Beneficios del aceite de oliva en la lactancia

Artículo publicado el 28 Nov 2021 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 13 marzo, 2024

El aceite de oliva virgen extra (AOVE) es uno de los alimentos más completos y saludables para el ser humano. Es positivo para la dieta durante el embarazo y el posparto por sus grasas “buenas”, pero también tiene beneficios durante la lactancia. Y no solo al regar alimentos con él, sino también aplicando aceite de oliva en la piel para aliviar las temidas grietas del pezón.

Las grietas (y el dolor en general) supone una de las causas principales por las que las madres abandonan la lactancia materna. Es un mito que los pezones tengan que “curtirse” o “hacer callo” como fase previa a que desaparezca ese malestar. Los pezones y los pechos de las mujeres están preparados para amamantar. Si salen grietas o duele, algo ocurre. En al mayoría de casos de debe a  un problema agarre.

En estos casos, lo mejor es buscar asesoramiento. A mí me salió una grieta con mi primera hija. La matrona me aconsejó recolocar y cambiar la postura y se solucionó. En la Tribu de CSC podéis encontrar ese asesoramiento, ya que entre nuestras profesionales tenemos a la consultora de lactancia Inma Mellado y a las matronas Esther Esteban y Sara Caamaño.

Tesis sobre los beneficios del aceite de oliva virgen extra en la lactancia

Es muy probable que ya te hayan recomendado el uso del aceite de oliva virgen extra como método para tratar las grietas en el pezón. La recomendación habitual es la de utilizar una pequeña gota en la herida después de las tomas, varias veces al día. El aceite es antioxidante y antiinflamatorio. Y ayuda a la curación y cicatrización de las grietas.

 

 

Existen algunos estudios que demuestran el beneficio del aceite de oliva virgen extra en la lactancia. La doctora y enfermera Irene Agea ha defendido recientemente una tesis en la Universidad de Jaén precisamente sobre eso. El estudio pretendía demostrar si el AOVE ecológico presenta beneficios en la prevención y tratamiento del dolor y las grietas del pezón, en comparación con la leche materna extraída.

¿Lanolina o aceite de oliva?

Existen varias cremas o ungüentos para el pezón de la mamá lactante. ¿Son útiles? ¿O es preferible aprovechar los beneficios del aceite de oliva? En esta guía del Ministerio de Sanidad explican que no se ha demostrado que la lanolina sea eficaz, aunque tampoco “dañina”.

“En cuanto al uso de cremas o pomadas para los pezones, aunque ninguno ha demostrado aliviar el disconfort en el pezón, el consenso general es que si la mujer está utilizando un producto que cree que le ayuda y no es dañino para ella o el niño, no oponerse a que lo use”.

Lo mejor para curar las grietas es dejar las heridas al aire y no aplicar ningún tipo de crema que pueda macerar la grieta y retrasar la curación. Si se trata de una infección, sí es posible que se prescriba algún tratamiento. Incluso la propia leche en la grieta podría estar contraindicada en algunos casos.

 

 

En cambio, el aceite de oliva sí se recomienda para ayudar en la curación de las grietas. Además, no es necesario limpiar los pezones porque a los pocos minutos desde su aplicación la piel lo absorbe completamente y el bebé puede volver a mamar sin que sea tóxico para él.

Pero, como resalta la consultora en lactancia de la Tribu, Inma Mellado, “es importante entender que se trata de un alivio. La curación de la grieta llegará cuando se corrija el orígen de la misma que -como explicábamos antes- casi con toda seguridad se deba a un problema de agarre”. Por ello, es vital pedir ayuda cualificada.

Los beneficios del AOVE en la alimentación

Los beneficios del aceite de oliva virgen extra no solo se limitan a la piel y las grietas del pezón por la lactancia materna. Se le llama “oro líquido” por una buena razón. Su composición nutricional es fantástica durante el embarazo, el posparto y la lactancia y, en general, para toda la vida.

Entre sus más de 150 componentes destacan las vitaminas A, D, E  y K, y el ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado de la familia de los ácidos grasos omega 9. Facilita el control del colesterol disminuyendo el LDL (el «malo») y aumentando el HDL, protegiendo así el sistema cardiovascular.

 

 

El aceite de oliva virgen extra es 99,9% grasas de origen vegetal, rico en calorías pero «de las buenas». Destacan el omega 3 y el omega 6, que son esenciales para nuestro cuerpo ya que no puede producirlos por sí mismo. También contiene oleocanthal, un compuesto orgánico natural exclusivamente presente en el aceite de oliva que actúa como agente antiinflamatorio. Además, tanto la vitamina E (antioxidante) como el ácido oleico contribuyen al crecimiento y mineralización de los huesos.

De hecho, el AOVE está recomendado también para los bebés de más de seis meses, momento en que, tras la lactancia exclusiva, se inicia la alimentación complementaria.

Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar con nuestro equipo de expertos en salud materno-infantil y crianza respetuosa.

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