Los pediatras de la AAP alertan: Las leches de crecimiento no están reguladas, son innecesarias y peores que la de vaca

La Academia Americana de Pediatría (AAP) ha publicado un nuevo informe en el que advierten de que las fórmulas de leche en polvo que se promocionan ampliamente para niños de hasta 3 años como leches de continuación o de crecimiento no están reguladas, son innecesarias y “nutricionalmente incompletas”.

Estas leches de fórmula, extensamente promocionadas entre las familias en TikTok, anuncios de televisión y otros sitios, a menudo contienen azúcar y sal añadidos. Además, los fabricantes hacen afirmaciones no comprobadas de que las bebidas estimulan el cerebro o el sistema inmunológico de los niños, incide el Dr. George Fuchs, miembro del comité de nutrición de la AAP, que publicó el nuevo informe, en el que se califica como “cuestionables” las prácticas de marketing empleadas por los fabricantes para comercializar sus fórmulas (algo que ya había denunciado la OMS anteriormente).

“La categoría de ‘fórmulas’ dirigidas a bebés mayores y niños pequeños de 6 a 36 meses de edad ha ganado importancia en los últimos años, pero se caracteriza por una falta de estandarización en la nomenclatura y composición, así como por prácticas de marketing cuestionables. Ha habido incertidumbre y percepción errónea sobre algunas de las funciones de estas bebidas para garantizar una nutrición infantil adecuada”, señalan los pediatras en su informe.

 

 

Los fabricantes de la industria de las fórmulas publicitan que estas leches podrían ser útiles para llenar “lagunas nutricionales” en las dietas de los niños, pero es necesario que las familias reciban toda la información, sin sesgos, y Fuchs asevera que los bebés mayores y los niños pequeños deben recibir una dieta equilibrada de alimentos sólidos, además de beber leche materna, leche de vaca entera fortificada y agua después del año de edad.

Leche de crecimiento (o leche 3): ¿Qué es?

La leche de crecimiento, leche 3 o para la etapa 3 es una mezcla de leche en polvo enlatada (de forma similar a la leche 1 – de 0 a 6 meses- y a la leche de continuación o leche 2 -para bebés a partir de los 6 meses de edad-) que se prepara para mezclarla con agua, exactamente igual que las leches de fórmula para recién nacidos o bebés pequeños. A menudo son producidas por los mismos fabricantes de marcas de fórmulas infantiles, empaquetadas con etiquetas similares y vendidas en los mismos pasillos de las tiendas.

Pero, en este caso, están dirigidas a “bebés mayores” y “niños pequeños” (de 12 a 36 meses). Es decir, son productos que normalmente se comercializan para bebés mayores de 12 meses y niños en edad preescolar de hasta 3 años como bebidas nutritivas para la siguiente etapa de desarrollo (etapas 2 y 3).

 

 

Pero, ¿son diferentes a las leches de fórmula para la primera etapa? Sí, normalmente los fabricantes especifican que las leches 3 están enriquecidas (con más calcio, hierro, yodo, fósforo, diversas vitaminas, etc.) supuestamente para ayudar a los peques en edad preescolar en su crecimiento, ya que se supone que ahora tendrán un mayor nivel de actividad física, pero según los especialistas esta afirmación es falsa: los bebés no necesitan este tipo de leches.

Los niños y niñas en edad preescolar no necesitan que estas fórmulas infantiles les aporten los nutrientes clave en su dieta, ya que estos ya están incluidos en una alimentación sana, equilibrada y libre de azúcares añadidos (las leches de crecimiento suelen incluir entre sus ingredientes azúcares añadidos, y a menudo cereales, miel o similares).

Estos alimentos (leche materna, leche de vaca, carnes y pescados frescos, verduras, frutas, etc.) son alimentos reales, en cambio, la leche de crecimiento o leche 3 es un alimento ultraprocesado que contiene grasas saturadas añadidas y azúcares añadidos.

 

 

Falta de regulación

Pero entonces, ¿por qué pueden los fabricantes publicitar de esta manera las leches de crecimiento? Los pediatras de la AAP señalan la falta de regulación.

La fórmula infantil estándar (leche 1 y leche 2) está regulada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. y debe cumplir ciertos requisitos nutricionales como sustituto de la leche humana para bebés de hasta 12 meses. Además, las instalaciones donde se elaboran estas fórmulas infantiles se inspeccionan periódicamente.

Asimismo, las empresas que fabrican preparaciones para lactantes deben cumplir escrupulosamente el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna de la OMS.

En el caso de España, el Real Decreto 867/2008, de 23 de mayo, concreta la reglamentación técnico-sanitaria específica para los preparados para lactantes y para los preparados de continuación.

 

 

Sin embargo, no existen regulaciones para las mezclas de bebidas lácteas para bebés mayores y niños pequeños. Conviene aclarar que estas fórmulas son diferentes a las fórmulas médicas recetadas para afecciones específicas, como problemas para digerir ciertos alimentos.

Los expertos en salud infantil están preocupados: “No sólo no son tan buenas como la leche de vaca y una dieta equilibrada, sino que son peores”

Fuchs y otros expertos señalan que la falta de estándares para estas leches provoca que los ingredientes varíen ampliamente entre las marcas. Además, la mayoría contiene azúcar agregada y están dirigidas a peques que están en la edad en que podrían desarrollar un gusto duradero por los dulces, lo que posiblemente los lleve a un aumento de riesgo de obesidad y otras enfermedades.

“Podría llamarse la bebida azucarada de entrada”, dijo Frances Fleming-Milici, directora de iniciativas de marketing y profesora de investigación del Centro Rudd de Política Alimentaria y Salud de la Universidad de Connecticut.

Además, tal y como afirman los expertos, las denominadas leches “de crecimiento” también son más caras que la leche de vaca.

 

 

En resumen, “no sólo no son tan buenas como la leche de vaca y una dieta equilibrada, sino que son peores”, incide Fuchs, profesor de pediatría de la Universidad de Kentucky.

Todo es marketing, alertan los expertos en salud infantil

Las leches para niños a partir de los 12 meses de edad se publicitan ampliamente y las ventas se han disparado en los últimos años, de 39 millones de dólares en 2006 a 92 millones de dólares en 2015, según un estudio de Cambridge realizado en 2020.

Fleming-Milici alerta de que las empresas promocionan estos productos de una manera que puede llevar a los padres a creer que las bebidas son nutricionalmente necesarias. “Se parecen mucho a las fórmulas infantiles”, manifiesta el experto. “Los padres realmente confían en la fórmula que usan para sus hijos”.

De hecho, en otro estudio sobre las afirmaciones dudosas sobre las fórmulas infantiles del marketing se estableció que el 60% de los cuidadores de niños pequeños dijeron que creían que las bebidas proporcionaban una nutrición que los niños no obtendrían de otros alimentos.

 

 

Aunque el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna de la Organización Mundial de la Salud “prohíbe declaraciones y otras formas de marketing que puedan confundir a los cuidadores sobre los beneficios de la fórmula y otras bebidas a base de leche para bebés y niños pequeños”, ese tipo de marketing es común, señalaban entonces los investigadores.

De hecho, estas leches están etiquetadas explícitamente para niños mayores de 12 meses y las marcas alegan que “pueden contribuir a la ingesta nutricional y potencialmente llenar las brechas nutricionales”, según el Infant Nutrition Council of America (INCA), tal y como señalan los investigadores en su introducción. Un dato curioso, muy a tener en cuenta, es que los miembros de esta asociación son los principales fabricantes de fórmulas y bebidas para niñas y niños pequeños.

Piden que las leches de crecimiento no estén vinculadas a fórmulas infantiles reguladas ni se vendan junto a fórmulas

Según los expertos en salud infantil, las familias y los proveedores de atención médica deberían estar mejor informados sobre las leches para niños pequeños (+12 meses), que “no tienen un papel específico en la atención rutinaria de niños sanos”, afirma la AAP.

 

 

Sus pediatras también quieren requisitos para garantizar que estos productos no estén vinculados a fórmulas infantiles reguladas ni se vendan junto a fórmulas. De hecho, un grupo de salud solicitó a la FDA en 2020 que regulara las leches para niños pequeños, pero la agencia aún está revisando su solicitud.

Pero entonces, ¿qué leche le doy a partir de los 12 meses?

¿Cuál es la mejor leche para un niño de 1 año? Si tu peque toma leche materna esta es la mejor para él independientemente de su edad, ya que la leche humana tiene la propiedad de ir adaptándose a cada etapa del crecimiento, modificando sus ingredientes y aportándole justo lo que necesita en cada momento de su desarrollo.

Si tu bebé toma leche de fórmula, según el nuevo informe de la AAP, a partir del año de edad los niños y niñas pequeños deben tomar leche entera fortificada de vaca. La leche fresca de vaca tiene como ingredientes leche de vaca y ya está. Es lo que se denomina un alimento real (semiprocesado, pero real).

En cambio, la leche de crecimiento o leche 3 es un alimento ultraprocesado que contiene grasas saturadas añadidas y azúcares añadidos.

 

 

Entonces, ¿cuándo dar leche de crecimiento? La respuesta es nunca. Las familias que quieran asegurarse de que los bebés mayores y los niños pequeños reciben la nutrición que necesitan deben confiar en leches fortificadas, alimentos proteicos, cereales, legumbres, frutas y verduras, subraya Fuchs.

¿Cuándo se da la leche de continuación? ¿Qué leche dar a partir de los 6 meses? Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa.

Entre ellos/as se encuentra la pediatra Gloria Colli, el enfermero de pediatría Armando Bastida, la dietista-nutricionista Rebeca Pastor y la asesora de lactancia materna Inma Mellado, que además de IBCLC, es monitora de La Liga de la Leche, Máster en Nutrición Pediátrica y presidenta de la Asociación Española de Consultoras Certificadas en Lactancia Materna.

 

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