Quienes tenemos hijos en edades comprendidas entre los 18 meses y los 4 años, aproximadamente, hemos vivido esos momentos críticos en que nuestro hijo se tira al suelo a chillar, llorar y patalear en cualquier…
Enseñar a identificar y gestionar las emociones es un ejercicio de práctica y paciencia que debe comenzar a hacerse en la primera infancia. Los niños y niñas pequeños aprenden jugando. En la actualidad, hay multitud de juguetes y juegos basados en los sentimientos, y en este artículo os proponemos algunos de los mejores.
Juguetes para trabajar las emociones con los más peques
Para empezar a trabajar las emociones con los más peques de la casa, lo mejor es recurrir a muñecos y juguetes con características faciales removibles. De esta forma, se ayuda al desarrollo emocional y se fomenta la confianza y la voluntad de expresarse. Es ideal para que los niños y niñas jueguen, entre ellos o con los padres, a responder a las preguntas de: ¿Cómo me siento? ¿Cómo te sientes?
Kai Kai y Xin Xin
Son un set de 2 muñecos de felpa suave con piezas de tela con velcro con las que crear una gran variedad de expresiones faciales que alientan a los niños a expresar sus propios sentimientos. Son de Guidecraft y su uso fomenta la conciencia social y la empatía, a través del reconocimiento de los sentimientos del compañero de juego.
Robot de las Emociones
De Plantoys, es un bonito robot de madera con cuatro cabezas intercambiables que representan diferentes emociones: alegría, tristeza, enfado y sorpresa. Estas son las emociones más básicas que comienzan a trabajarse en la primera infancia, y también las más sencillas de asimilar por parte de los más peques.
Además de las emociones, también cuenta con diferentes experiencias sensoriales, ya que cada cabeza tiene una textura distinta. Sus piernas, asimismo, ofrecen un interesante ejercicio de enroscar y desenroscar que a los niños pequeños les encanta y desarrolla su motricidad.
Memo de las Emociones
Es un primer juego de mesa sencillo que se compone de fichas de madera con emociones diferentes. Los niños tienen que hacer coincidir cada par de emociones idénticas. Este juego desarrolla la capacidad de aprendizaje de la relación entre los colores y las emociones, y también les ayuda a desarrollar la memoria de forma divertida. Las fichas con colores de los estados de ánimo sirven para visualizar los sentimientos y practicar el vocabulario de las emociones.
Emoying
Wodibow es un fabricante de juguetes de madera español con varios productos para el desarrollo emocional y expresivo de los más peques de la casa. Emoying es uno de sus artículos estrella: 12 piezas de madera que pueden combinarse entre sí para formar distintas caritas sonrientes, enfadadas, alegres, tristes, enamoradas… Además, las piezas de madera están imantadas, por lo que los niños pueden jugar con ellas en la nevera.
Puzzle Duo
Una de las actividades favoritas de los niños y niñas durante la infancia es hacer puzzles. Por eso practicar las emociones con esta actividad les resulta tan entretenido como estimulante. El Puzzle duo de Djeco les permite, no solo practicar las emociones más básicas (como el amor, la alegría, la pena, el enfado o el miedo), sino también asociarlas a diferentes situaciones.
Portraito
Es un juego de piezas magnéticas, también de Djeco, que representan partes del rostro y con las que los niños y niñas pueden jugar a crear expresiones en la propia lata que las contiene, la cual está decorada con la ilustración de una cara vacía. Como las fichas son magnéticas, también se pueden usar en cualquier superficie metálica.
Emoticápsulas
Miniland es un fabricante español de juguetes educativos con un amplio abanico de posibilidades para jugar en familia a identificar emociones y desarrollar la gestión emocional. Sus Emoticápsulas son uno de los juegos estrella para inculcar emociones y valores en los niños.
Su rango de edad permite utilizarlas con peques desde los 2 años de edad. La actividad consiste en que los peques dibujen en pequeñas cartulinas diferentes objetos y después, en función de si les provocan alegría, tristeza, enfado, miedo o asco deben introducirlo en su cápsula correspondiente.
Las tortitas miedosas
Es un juego para trabajar los miedos infantiles y la expresión de emociones y sentimientos. Ayuda a reconocer situaciones en las que se puede sentir miedo, ofreciendo a los niños la oportunidad de expresarse y hablar sobre ello. Esto les ayuda a descubrir estrategias positivas para regular los estados de ánimo negativos.
El detective de las emociones
Este juego de mesa ayuda a los niños a averiguar qué situaciones y circunstancias pueden dar lugar a qué sentimientos o emociones. Si estos son negativos, les ofrece la oportunidad de reflexionar para saber cómo corregir el comportamiento en todas estas hipotéticas circunstancias.
Si son muy pequeños, es mejor no mostrarles una gama demasiado amplia de emociones cuando empezamos a trabajarlas en familia. Las emociones básicas (alegría, tristeza, miedo, enfado) son suficientes para no desorientarles y confundirles. Hay emociones muy similares (como la melancolía y la tristeza), que incluso a los adultos nos cuesta diferenciar. A medida que van creciendo, podemos ir ampliándolas y también aumentando la dificultad de los juegos.
Juegos de mesa para trabajar las emociones con los niños mayores
Emötiö
Es un juego de cartas español, pero disponible en varios idiomas, ideado por la psicóloga Marta Miguel. No tiene límite de edad y cuenta con unas ilustraciones preciosas y un enfoque respetuoso que valida todas las emociones.
En el libro que lo acompaña se orienta sobre con qué emociones es mejor comenzar y cuáles ir añadiendo, conforme los jugadores crecen, para ir de las más básicas a las más complejas. Además, ofrece varias posibilidades para jugar de diferentes maneras.
Mutkids
En este caso, más que un juego es una firma especializada en juegos de mesa basados en las emociones. Han sido creados por Silvia Dolz, terapeuta gestalt y madre de 3 niños y son juegos ideados para disfrutar en familia, reforzar el vínculo y la confianza, crear complicidad y potenciar la comunicación entre padres e hijos. Están disponibles en varios idiomas.
Ikonikus
Es un divertido juego de emociones y sensaciones para todas las edades, que consiste en contestar a preguntas utilizando cartas en lugar de palabras. Estas contienen símbolos cuyas interpretaciones son infinitas, porque todo depende del contexto y de nuestro propio punto de vista. Ayuda a desarrollar la empatía y ponernos en el lugar del resto de jugadores para adivinar qué sentirían ellos en cada situación.
Los niños aprenden mejor cuando se divierten durante el aprendizaje. Por eso, jugar es para ellos la mejor forma de aprender a identificar, expresar y gestionar sus propios sentimientos.
Educar en el reconocimiento y la gestión de las emociones no es una tarea fácil, pero los juegos como estos nos ofrecen recursos e información para hacerlo de manera sencilla, práctica y entretenida. Con él, grandes y pequeños, aprendemos a identificar y comunicar mejor nuestras emociones. En la Tribu CSC los profesionales de Criar con Sentido Común pueden asesorarte acerca de la mejor manera de criar y educar con respeto a tus peques.
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