¿Siempre hay que poner body al bebé?

Los recién nacidos necesitan el piel con piel de la madre para poder modular su temperatura, algo que los bodies por sí solos no pueden hacer

Llega el momento de preparar la maleta que tenemos que llevar al hospital para el día del nacimiento de nuestro bebé. Sin duda, una de las primeras prendas que compraremos será el body. Eso sí, no será uno, más bien serán “los bodies”, porque los compraremos por decenas. Hoy vamos a hablar de esta prenda tan básica y práctica que todo padre o madre ha utilizado desde el primer día de su nacimiento. Pero ¿siempre hay que poner body al bebé?

El body en bebés, un imprescindible

¿Por qué los bebés llevan body? No existe una explicación científico-médica a esta pregunta. Sin embargo, es indiscutible que el body se ha convertido en la ropa interior por excelencia de los bebés: una sola pieza de algodón que cubre el tronco y que puede variar pudiendo ser de tirantes, manga corta o manga larga.

Primerizos o no, todos los padres nos encargamos de tener un cargamento de bodies para nuestro pequeño. Y es que no se puede negar que son realmente útiles. Sus botones de presión o botones automáticos nos hacen la vida más fácil con un recién nacido y sus numerosos cambios de ropa y pañal.

 

 

Además, nos sirven para todo tipo de situación: si queremos que vayan más arreglados o para estar por casa. Por no hablar de lo versátiles que son: los podemos usar solos o combinados con polainas o pantalón largo en los días de más frío. Tampoco podemos olvidar lo prácticos que resultan cuando el niño comienza a ponerse boca abajo o a gatear, ya que no dejarán su tripita al aire ni se moverá cuando se arrastre por el suelo.

Piel con piel: El mejor regulador de temperatura

Queda claro que el body es una pieza imprescindible en el armario de todo recién nacido por su comodidad, versatilidad y su fácil limpieza (recuerda que siempre hay que lavar la ropa del bebé antes de ponérsela). Pero no podemos olvidar que es una prenda que cubre al bebé, y los recién nacidos necesitan el piel con piel de la madre para poder modular su temperatura.

Así lo explica la pediatra del equipo CSC, Gloria Colli:

“Cuando se ponen piel con piel tras el parto, el bebé regula mejor la temperatura; la respiración y la circulación se adaptan mejor y más rápido, lloran menos y favorece el inicio de la lactancia y se relaciona con un aumento de su duración. En bebés prematuros puede incluso mejorar la supervivencia y tener un mejor pronóstico en cuanto al desarrollo psicomotor. En las crisis de lactancia, ayuda a que estas se resuelvan antes.”

 

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Los expertos recomiendan practicar el piel con piel el máximo tiempo posible sobre el pecho de la madre y que el bebé esté sin ropa. Esta es la forma más eficaz de regular la temperatura del bebé, algo que los bodies por sí solos no pueden hacer.

Y es que la naturaleza es sabia. El líquido amniótico está a una temperatura constante de 36º y cuando un niño nace necesita algo de tiempo para autotermorregularse. El pecho de la madre es capaz de aumentar hasta dos grados su temperatura cuando acoge al bebé y así le ayuda a mantener la temperatura corporal adecuada.

Es una manera sencilla de ayudar al neonato a hacer que el paso de dentro de la madre al exterior sea más amable y progresivo, haciéndoles sentirse resguardados y protegidos. Este simple acto, como es el piel con piel, tiene además innumerables beneficios a corto y a largo plazo, como por ejemplo:

  • Ayuda a regular el ritmo circadiano, la frecuencia respiratoria o las constantes vitales.
  • Favorece el establecimiento de la lactancia materna. Que el bebé se enganche durante sus dos primeras horas de vida al pecho de su madre, ayudará a que todo fluya mejor y de forma más fácil para ambos.
  • Disminuye los niveles de ansiedad del bebé. El contacto piel con piel entre ambos produce una descarga hormonal que ayuda a crear vínculos emocionales fuertes, a regular el estrés y favorecer un sueño más largo y de mayor calidad.

 

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La importancia del porteo en invierno: Abrigos porteo

Es importante tener en cuenta que aunque sea invierno, no es necesario poner mil capas de ropa al bebé. Lejos de necesario, más bien es contraproducente. Abrigarles en exceso puede provocarles fiebre. Pensamos que les estamos protegiendo y sin querer, les estamos exponiendo al frío.

“Ellos no termorregulan solitos, necesitan una fuente de calor vivo (de ahí lo beneficioso del piel con piel). Por eso, llevarles con la ropa justa pero en nuestro pecho conseguirá mantenerlos a buena temperatura. Así, para protegerlos del frío, del viento o de la lluvia, tenéis que cubrirlos por encima, como si fueseis uno, apunta María Arenzana, asesora de porteo de la Tribu CSC.

 

Porteo en invierno, tips para ayudar a termorregular a los más peques

 

Nuestra experta propone crear una burbuja calentita dentro de la ropa de abrigo. Para ello hay varias opciones:

  • Un cobertor. Para seguir con el porteo invernal es necesario tapar al bebé con una capa más. Esta capa extra puede ser un cobertor. Suelen ser impermeables, de una sola talla y una opción más económica que el abrigo de porteo.
  • Extensores de abrigos. Son trozos de tela con cremalleras para adaptarlo a tu propio abrigo. A día de hoy hay muchos modelos distintos, por lo que es aconsejable que antes de gastarnos el dinero nos cercioremos de que las cremalleras coincidan y sean compatibles con nuestro abrigo.
  • Abrigos de porteo. Es de las prendas más versátiles. Permiten diferentes posiciones para portear la bebé, a diferencia de los cobertores, que están pensados para el porteo delantero. Estos abrigos tiene una pieza central insertable que modifica su estructura y te permite tanto convertirlo en abrigo premamá como llevar al bebé delante o detrás y también usarlo como cualquier abrigo normal.
  • Cada vez son más las prendas confeccionadas para el porteo en invierno, como sudaderas o chalecos de forro polar para el porteo de bebés.

 

Porteo en invierno, tips para ayudar a termorregular a los más peques

 

Recuerda que cuanto menos ropa haya entre el bebé y tú, más calor corporal os pasaréis el uno al otro. Estas son solo algunas propuestas para facilitar el porteo y aprovechar todos los beneficios que aporta al bebé, pero si tienes alguna duda o no te queda claro cómo llevarlo a cabo, recuerda que la Tribu CSC cuenta con especialistas online para ayudarte.

¿Y qué pasa con el calor? ¿Se pone body al bebé en verano?

¿Hay que poner body al bebé en verano? Como ya hemos comentado a los recién nacidos les cuesta regular su propia temperatura corporal, pero una vez que lo consiguen el calor es igual para todos. Si tú tienes calor, el bebé también lo tendrá y el exceso de temperatura puede provocar sudamina, una irritación de la piel provocada por el sudor que no consigue evaporarse y se queda atrapado en las glándulas sudoríparas.

Esto pasa cuando el niño está demasiado tapado o está en un ambiente poco aireado y demasiado cálido. Por ello para el verano lo ideal sería usar bodies de tirantes que protejan su barriguita, pero le mantenga fresco en los momentos de más calor. Sería recomendable que fueran de tejidos ligeros, de algodón o de lino.

A la hora de portear en verano, también podemos poner en marcha tips específicos.

 

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¿Hasta cuándo poner body al bebé?

Quizás se haya pasado por tu cabeza la pregunta: ¿cuándo dejo de usar bodies con mi bebé? No hay un respuesta clara, no existe un momento específico, más bien cada madre o padre descubrirá cuándo es ese momento en el que tu bebé ya no necesita esta prenda.

Aunque no hay una fecha de caducidad estricta para que nuestros hijos dejen de usarlos, lo cierto es que la gran mayoría de marcas de ropa de bebés sólo venden bodies hasta la talla de 24 meses, como mucho podrás encontrar hasta los 36, es decir, los 2-3 años.

 

¿Siempre hay que poner body al bebé?

 

Pero, sin duda, el momento más común para dejar de vestir a los niños con esta prenda es en la etapa de control de esfínteres. Y es que cuando comienzan a controlar los esfínteres lo último que queremos es complicarles ese ansiado momento con los broches o los cierres de la entrepierna. Por lo que cuando veamos que están preparados para usar el baño por sí solos, buscaremos darles facilidades retirando el body y dando paso a la ropa de “niños grandes”.

 

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