Cinco tips para cuidar la piel durante el embarazo

Artículo publicado el 2 Sep 2021 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 3 noviembre, 2023

Aunque hay mujeres embarazadas que lucen la piel más luminosa y brillante que nunca, otras sufren la aparición de manchas, acné, enrojecimientos o erupciones. Por eso en este post te ofrecemos cinco consejos para mimar la piel durante el embarazo.

Durante la gestación, las futuras mamás deben tener una atención extra. A la alimentación durante el embarazo, el deporte o el autocuidado emocional durante la gestación, se suma el cuidado de la piel durante el embarazo.

Problemas en la piel durante el embarazo

Los desajustes hormonales, endocrinos e inmunitarios son los responsables de los cambios en la piel durante el embarazo. Así, los poros suelen segregar más grasa en este momento, lo que provoca que la piel se vuelva mucho más delicada.

¿El resultado? Desde una piel durante el embarazo seca a muy grasa, la aparición de acné, decoloración, palmas de las manos rojas (eritema palmar), arañas vasculares, verrugas o la aparición de la línea alba. Además, se producen cambios en la pigmentación de la piel: se oscurecen las areolas mamarias, los lunares, las cicatrices y aparece el melasma (también conocido como cloasma o máscaras del embarazo). A todas ellas se suman las tan famosas como temidas estrías producidas principalmente por un factor genético y el aumento de peso.

 

 

Por ello, y aunque la genética juega un papel fundamental, hay cinco reglas básicas para el cuidado de la piel durante el embarazo: protección solar elevada, hidratación, cuidado del rostro, una alimentación saludable y ejercicio. 

Protección solar elevada y sombreros

Embarazadas o no, debemos usar protección solar con factor 50 durante todo el año y no solo durante el verano. Sin embargo, durante la gestación es aún más importante si cabe para evitar que salgan manchas en la piel.

De hecho, durante los meses de embarazo es habitual que aparezca el cloasma o melasma, unas manchas con tamaño irregular de color café que aparecen en la cara (labio superior, nariz, mejilla y frente) a partir del segundo trimestre. Lo sufren el 90% de las embarazadas y son especialmente habituales en las mujeres con tonos de piel más oscuro.

 

 

Se deben a que los estrógenos y la progesterona aumentan los niveles de melanina, que reacciona a los rayos del sol provocando estas manchas. Aunque pueden desaparecer por sí solas, la mayoría de las veces no ocurre así. En ese caso, deberás esperar hasta después de dar a luz para someterte a tratamientos como la hidroquinona tópica o el tranexámico vía oral. También hay tratamientos físicos como los peelings, el láser o la dermoabrasión.

Para evitar su aparición, se debe usar protección solar con factor 50 cada vez que salgamos a la calle, renovando la aplicación cada dos horas. Y es justo aquí donde está la clave. Según la dermatóloga de CSC, Mónica Roncero, “hay que ser muy cuidadosa y hacerlo a rajatabla. Un solo descuido de una hora puede estropear el trabajo bien hecho de muchos meses y provocar la salida de manchas“, explica. Es recomendable también utilizar gorros o sombreros que protejan el rostro y evitar exponernos al sol en las horas centrales del día, especialmente si estás embarazada en verano.

Cuidado de la piel del rostro durante el embarazo

Durante el embarazo, la piel del rostro puede volverse más grasa o más seca, por lo que deberemos adaptar nuestras cremas habituales a la nueva situación.

También es habitual la aparición de acné en la piel durante el embarazo, incluso en mujeres que nunca lo han sufrido. Por ello, es importante que mantengas tu limpieza facial por la mañana y por la noche, al que puedes sumar un exfoliante.

 

 

Si aparece de forma muy acusada, puedes consultar con un dermatólogo que te aconsejará la crema que puedes usar. Por ejemplo, debes evitar las cremas con retinol (un derivado de la vitamina A) y ácido salicílico ya que pueden dañar al feto. Por el contrario, sí puedes usar productos que contentan ácido glicólico y oil-free.

En el caso de las mujeres embarazadas, Roncero recomienda usar una crema solar con filtro físico con factor de protección 50 para que no haya ningún riesgo de absorción para el feto. Además, pueden usar un maquillaje con factor de protección contra los rayos solares, consiguiendo así una doble protección.

Hidratación de la piel durante el embarazo

Durante los meses de gestación es fundamental mantener una buena hidratación de la piel. Uno de los errores más habituales es que comenzamos a preocuparnos de esta hidratación con el embarazo ya avanzado cuando la realidad es que hay que hacerlo desde el primer momento. Así podemos ayudar a evitar el picor y la irritación de la piel y mantener a raya las estrías.

La aparición de estrías depende de la genética y del aumento de peso que se tenga en el embarazo (especialmente si hay un cambio brusco). Y lo cierto es que no podemos hacer nada para evitarlas.

 

 

A medida que el embarazo avanza y el bebé crece, la piel de la mujer se estira. En caso de que la piel esté seca y deshidratada, responderá peor a este estiramiento. Las estrías suelen aparecer en el vientre, el pecho, los muslos o los glúteos.

Por ello, es importante mantener la piel siempre muy bien hidratada, aplicando crema por la mañana y antes de acostarnos. Si además lo hacemos con la piel húmeda justo después de la ducha, retendremos la humedad que ya hay en la piel. Y nada de cremas antiestrías. Según Mónica Roncero “no hay evidencia científica que demuestre la superioridad de este tipo de cremas, por lo que durante el embarazo basta con seguir usando la crema hidratante habitual”.

El problema es que cuando aparecen ya es muy difícil hacerlas desaparecer tras el parto. El tratamiento más empleado con cierta efectividad es la tretinoína, capaz de regenerar el colágeno y ayudar a mejorar el aspecto de las estrías recientes. Su uso está prohibido durante el embarazo ya que puede provocar anomalías en el feto.

Alimentación saludable

Durante la gestación debes seguir una alimentación saludable y equilibrada. No solo hay que hidratar y cuidar la piel durante el embarazo por fuera con cremas, también por dentro. Por ello, bebe todo el agua que necesites, lo que te ayudará además a eliminar toxinas y con la retención de líquidos. Incluye en tu dieta todo tipo de frutas y verduras, evitando siempre los productos fritos y con alto contenido graso.

 

 

Evita la vida sedentaria

Los trastornos vasculares son frecuentes en el embarazo debido a las hormonas, el aumento del volumen de sangre, el aumento de peso o la genética, entre otros. Todo ello puede provocar molestias como pesadez, hormigueo o calambres y varices en las piernas.

Para evitarlas, hay que tratar de no permanecer mucho rato sentada o de pie en la misma posición, pasear a diario, no usar zapatos de mucho tacón, dormir con los pies ligeramente en alto o realizar duchas con agua fría desde el tobillo a las rodillas.

 

 

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