Las meningitis bacterianas son un grupo de infecciones tristemente famosas por ser enfermedades muy graves, con una alta mortalidad y muchas probabilidades de dejar secuelas. Pero, ¿cómo saber si un niño tiene meningitis? La meningitis…
La encefalitis es la inflamación del cerebro. Puede darse por varias causas como una infección vírica o bacteriana, una inflamación autoinmune, enfermedades transmitidas por picaduras de insectos…
Cuando la inflamación es ocasionada por una infección en el cerebro, se denomina encefalitis infecciosa. En cualquier caso, la inflamación del cerebro provoca que el encéfalo crezca, lo que causa cambios en el estado neurológico del niño, como confusión mental, cambios en el estado mental (a veces hasta coma) y convulsiones.
¿Por qué se produce la encefalitis?
Generalmente la encefalitis se presenta acompañada de meningitis, la infección y/o inflamación del líquido y las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, aunque esta también puede presentarse sin encefalitis.
Las causas de la encefalitis y meningitis incluyen virus, bacterias, hongos y parásitos. La mayoría de estas infecciones se transmite entre personas. Los traumatismos, el cáncer y los medicamentos causan un pequeño número de casos.
La meningitis suele deberse a una infección que puede ser mortal y requiere atención médica inmediata. El tipo más frecuente de meningitis peligrosa es de causa bacteriana y puede ocasionar la muerte en menos de 24 horas. Puede afectar a personas de cualquier edad y aunque en la actualidad existen tratamientos y vacunas eficaces contra algunas de las principales bacterias que causan esta enfermedad, sigue siendo una amenaza importante en todo el mundo.
La encefalitis también puede ocurrir después de una infección bacteriana, como la causada por la enfermedad de Lyme (transmitida por garrapatas), tuberculosis, sífilis o parásitos como nemátodos, cisticercosis o toxoplasmosis (presente en las heces de animales no vacunados).
Otra causa de la enfecalitis puede ser una reacción autoinmunitaria (enfermedad autoinmune). Esto sucede cuando el propio sistema inmunitario del cuerpo ataca los tejidos del cerebro. A veces, un tumor o una reacción alérgica a vacunas también pueden desencadenarla.
Pero la causa más frecuente de encefalitis es la encefalitis vírica por el virus del herpes. Según la pediatra de CSC, Gloria Colli, las complicaciones graves pueden provocar en el bebé ceguera y encefalitis con una altísima mortalidad y alta frecuencia de secuelas. Y, aunque en estos casos el riesgo de transmisión para el bebé es muy bajo, si la madre (u otro cuidador) padece un herpes-zóster o un herpes labial, “hay que extremar las medidas de higiene habituales (lavado de manos antes de levantar al bebé), cubrir las lesiones del herpes-zóster y evitar besar con un herpes labial“, incide nuestra experta.
¿Cómo se detecta la encefalitis?
Encefalitis en niños, síntomas
Los siguientes son los síntomas más comunes de la encefalitis. Sin embargo, cada niño o niña puede experimentar los síntomas de manera diferente. Estos pueden incluir:
- Fiebre.
- Dolor de cabeza (o protuberancia de las fontanelas, los puntos blandos de la cabeza del bebé).
- Sensibilidad a la luz.
- Rigidez del cuello.
- Somnolencia o letargo.
- Irritabilidad aumentada.
- Convulsiones.
- Erupciones en la piel.
- Dificultad para hablar y cambios en el habla.
- Desorientación, confusión o alucinaciones.
- Pérdida de energía.
- Pérdida del apetito.
- Marcha inestable.
- Náuseas y vómitos.
Es posible que los síntomas en los recién nacidos y niños pequeños no sean tan fáciles de reconocer:
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Rigidez en el cuerpo.
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Irritabilidad y llanto con más frecuencia (estos síntomas pueden empeorar cuando se carga al bebé).
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Alimentación deficiente.
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La fontanela en la parte superior de la cabeza puede sobresalir más.
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Vómitos.
Los síntomas de la encefalitis pueden parecerse a otras afecciones o problemas de salud, por lo que siempre es fundamental consultar cuanto antes al pediatra para recibir un diagnóstico.
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En cualquier caso, las siguientes señales son síntomas de emergencia y hay que acudir de inmediato a urgencias:
- Pérdida del conocimiento o baja reacción, estupor, coma.
- Debilidad muscular o parálisis.
- Convulsiones.
- Dolor de cabeza intenso.
- Cambio repentino en las funciones mentales como estado de ánimo plano, deterioro del juicio, pérdida de la memoria y falta interés en las actividades diarias.
El diagnóstico de encefalitis se hace después de la aparición gradual de síntomas específicos y después de la prueba de diagnóstico. Durante el examen, el pediatra consultará el historial médico y de vacunación del niño o la niña. También puede preguntar si ha tenido recientemente un resfriado u otra enfermedad respiratoria o gastrointestinal, y si ha sufrido recientemente la picadura de una garrapata, ha estado cerca de animales o ha viajado a ciertas áreas del país o fuera de él.
Las pruebas de diagnóstico que se pueden realizar para determinar la encefalitis pueden incluir imágenes por resonancia magnética, tomografía computarizada, análisis de sangre, pruebas de orina y heces, cultivo de esputo (el material expectorado de pulmones y boca), electroencefalograma, punción lumbar (punción espinal para medir la presión en el canal espinal y el cerebro y analizar el fluido espinal cerebral y determinar si hay infección) y biopsia del cerebro (en casos poco frecuentes, se puede extraer una muestra del tejido afectado del cerebro para hacer un diagnóstico).
¿Cómo se trata la encefalitis en niños?
¿Cómo curar encefalitis en niños? El tratamiento específico para la encefalitis será determinado por el médico en base a la edad, salud global e historial médico; la gravedad de la afección, la tolerancia del niño a procedimientos, tratamientos o medicamentos específicos y las expectativas médicas. La clave para tratar con éxito la encefalitis es la detección y el tratamiento tempranos.
Un peque con encefalitis requiere hospitalización inmediata y monitoreo constante. Algunas veces, según la causa específica de la encefalitis, se pueden usar ciertos medicamentos para combatir infecciones que pueden ser la causa; o medicinas de diverso tipo para controlar la infección, los ataques, la fiebre u otras afecciones o síntomas.
El objetivo es reducir la hinchazón en la cabeza para prevenir otras complicaciones relacionadas, y brindar cuidados complementarios (reposo, nutrición, líquidos) para ayudar al cuerpo a combatir la infección y aliviar los síntomas.
¿Qué secuelas deja en un niño la encefalitis?
El grado del problema depende de la gravedad de la encefalitis y de la posible presencia de otros problemas o complicaciones que podrían afectar al niño o a la niña. En casos graves, se puede requerir una máquina de respiración para ayudarle a respirar más fácilmente.
Por lo general, la fase aguda de la enfermedad dura de 1 a 2 semanas. La fiebre y los síntomas desaparecen de manera gradual o súbita. Algunos niños pueden tardar varios meses en recuperarse por completo.
El pronóstico en este sentido es muy variable. En los casos leves y cortos los niños suelen recuperarse por completo. En cambio, en los casos más graves puede haber deterioro permanente o incluso muerte.
Encefalitis en niños, secuelas
Al hincharse el tejido cerebral, esto puede destruir neuronas y provocar sangrado en el cerebro y daño cerebral. El daño cerebral permanente puede ocurrir en casos severos de encefalitis y puede afectar a la audición, la memoria, el control muscular, la sensibilidad, el lenguaje o la visión.
Por ello, si la función cerebral resulta gravemente afectada, a medida el niño o la niña se recupera puede necesitar fisioterapia, terapia ocupacional y/o terapia del habla para ayudar a que el niño recupere la fuerza muscular y/o las destrezas del habla.
El equipo médico orienta a la familia después de la hospitalización para enseñarles cómo cuidar mejor al pequeño en casa, y describe problemas clínicos específicos que exigen la atención inmediata de su médico. Además, un niño o una niña con encefalitis requiere evaluaciones médicas frecuentes después de la hospitalización.
¿Cuándo se contagia la encefalitis?
¿Es contagiosa la encefalitis? La inflamación cerebral en sí misma no se puede contagiar, pero cualquiera de los virus que pueden causar una encefalitis sí que se pueden contagiar. Por ello, se debe evitar el contacto con alguien que tenga encefalitis. Aunque es importante resaltar que porque una persona contraiga determinado virus, eso no significa que vaya a desarrollar una encefalitis.
¿Cómo se evita la encefalitis?
Es decir, por un lado, se debe mantener una correcta higiene y un adecuado control veterinario de los animales domésticos (desparasitarlos para prevenir la aparición de garrapatas y otros parásitos, y vacunarlos para prevenir la encefalitis causada por el virus de la rabia).
Por otra parte, es importante aplicar a los mayores de 2 meses un repelente de insectos que contenga DEET cuando salgan a áreas abiertas (nunca se debe usar este químico en bebés menores de 2 meses, para los que se aconsejan barreras físicas como mosquiteras en cunas, cochecitos de paseo y ventanas). También es importante eliminar cualquier fuente de agua estancada y ponerle camisetas de manga larga y pantalones largos cuando esté afuera, especialmente al anochecer.
Asimismo, niños y adultos deben aplicarse las vacunas de rutina contra los virus que pueden provocar encefalitis. Las personas que planean viajar a lugares como algunas partes de Asia, en donde se encuentra la encefalitis japonesa, deben recibir vacunas específicas.
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