la evolución individual de cada niño o niña, por lo que es posible comenzar a practicarlas desde muy pequeños.
También tienen importantes efectos positivos a nivel psicológico y como parte de la educación de los niños, ya que todas ellas son disciplinas orientales que enseñan autocontrol, relajación y respeto por el adversario.La Odontóloga Infantil del equipo de expertos de Criar con Sentido Común, Irene Iglesias, apunta que en deportes de contacto hay que usar siempre protector bucal y es conveniente que los monitores sepan qué hacer en caso de que un diente salga despedido de su sitio.
Escalada
La escalada es en realidad una actividad con la que ya están familiarizados los niños desde pequeños pues la mayoría de parques infantiles incluyen una estructura lúdica para escalar entre sus instalaciones. Se puede practicar tanto en rocódromos de interior como en espacios naturales, pero es necesario hacerlo en unas instalaciones adecuadas, bien conservadas y habilitadas, con la asistencia de un monitor o adulto con experiencia y con la equipación adecuada (arnés, mosquetones y cuerdas) para que los peques puedan disfrutar de este deporte sin correr riesgos innecesarios.
Si se practica al aire libre, es una actividad que permite a los niños disfrutar de entornos naturales, respirar aire puro y aprender a respetar el medio ambiente. Los espacios artificiales también benefician al niño, sobre todo durante su iniciación a este deporte, porque les transmiten más confianza y seguridad en sí mismos.
Es una actividad que implica superación de retos progresivos, por lo que ayuda a nuestros hijos e hijas a ser más autónomos e independientes, a mantener un nivel de autoestima sano, a quemar calorías y a fortalecer todos los músculos, ya que la escalada es un deporte muy completo en el que se ve involucrado todo el cuerpo. Además, su práctica les transmite grandes valores, como el compañerismo.
Qué deportes infantiles son buenos a partir de los 7 años
Es el momento de introducir a nuestros hijos e hijas en los deportes de equipo y/o de competición. Al ser deportes que se practican en grupo, favorecen la cooperación y la sana competitividad. Antes de esta edad pueden empezar a practicarlos, pero sin competir, solo como juego o diversión, sin hacer demasiado hincapié en las reglas, que irán aprendiendo con la práctica de forma gradual.
Deportes de equipo
Deportes como el fútbol, el baloncesto, el voleibol, el rugby, el hockey o el balonmano les ayudan a trabajar la forma física, la habilidad motora y la coordinación. También sirven a los niños y niñas para relacionarse, trabajar en equipo y aprender a desarrollar estrategias de juego.
A partir de los 10-12 años los niños y niñas ya pueden empezar a llevar a cabo entrenamientos más regulares y disciplinados y a participar en competiciones infantiles (estas se realizan en campos más pequeños y con balones especiales).
Surf
El surf es un deporte acuático que facilita un acercamiento a la naturaleza. También es un deporte muy completo, que permite a los niños y niñas a mejorar sus habilidades de natación, así como ganar coordinación y, sobre todo, equilibrio.
Asimismo, tonifica todos los músculos, aumenta la capacidad cardiorrespiratoria, la resistencia, la fuerza física y la concentración. ¡Y proporciona mucho disfrute! Eso sí, su iniciación debe ser progresiva y prudente. Los monitores infantiles de surf deben enfocarlo como una actividad lúdica y divertida.
Como requisito para su práctica, los niños y niñas deben ser lo suficientemente autónomos en el agua (como mínimo deben saber flotar, bucear y mantenerse en la superficie del agua con seguridad). Nunca debemos forzarles, ni retarles a superar sus propios límites.
Qué deportes infantiles son buenos a partir de los 8 años
Nuestros hijos e hijas ya no son niños pequeños y, a partir de esta edad, empiezan a poner a prueba sus propios límites ¡y agradecen los nuevos retos y desafíos! Deportes de mayor complejidad, como la equitación o la esgrima, se hacen especialmente apetecibles en esta etapa.
Esgrima
Aunque la esgrima no sea un deporte muy conocido y muchos padres no se lo plantean como actividad extraescolar para sus hijos e hijas, se trata de un deporte muy completo en el que se trabaja todo el cuerpo y no es peligroso si se toman las precauciones necesarias.
Es un deporte muy técnico que requiere buena forma física y entrenamiento regular, pero cuya práctica estimula la inteligencia de los niños porque, básicamente, es una actividad de habilidad (no solo para “tocar” al contrincante, sino también para adelantarse a sus movimientos y evitarlos).
Como disciplina deportiva, tiene importantes beneficios físicos e intelectuales: desarrolla la coordinación, el equilibrio, el aparato psicomotor, la rapidez de respuesta y el autocontrol. Agiliza los reflejos y la capacidad de reacción y también mejora la capacidad de razonar y tomar decisiones rápidas, enseña a controlar las emociones y los impulsos (algo que les vendrá muy bien de cara a su próxima adolescencia) y a respetar al adversario.
Equitación
La equitación y la equinoterapia son actividades muy beneficiosas, tanto a nivel físico como emocional, para los niños. Aunque su práctica está asociada a los deportes de élite, en realidad muchos niños pequeños se animan a montar a caballo durante sus vacaciones o en campamentos de verano.
Es un deporte excelente para desarrollar la musculatura, fortalecer sus articulaciones y mejorar la movilidad. También mejora su equilibro, potencia su sentido de la orientación y la coordinación. Además, regula el tono muscular y fomenta la higiene postural (necesaria al montar para conseguir una marcha erguida). De hecho, es una práctica especialmente recomendada para peques con discapacidades congénitas, trastornos psicomotores o enfermedades progresivas.
La equitación también desarrolla habilidades cognitivas, fomenta una sensación de bienestar y serenidad y fomenta la socialización. Por eso también está especialmente indicada para peques con autismo u otras dificultades de integración social. Montar a caballo también mejora la concentración, estimula la autoconfianza y aporta seguridad.
Por eso los terapeutas también recomiendan la equitación a peques que sufren fobias, temores, falta de autoestima, falta de autonomía y problemas emocionales. El contacto con los caballos transmite a los niños valores positivos como el amor por la naturaleza y por los animales.
Qué deportes infantiles son buenos a partir de los 10-12 años
Es bueno que los preadolescentes elijan por sí mismos las extraescolares que mayor satisfacción les causen en función de sus habilidades o gustos personales. A esta edad es muy probable que nuestros hijos e hijas lleven tiempo practicando algún deporte favorito, de lo contrario (y además de las anteriormente expuestas) estas son las actividades físicas en las que pueden iniciarse a esta edad:
Atletismo
El atletismo es el deporte que abarca la serie más amplia de actividades. Estas se realizan tanto al aire libre como en pista cubierta. Las categorías del atletismo son muchas y variadas, de tal forma que, con casi total seguridad, cada niño o niña encuentra una disciplina que le guste y en la que pueda desarrollar sus preferencias personales o habilidades específicas:
- Carreras.
- Lanzamientos
- Saltos de valla o longitud.
- Lanzamiento.
- Pruebas combinadas.
- Marcha o maratón, etc.
Por otra parte, el atletismo tiene muchísimas ventajas físicas y psicológicas para los niños. Con él se desarrolla la fuerza, la resistencia, la velocidad y la capacidad pulmonar y en los niños se ha constatado su eficacia como estimulante de las hormonas del crecimiento y el desarrollo de los músculos. Es un deporte que, en realidad, puede comenzar a realizarse a partir de los cinco años, siempre que no se aplique la competición a esas edades menores.
Otro gran extra es que es un deporte económico que fomenta la igualdad entre sexos, ya que los entrenamientos son mixtos. También existen diferentes categorías por edad cuyas actividades se adaptan al nivel de desarrollo y a la habilidad de todos los participantes. De hecho, las competiciones a esta edad suelen ser de pequeña dimensión, dentro de los límites del propio colegio o escuela deportiva.
Como ventajas psicológicas, el atletismo les aporta una mayor estabilidad emocional e incluso hay estudios que demuestran que los niños que practican este deporte tienen un mejor rendimiento académico. Esto es así porque aumenta su capacidad de concentración, les relaja y quita estrés, aumenta su confianza, les aporta disciplina y autocontrol, les enseña a competir de forma sana, a respetar a los rivales y a aceptar el triunfo y el fracaso.
Piragüismo
El piragüismo es un ejercicio físico apto solo para niños y niñas que saben nadar. Físicamente desarrolla sobre todo el tronco y las extremidades superiores del cuerpo. ¡Pero también fomenta el amor por la naturaleza! Requiere una gran resistencia física, por lo que está indicado para preadolescentes que ya están acostumbrados a la actividad física.
Se puede practicar a partir de los 10 años, pero es imprescindible que los niños vayan en kayaks dobles y SIEMPRE junto a un adulto que se sitúa detrás del menor para poder dirigir el kayak y controlar la situación si es necesario. Ambos deben llevar siempre puesto un chaleco salvavidas que les garantiza su seguridad.
Mención a parte merece el ajedrez, que si bien no implica actividad física, está reconocido como deporte y tiene numerosos beneficios para los niños y niñas. Es un deporte que puede comenzar a practicarse a cualquier edad y puede ser realizado por cualquier persona. A partir de los tres años, se imparten clases de preajedrez a los niños y niñas.
Por supuesto, es recomendable evitar tanto el sedentarismo como la sobrecarga en la rutina semanal de nuestros hijos e hijas. A partir de los siete años es aconsejable llevar a cabo un seguimiento médico al practicar cualquier deporte que exija un entrenamiento muy disciplinado y/o tenga el objetivo de competir. También conviene evitar la competición antes de los 10-12 años.
Asimismo, es importante que los niños y niñas eviten las calorías vacías en su dieta y tengan unos hábitos de nutrición saludables, aún más cuando practican ejercicio físico de forma regular. Si queréis consejos sobre nutrición y deporte, las especialistas de Criar con Sentido Común atienden online las consultas de las familias miembro de la Tribu CSC. El primer mes es gratis y os da libre acceso a los más de 120 Cursos y Seminarios Online de Criar con Sentido Común.
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1 comentarios en "¿Qué deporte es mejor para la edad de mi hijo?: Deportes infantiles de 5 a 12 años"