Piden políticas de protección para las parejas que esperan un hijo: La pérdida de empleo está relacionada con un mayor riesgo de aborto espontáneo y muerte fetal

Investigadores del Instituto de Investigación Social y Económica de la Universidad de Essex, Reino Unido, enfatizan la asociación hallada entre la pérdida de empleo y una mayor probabilidad de aborto espontáneo o muerte fetal.

El estudio publicado en Human Reproduction, encontró que se duplican las posibilidades de que un embarazo acabe en aborto o resulte en un nacimiento muerto después de la pérdida de empleo, aunque enfatizan que el estudio no puede demostrar al 100% que perder el trabajo provoca la pérdida del embarazo.

Realmente, ¿qué es lo que ocasiona un aborto espontáneo?

“Se necesitarían más investigaciones para entender si perder el trabajo realmente causa un mayor riesgo de pérdida del embarazo”, incide el director de la investigación, el Dr. Selin Köksal.

“Me gustaría analizar los factores socioeconómicos que influyen en la pérdida del embarazo en contextos donde los datos de toda la población están disponibles a través de registros administrativos. Estos datos pueden ayudar a aclarar si existen vínculos causales sólidos entre la pérdida del empleo y la pérdida del embarazo, y si existen ciertos grupos socioeconómicos en la población que corren mayor riesgo, como los trabajadores económicamente precarios.

Poder examinar la asociación entre la pérdida del empleo y la pérdida del embarazo entre diferentes grupos socioeconómicos podría ayudarnos a comprender cómo exactamente la pérdida del empleo se relaciona con un mayor riesgo de aborto espontáneo o muerte fetal. ¿Se debe a dificultades económicas o a una experiencia de un acontecimiento inesperado? ¿O se debe a una pérdida de estatus social? Estas son las preguntas que espero responder en el futuro”.

 

 

El estudio se basa en datos de la encuesta “Understanding Society” de 40.000 hogares en el Reino Unido entre 2009 y 2022. Incluye 8.142 embarazos sobre los que había información completa sobre la fecha de concepción y el resultado del embarazo.

De estos embarazos, el 11,6% tuvo abortos espontáneos (947), lo que puede ser una subestimación porque muchos embarazos no sobreviven más allá del primer mes y la pérdida del embarazo puede pasar desapercibida. Hubo 38 muertes fetales, lo que representa el 0,5% de las concepciones, lo que concuerda con las estadísticas oficiales del Reino Unido sobre muertes fetales.

De 136 mujeres que se vieron afectadas por la pérdida de su empleo o de su pareja, 32 (23,5%) sufrieron un aborto espontáneo y una bebé (0,7%) nació muerta. Entre 8.006 mujeres que no se vieron afectadas por su propia pérdida de empleo o la de su pareja, 915 (10,4%) sufrieron un aborto espontáneo y 37 (0,5%) tuvieron una muerte fetal.

El estrés consecuente de la pérdida del trabajo aumenta el riesgo de aborto espontáneo o parto prematuro

El coautor del artículo, el Dr. Alessandro Di Nallo, del Centro Dondena de Investigación sobre Dinámica Social y Políticas Públicas de la Universidad Bocconi en Milán, Italia, manifiesta que “las razones de estas asociaciones pueden estar relacionadas con el estrés, el acceso reducido a atención prenatal o cambios en el estilo de vida“.

“Mis investigaciones anteriores indican que la pérdida de empleo reduce la probabilidad de tener hijos. Esto podría deberse a que las personas posponen sus planes de tener hijos en condiciones de incertidumbre económica, pero también podría deberse a otras razones. El estrés resulta en una respuesta fisiológica, liberando hormonas que se sabe aumentan el riesgo de aborto espontáneo o parto prematuro.

La reducción de ingresos tras la pérdida del empleo podría restringir el acceso y el cumplimiento de la atención prenatal, de modo que los embarazos de riesgo se descubran tarde o pasen desapercibidos. Además, el malestar emocional de pérdida de empleo podría provocar comportamientos poco saludables, como el consumo de alcohol, el tabaquismo o una alimentación poco saludable“, explica el experto.

 

 

Por su parte, el Dr. Köksal opina que estos hallazgos “son importantes, ya que descubrimos un factor socioeconómico potencial, y por lo tanto prevenible, detrás de las pérdidas de embarazos que puede abordarse mediante una formulación de políticas efectiva“.

“Es importante crear conciencia sobre los derechos legales y la protección de las mujeres en el lugar de trabajo durante el embarazo, para que las mujeres puedan sentirse más seguras y empoderadas para comunicar su embarazo a su empleador. Además, el estrés durante el embarazo puede tener efectos negativos tanto en la salud materna como fetal. Por lo tanto, la prestación de apoyo psicológico durante el embarazo a través del sistema de salud pública es importante independientemente de la situación laboral de la mujer y su pareja”.

Si estás embarazada y tienes una preocupación excesiva o por alguna causa sientes angustia, lo mejor es buscar apoyo psico-emocional. En la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la psicóloga perinatal Mamen Bueno y la matrona Sara Caamaño.

 

 

Extender la protección laboral a la pareja de la mujer embarazada

Tal y como explican los autores del estudio, en el Reino Unido, el embarazo es un período que está “bastante bien protegido” por la legislación del mercado laboral. Sin embargo, no existe protección por pérdida de empleo para las parejas de mujeres embarazadas que son despedidas sin previo aviso.

“Los responsables políticos, por ejemplo, podrían considerar extender la protección laboral a trabajadoras cuyas parejas están embarazadas, ya que nuestros resultados muestran que la estabilidad laboral de la pareja es tan importante como la estabilidad laboral de la mujer durante el embarazo.

Además, tiene sentido aumentar el apoyo económico a las personas (y a sus parejas) que pierden sus empleos porque se ha demostrado que la falta de apoyo económico es una de las principales causas de estrés y angustia personal, que eventualmente puede aumentar el riesgo de pérdida“, sostiene Köksal.

 

 

Las limitaciones del estudio incluyen el hecho de que el embarazo y la pérdida del empleo fueron autoinformados y pueden verse afectados por el recuerdo y un sesgo hacia lo que es socialmente deseable; otros factores también podrían estar correlacionados tanto con la pérdida del empleo como con la pérdida del embarazo; y finalmente los investigadores no saben si los hallazgos son válidos para diferentes grupos socioeconómicos.

“El estado de bienestar del Reino Unido tiene un enfoque de lucha contra la pobreza, y los beneficios de desempleo son menos generosos que en el resto de Europa: en promedio, sólo el 34% del salario del último trabajo durante 6 meses. Por lo tanto, sería interesante ver si un sistema de bienestar más generoso es mejor para reducir las dificultades psicosociales de la pérdida de empleo“, concluyó el Dr. Köksal.

La pérdida de ingresos económicos es un importante agente estresor para cualquier persona, tanto más para quien espera un bebé o quiere formar una familia. La salud mental de la mujer durante la gestación es importante tanto para ella como para el desarrollo del feto y la futura salud del bebé. No en vano, se sabe que la ansiedad durante el embarazo perjudica al sistema inmunitario y aumenta el riesgo de parto prematuro. Por todo ello, los especialistas recomiendan buscar ayuda ante los primeros síntomas de depresión o ansiedad en la mujer embarazada.