Melasma en el embarazo: Causas y tratamiento

Artículo publicado el 27 Ago 2021 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 10 octubre, 2023

El melasma es una afección de la piel, principalmente en la zona del rostro, que se caracteriza por la aparición de manchas oscuras. Esta hiperpigmentación puede afectar a cualquier persona, pero se da sobre todo en mujeres jóvenes con la piel morena que toman pastillas anticonceptivas o están embarazadas.

Aunque puede parecer que la causa de estas manchas es hormonal, los estudios afirman que el desencadenante principal es la exposición al sol. Así que, aunque el resumen sería: sé muy cuidadosa con la exposición al sol (sobre todo en verano) durante el embarazo si quieres evitar el cloasma, te explicamos más detalladamente en este post las causas del cloasma gestacional, cómo evitarlo y si existen tratamientos para eliminarlo.

¿Por qué sale el cloasma en el embarazo?

Al cloasma se le llama también paño o máscara del embarazo precisamente porque es la forma que adquiere esta condición. Se manifiesta con manchas de color marrón o amarillo oscuro en los pómulos, la nariz, la frente, la barbilla y la zona superior del labio, dando así el aspecto de una máscara. También puede aparecer esta hiperpigmentación en otras zonas muy expuestas al sol como los brazos o el escote.

 

 

El cloasma se debe a una alteración de los melanocitos, las células encargadas de secretar la melanina. Este pigmento que colorea la piel, también se encarga de protegerla de los efectos de la radiación UV. No están claros los motivos que llevan a los melanocitos a estar biológicamente más activos en algunas personas o momentos, se habla de factores genéticos y hormonales. Pero de la incidencia clínica se deduce que la exposición al sol es la principal causa del melasma; los niveles de estrógenos y progesterona son secundarios.

La prevalencia del cloasma varía en función de la población. Aparece en un 70% de las embarazadas, especialmente a partir de la segunda mitad del embarazo y en aquellas mujeres con la piel más oscura. Dependiendo de la capa de la piel afectada encontramos tres tipos de melasmas: 

• Epidérmico, en la capa superior de la piel. La hiperpigmentación es marrón, con bordes bien definidos.
• Dérmico, en las capas más profundas de la piel. Aparecen zonas azules grisáceas.
• Combinado, tienen un pigmento entre marrón y gris.

 

 

Prevenir el cloasma en el embarazo

Evitar el cloasma gestacional es mucho más efectivo que realizar un tratamiento posterior, y la mejor prevención es evitar el contacto con el sol, sobre todo en verano. Lo ideal es poner barreras físicas. Intentar no salir a la calle en las horas principales del día, caminar siempre que sea posible por la sombra y utilizar sombreros grandes y gafas que cubran el rostro.

Como la exposición solar es interesante (especialmente durante el embarazo) para sintetizar la vitamina D, podemos proteger la cara de los rayos del sol también con una crema solar. Se recomiendan aquellas que contienen filtros físicos o minerales, evitando los filtros solares químicos, con un factor de protección elevado (FPS 50) y repetir la aplicación cada poco tiempo y en cualquier época del año. Si sigues estas indicaciones para evitar el cloasma, puedes tomar el sol un ratito sin problema estando embarazada, ¡los rayos solares no van a llegar al interior del útero y dañar al bebé!

 

 

Además también sería conveniente reducir el uso de cosméticos, evitando aquellos que puedan resultar irritantes o abrasivos para la piel. En la Tribu CSC contamos con la dermatóloga Mónica Roncero, que puede ayudarte a cuidar de tu piel durante el embarazo y el postparto, además de resolver todas las dudas sobre la piel de tu bebé.

¿Cómo acabar con el cloasma gestacional?

Si la prevención ha sido insuficiente y aparecen estas manchas, es importante recordar en primer lugar que el melasma no maligniza. Pero aunque es fácil de identificar, principalmente por la localización de las manchas, no está de más visitar a un dermatólogo-a con la aparición de cualquier alteración en la piel.

Sin embargo, aunque sea un problema estético, a muchas mujeres puede suponerle un gran inconveniente verse así. En muchas ocasiones el melasma desaparece casi por completo tras dar a luz, aproximadamente un año después. Pero como no siempre ocurre así, existen algunos tratamientos para reducir la coloración, aunque no tan eficaces como la prevención.

 

 

La opción principal es recurrir a los activos despigmentantes y blanqueantes de la piel que disminuyen la intensidad del color de las manchas, aunque no se quitan por completo. Algunos de los despigmentantes indicados, que además resultan compatibles con el embarazo y la lactancia, son: el Ácido azeláico, el Ácido tranexámico, el Ácido glicólico y la Niacinamida. Para lograr resultados visibles es necesario ser muy constantes y siempre combinar los activos con protectores solares de factor alto.

Aunque con la terapia con láser y los peelings se puede obtener un buen efecto, también existe el riesgo incontrolable de empeoramiento debido a la hiperpigmentación postinflamatoria, por lo que no se debería acudir a este tratamiento salvo en casos realmente graves.

 

 

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