¿Son seguros los tatuajes de henna estando embarazadas?

El embarazo es un momento único y muchas mamás optan por pintar su barriga como recuerdo en una sesión fotográfica. Más allá del belly painting, podemos optar también por los tatuajes temporales, pero, ¿son seguros los tatuajes de henna estando embarazadas?

El embarazo siempre ha estado rodeado de mitos, entre los que se encuentran la falsa creencia de que una mujer embarazada no puede realizarse tatuajes. Sin embargo, no hay ningún problema en realizarse un tatuaje en este momento ya que la tinta se queda en la piel sin pasar a la sangre. Por ello, no hay ninguna posibilidad de que la tinta llegue al feto a través de la placenta.

Eso sí, siempre hay que hacerlo con un profesional titulado y en un centro registrado, además de seguir una serie de recomendaciones básicas como que las agujas sean nuevas y desechables, la tinta esté en un envase estéril y las gasas empaquetadas y sin abrir. Pero, ¿y si en lugar de un tatuaje permanente, optamos por los tatuajes de henna estando embarazadas?

 

 

¿Son seguros los tatuajes de henna estando embarazadas?

La henna es una pasta que se realiza con hojas machacadas de una planta llamada Lawsonia alba Lam, habitual en países del sur de Asia y del norte de África. Esta pasta se suele mezclar con agua caliente, zumo de limón o aceites esenciales para hacer el tatuaje, que suele durar entre 7 y 21 días en función de la piel y la temperatura corporal de cada persona, así como la frecuencia de lavado, el contacto con la ropa o la aplicación de cremas o aceites corporales.

La principal ventaja de los tatuajes de henna frente a los permanentes es, además de que desaparecen con el tiempo, que no causan heridas ni dolor.

Según la American Pregnancy Association, hay diferentes tipos de henna. La henna natural posee pigmentos vegetales y es la que tiñe la piel en tonos naranjas, rojos y marrones, por lo que se considera la más saludable para usar en el embarazo. En el lado opuesto se sitúa la henna negra que hay que tratar de evitar, según la asociación americana, ya que contiene parafenilendiamina (PPD), una sustancia que puede provocar alergias con facilidad al entrar en contacto con la piel. De hecho, según la American Pregnancy Association, la henna negra no es segura para nadie ya que puede conllevar la aparición de quemaduras, ampollas difíciles de diagnosticar y de tratar.

 

 

Por tanto, en principio no habría ningún problema con que una mujer embarazada se realice un tatuaje de henna, aunque siempre puedes consultarlo antes con la matrona o el ginecólogo en caso de que surja cualquier duda (puedes consultar online a nuestros especialistas en la Tribu CSC, durante todo un mes gratis). Así lo aconseja también la matrona del equipo de CSC, Esther Esteban:

“Antes de lanzarnos a hacer el tatuaje de henna estando embarazadas, es importante hacer antes una pequeña prueba en alguna zona de la piel para ver la tolerancia de la piel y la posible aparición de alergias”. 

El motivo es que, a pesar de que este tipo de tatoos se realiza con ingredientes naturales, puede provocar alergias y ser rechazados por la piel de la mujer por los desajustes hormonales.

De hecho, durante el embarazo la piel de la mujer suele requerir unos cuidados especiales como usar una protección solar elevada y sombreros; mantener una buena hidratación; seguir una alimentación saludable durante la gestación; y evitar la vida sedentaria. De esta forma, se pretende prevenir la aparición de los melasmas o la decoloración o las arañas vasculares, entre otros problemas que pueden aparecer en la piel de las mujeres embarazadas.

 

 

Tatuajes de henna en el embarazo, una tradición milenaria

Aunque cada vez más mujeres se realizan tatuajes de henna estando embarazadas o incluso recurren al body painting, lo cierto es que los primeros son una tradición milenaria en algunos países como Egipto, la India o parte de Oriente Medio y se realizan como símbolo de buena suerte y belleza.

Con él, y a través de diseños de flores, mandalas o animales, se cree que se crea un vínculo con el bebé y se simboliza el cuidado del pequeño ya desde este momento. Además, existe la creencia de que con ellos se transmite buena suerte y serenidad al niño y, según la leyenda, traerán un parto y un bebé feliz.

 

 

En estas culturas, los tatuajes de hennas estando embarazadas están cargados de simbolismo. Así, se realizan de tal forma que, a medida que crece la barriga, lo hace también el tatuaje sin deformarse, tratando de mostrar lo que ocurre en el interior del vientre para hacer un seguimiento del bebé desde el exterior.

 

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