Una de las cuestiones sobre las que más suelen protestar o mostrar su disconformidad las generaciones mayores actuales con respecto a la juventud actual es por la falta de capacidad de esfuerzo. Dicen que se…

El valor del esfuerzo es imprescindible para conseguir metas u objetivos que, muchas veces, nos producen bienestar y satisfacción personal. Así, a la hora de educar a nuestros hijos e hijas, es importante apelar el valor del esfuerzo en los niños y no alabar su capacidad. Pero, ¿por qué?
¿Apelar el esfuerzo o la capacidad de nuestros hijos e hijas?
En los últimos años hemos tendido a reprochar a los jóvenes su falta de capacidad de esfuerzo. Quieren que se lo den todo hecho y ya, sin mayor dilación. Y, de forma inevitable, se produce un choque generacional con los más mayores, quieren recuerdan que en su juventud todo era más difícil y tuvieron que esforzarse mucho para salir adelante.
Es cierto que gracias al progreso nos hemos acostumbrado a conseguir cosas que antes eran muy complicadas con gran facilidad y, sobre todo, sin esfuerzo. Pero, lógicamente, hay muchas cosas que requieren de mucho esfuerzo, constancia y perseverancia para alcanzarlas.
En muchas ocasiones, cómo hablan de nosotros y si se refieren a nuestro esfuerzo o nuestra capacidad, influye en cómo nos sentimos y en nuestro rendimiento. Por ejemplo, tras un examen pueden decirnos: «Enhorabuena, has aprobado, qué inteligente eres» o también «Es cierto que te has esforzado, pero no eres muy inteligente». Así, además de poner etiquetas a los peques, estamos valorando su capacidad, no su esfuerzo, lo que puede desmotivarnos.
El tema no es nuevo. Ya la investigación sobre la psicología del éxito de Carol Dweck sugiere que si queremos que nuestros peques (y nosotros mismos) rindan mejor debemos apelar siempre al esfuerzo que realizan y la determinación para conseguir algo. Solo así podremos superar cualquier obstáculo que se nos presente. De lo contrario, si nos centramos en sus capacidades (que se tienen o no), en el momento que fracasen, podrán pensar que no son tan buenos como se creía, lo que dañará de forma irremediable su autoestima y motivación.
Puede parecer una diferencia mínima, pero lo cierto es que centrarnos en el esfuerzo consigue crear una psicología del éxito más realista y alcanzable. De hecho, diferentes estudios han demostrado que elogiar la inteligencia tiene más consecuencias negativas para conseguir un logro que valorar el propio esfuerzo. Fue el caso de la investigación de Carol Dweck y Claudia Mueller que analizaron la respuesta de un grupo de estudiantes en función de si se alababa su capacidad o su esfuerzo. Así, los jóvenes que eran alabados por su inteligencia, tendían a centrarse más en los objetivos de rendimiento que en el propio aprendizaje que los peques alabados por el esfuerzo. En caso de fracaso, el primer grupo demostró menos persistencia y menos disfrute de la tarea que el segundo.
Según concluyeron las autoras, alabar a las personas por su esfuerzo los anima a tomar riesgos, a aprender de sus errores y a superar los contratiempos. En caso de elogiarlos por su capacidad o habilidad natural, estos necesitan demostrar de forma constante ese talento, comparándose con el resto y viviendo cualquier obstáculo como un fracaso.

¿Cómo fomentar el valor del esfuerzo en los niños?
Vivimos en un mundo competitivo en el que lo habitual es poner el foco en los resultados finales o los logros. Por ello, centrarnos en la perseverancia durante todo el proceso va a favorecer el esfuerzo personal. El esfuerzo es necesario en cualquier etapa de la vida para conseguir metas u objetivos. Es un valor fundamental para crecer con un desarrollo óptimo y poder progresar. Por ello es clave enseñar el valor y la importancia del esfuerzo a nuestros hijos e hijas. ¿Cómo desarrollar la capacidad de esfuerzo?
- Fomenta su motivación. Permitir que las niñas y los niños realicen aquellas actividades que les motivan favorece el desarrollo de su capacidad de esfuerzo.
- Visualiza metas. Enseña y establece con los peques metas realistas ajustadas a sus posibilidades para poder alcanzarlas.
- Favorece su autonomía. Si hacemos por ellos las cosas que pueden hacer solos, les estamos quitando la oportunidad de esforzarse.
- Enséñales a no rendirse ante las dificultades. Los errores son siempre una oportunidad para aprender.
- Pon el foco en la satisfacción personal.
- Plantea pequeños retos. Pueden ser físicos, intelectuales o creativos que les motiven y activen el espíritu de superación.
- Valora siempre la constancia y el trabajo.
- Da ejemplo. Si ven que nos esforzamos y somos constantes para alcanzar nuestras metas aprenderán el valor del esfuerzo a través de nuestro propio ejemplo.
¿Qué dice la psicología sobre el esfuerzo? ¿Qué valores fortalecen el esfuerzo? ¿Cómo desarrollar la capacidad de esfuerzo? ¿Qué es el esfuerzo en los niños? ¿Cómo fomentar el valor del esfuerzo en los niños? Si tienes más dudas sobre salud materno-infantil o crianza respetuosa, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as que pueden ayudarte y a los que puedes consultar todas tus dudas. Entre ellos, se encuentra la psicóloga infantil y logopeda Elena Mesonero.
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