¿Qué leche le puedo dar a mi bebé recién nacido?: Cómo elegir leche de fórmula

Artículo publicado el 1 Abr 2023 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 30 septiembre, 2023

El mejor alimento para un bebé es la leche de su madre, que está diseñada específicamente para él. Sin embargo, hay ocasiones en las que es necesario o se elige el uso de la leche de fórmula para recién nacidos. En estos casos es lógico que te preguntes: ¿Cuál es la mejor? Hoy te lo aclaramos en este post.

Leche materna y leche de fórmula o artificial

Desde hace años la Organización Mundial de la Salud (OMS) así como otros organismos internacionales y profesionales sanitarios recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y hasta los 2 años combinada con otros alimentos.

Nuestra consultora en lactancia materna, Inma Mellado, a la que podéis consultar en la Tribu CSC, es además de IBCLC es Monitora de La Liga de la Leche, Máster en Nutrición Pediátrica y presidenta de la Asociación Española de Consultoras Certificadas en Lactancia Materna; siempre recuerda que la leche materna es el único alimento “diseñado” exclusivamente para el ser humano.

 

 

Pero hay distintas razones que pueden derivar en la necesidad de hacer uso de la lactancia artificial. Razones que van desde la elección propia y libre de cada mujer a otras cuestiones que hacen que la lactancia con leche humana esté contraindicada.

El objetivo último de las fórmulas artificiales es, de hecho, ofrecer un producto que consiga un desarrollo correcto del bebé. Por eso han de cumplir una serie de requisitos regidos por la normativa europeas y españolas.

¿Cuál es la mejor leche de fórmula para recién nacidos?

Según Inma Mellado, todas la leches de fórmula están “reguladas” por ley. Es decir, que todas tienen que llevar los mismos componentes que establece la normativa europea y española. Por lo tanto, ninguna marca es mejor que otra.

Lo qué sí puede variar es la adicción de ingredientes no regulados, cuya idoneidad esté demostrada clínicamente. Según este artículo de la revista ‘Pediatría Integral’, de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap):

“La tendencia de las fórmulas artificiales ha sido disminuir el aporte de proteínas y suplementación con alfa-lactoalbúmina (presente solo en leche materna) y la adicción de prebióticos y probióticos.

También se suplementan con ácidos grasos polinsaturados de cadena larga, como DHA (ácido docosahexanoico) y la membrana del glóbulo graso de la leche, que tienen impacto positivo en el desarrollo cognitivo, visual e inmunitario de los lactantes”.

 

 

Pero, en la práctica, todas las leches de fórmula para recién nacidos y bebés tienen ingredientes muy similares. Es más, tal y como recalca Inma Mellado, “muchos de los estudios que esgrimen los fabricantes para decir que su leche artificial es mejor son sesgados y tienen poca validez científica”.

Precisamente el último informe publicado en ‘The Lancet’ sobre las tácticas de los fabricantes de leche de fórmula recriminaba a estas empresas el uso de “datos científicos deficientes” para convencer a las familias de que son “la mejor solución a los problemas comunes de salud y desarrollo infantil” de sus hijos.

¿Qué tienen que tener todas las leches artificiales?

Como explica nuestra consultora en lactancia materna, la composición de las leches de fórmula para recién nacidos y bebés está regulada a nivel europeo. Y en el Real Decreto 867/2008, de 23 de mayo, por el que se aprueba la reglamentación técnico-sanitaria específica de los preparados para lactantes y los preparados de continuación.

 

 

En los anexos de este real decreto se detallan las cantidades de todos esos ingredientes que deben tener las leches de fórmula y sus composiciones analíticas.

• La cantidad de kilocalorías (mínimo de 60 kcal/100 ml y máximo de 70 kcal/100 ml).
• Proteínas: Entre 1,8 y 3 g/100 kcal en preparados a partir de leche de vaca y en la leche de fórmula a partir de hidrolizados; y entre 2,25 y 3 g/100 kcal en los de soja.
• Taurina: No más de 12 mg/ 100 kcal.
• Colina: Entre 7 y 50 mg/ 100 kcal.
• Grasas: Entre 4,4 y 6 g/ 100 kcal. Está prohibido el aceite de sésamo y el de algodón. La industria también ha optado por evitar el aceite de palma, aunque no está prohibido. Tampoco se puede usar ni el ácido láurico ni el mirístico. Y se controla los niveles de ácidos grasos trans (no más del 3% del total de materia grasa), así como otros ácidos no recomendables para bebés.
• Fosfolípidos: Máximo de 2g/l.
• Inositol: Entre 4 y 40mg/100 kcal.
• Hidratos de carbono: Entre 9 y 14 mg/ 100 kcal. Además el uso de hidratos de carbonos está restringidos a lactosa, maltosa, sacarosa, glucosa, malto-dextrina, jarabe de glucosa y almidón (pretostado y/o gelatinizado originariamente sin gluten).
  • Lactosa: 4,5 g/ 100 kcal mínimo (excepto en preparados en los que las proteínas de soja supongan más del 50% del contenido en proteínas).
  • Sacarosa: Solo se puede añadir a partir de hidrolizados de proteínas y no más del 20% del contenido total de hidratos de carbono.
  • Glucosa: Solo en preparados hidrolizados y sin exceder los 2 g/ 100 kcal.
  • Almidón pretosatado o gelatinizado: Máximo 2 g/ 100 ml y 30% del contenido total de hidratos de carbono.
• Fructooligosacáridos y galactooligosacáridos.
• Sustancias minerales: Sodio, potasio, cloro, calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc, cobre, yodo, selenio, manganeso y fluor. En el BOE se especifíca las cantidades mínimas y máximas según si la leche de fórmula para recién nacidos procede de leche de vaca e hidrolizados o de soja.
• Vitaminas: También se establecen las cantidades mínimas y máximas de vitamina A, vitamina D, tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, vitamina B6, biotina, ácido fólico, vitamina B12, vitamina C, vitamina K y vitamina E.
• Nucleótidos.

El BOE también recoge la composición y medidas para las leches de continuación, entre otras especificaciones.

 

 

Entonces, ¿hay alguna diferencia entre las distintas marcas de leche artificial para recién nacidos?

Según nuestra experta Inma Mellado, las únicas diferencias están en las cantidades de todos esos ingredientes. Pero, como hemos visto, todas tienen un mínimo y un máximo por lo que las diferencias no son muy grandes.

Po eso, la consultora de lactancia de CSC es reacia a recomendar una marca concreta, al menos hasta que” científicamente se demuestre” que alguna de ellas es mejor que otras.

Incluso aquellas leches de fórmula para recién nacidos que resaltan en sus etiquetas el uso de pre y probióticos no han demostrado que sean mejores que otros. “Intentan imitar los probióticos existentes en la leche materna pero está demostrado que el funcionamiento en la leche humana viene condicionado por otros nutrientes también presentes en el pecho de la mujer”, señala nuestra consultora.

 

 

De hecho, el artículo de la Sepeap hace referencia al Comité de Nutrición de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. Este organismo afirma que, si bien afirma que el uso estos suplementos está aceptado y no producen efectos adversos a corto plano ni alteran el crecimiento,

“no se conocen efectos a largo plazo y la escasa calidad de los estudios metodológicos (tipo de probióticos, duración de la intervención), hacen que el comité crea que aún hay demasiada incertidumbre. Por tanto, el Comité llegó a la conclusión de que actualmente no hay datos suficientes para recomendar el uso sistemático de fórmulas infantiles suplementadas con probióticos y prebióticos para el lactante sano”.

Fórmulas especiales para recién nacidos y bebés

En el mercado también existen otras fórmulas especiales destinadas a mejorar la alimentación del bebé frente al estreñimiento, la regurgitación y los cólicos. Ante cualquier problema o duda, lo primero que deberías hacer es asesorarte con los profesionales sanitarios. Ellos te aconsejarán cuál es la mejor leche de fórmula para tu bebé. En la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la pediatra Gloria Colli y la asesora de lactancia materna Inma Mellado.

 

 

Estas fórmulas especiales son las siguientes, según la descripción de la Sepeap:

• Fórmulas anti-cólicos que supuestamente facilitan la digestión del bebé y que traen proteínas séricas parcialmente hidrolizadas y menor cantidad de lactosa, la cual es sustituida por dextrinomaltosa. Muchas incorporan mayor cantidad de B-palmitato o añaden probióticos, como el Lactobacillus reuteri o FOS para conseguir un efecto prebiótico.
• Fórmulas anti-estreñimiento que pueden mejorar la proporción de B-palmitato, entre otros elementos, asemejándose a la leche materna. Suelen incluir más lactosa por su efecto laxante y probióticos que favorecen el tránsito digestivo.
• Fórmulas anti-regurgitación: incorporan dos tipos de espesantes, harina de algarrobo y almidones que aumentan la viscosidad de la leche. Este tipo de leches deben usarse con tratamiento médico y bajo supervisión.
• Fórmulas sin lactosa. Este tipo de leche de fórmula está destinada a lactantes con intolerancia transitoria o secundaria a la lactosa o en casos de intolerancia congénita a la misma.
• Fórmulas de soja (no recomendada para menores de 6 meses).
• Fórmulas hidrolizadas. Suelen usarse como medida preventiva a la alergia a la proteína de vaca.

Por otro lado, para los bebés prematuros también hay leche de fórmula especial. Estos peques suelen necesitar otra combinación de nutrientes para mantener un crecimiento adecuado y unas condiciones nutricionales determinadas.