Mi hijo empieza Primaria y no es feliz en su clase

Muchos niños y niñas han empezado hace poco una nueva etapa educativa. El comienzo de la Educación Primaria supone un cambio importante en cuanto al desarrollo de las clases, el contenido de las materias y también implica separarse de los compañeros de Infantil. Si has notado que tu hijo no es feliz en su clase, quizás se deba a este cambio. 

El entorno y las relaciones sociales marcan cada momento de nuestra vida. ¡Si hasta unos compañeros de trabajo con los que no congenias pueden hacerte el día a día insoportable! Pues imaginad en los niños que, además, están en un cambio y aprendizaje constantes. Afortunadamente para ellos las relaciones entre iguales son más sencillas y con un poco de ayuda desde casa podemos conseguir que esa tristeza de los primeros días en el colegio se convierta en ilusión.

Qué hacer si mi hijo no es feliz en su clase

Este curso mi hijo pequeño ha comenzado la Educación Primaria, ha cambiado de centro pero la mayoría de sus compañeros van al mismo colegio. Varios de sus antiguos compañeros están en su clase nueva, aunque no todos con los que tenía más amistad. “No me voy a olvidar de ellos mamá, porque voy a verlos por las tardes en el parque”, fue su único comentario cuando se lo dije. Y se centró en uno de los que sí iban a estar con él en clase y en la ilusión que le hacía aquello. 

 

 

Sin embargo, con mi hija mayor no fue igual de bien este paso. Supongo que como es una niña muy sociable y con un trato fácil, no la tuvieron en cuenta a la hora de hacer los grupos. Sus 7-8 amigas estaban en una clase juntas y ella en otra, justo con las dos con las que tenía menos trato. Obviamente esto nos puso muy nerviosos y quizás se lo transmitimos, sumándose a su inquietud propia. ¡Errores de padres primerizos!

Las primeras semanas fueron duras: no quería ir al colegio, no entendía el porqué de ese cambio tan injusto y le faltaba su ilusión y buena predisposición habitual en clase. Es fácil identificar si un niño es feliz en clase, sobre todo si trabajamos a diario con ellos la gestión de las emociones. Quizás no todos lo expresen con claridad, pero basta con estar atentos a qué cuenta de su día a día, a lo que hace en la hora del recreo y a cómo se comporta en casa.

 

 

Puede que aumente la intensidad o asiduidad de las rabietas, tener apatía con cosas que antes le interesaban, sufrir alguna regresión como volver a hacerse pis en la cama e incluso perder el apetito. Todo esto despierta las alarmas de que algo está pasando.

La participación en clase, la curiosidad, la motivación y la confianza en sí mismos son algunas de las señales que nos indican si una niña o un niño es feliz en su clase. Y por supuesto, a largo plazo, notaremos probablemente un cambio a peor en el rendimiento académico si no lo es.

Cómo saber si un niño es feliz en clase

En la primera reunión escolar de mi hijo este año, la tutora repitió en varias ocasiones: “Los niños deberían venir felices al colegio”. ¡Y qué razón tiene! El éxito académico, si es lo que nos preocupa, generalmente va relacionado con el bienestar emocional y social.

La felicidad potencia el aprendizaje, tanto de las materias regladas como de otras aptitudes necesarias para la vida. Así que sí, por encima de todo, un niño debería ir feliz al colegio.

 

 

No podemos obviar que eso de madrugar, salir de la cama cuando hace frío, pasarse las horas en un pupitre atendiendo y realizar tareas que les suponen cierta dificultad no es agradable. Por lo que no debemos preocuparnos si cada mañana nos dicen eso de “no quiero ir al cole”, ya que lo realmente importante es su actitud una vez que llega a la puerta del cole y cómo sale de clase.

Dentro del cansancio lógico de la jornada, si es feliz estará abierto a contarnos qué tal le ha ido el día. Algunos son más abiertos y salen contando absolutamente todo lo que han hecho, a otros les cuesta más, pero seguro que siempre hay algo del día que les apetece decirnos.

Mejor realizar preguntas concretas y no generalizar, en lugar de: “¿Cómo te lo has pasado en el colegio?”, podemos preguntar: “¿Qué es lo que más te ha gustado de todo lo que has aprendido?” , “¿Cómo has ayudado hoy a algún compañero?”, “¿Qué es lo que menos te ha gustado del día de hoy?”.

Cómo enseñar a los niños a ser felices en el colegio

Por desgracia no hay una fórmula mágica para madres y padres sobre cómo enseñar a los niños a ser felices en el colegio, y es que el trabajo que se realiza dentro del aula es fundamental. No siempre está en nuestra mano, pero la comunicación con la escuela es una herramienta que puede ser de utilidad. La mayoría de profesores están abiertos a recibir ayuda de los padres para que todos los niños se adapten bien al colegio y estén contentos en clase.

Podemos aportar sugerencias sobre qué cosas le interesan más a nuestro hijo para que las fomenten en el aula, o comunicar si hay algo que no le guste especialmente. Por ejemplo: hay niños más sensibles a que les hablen demasiado fuerte, algo que puede pasar si hay mucho jaleo en clase, y sienten que les están riñendo. También si notamos que hay algún roce determinado con un compañero es importante comunicárselo al tutor o la tutora.

 

 

Y desde casa, de nuevo, la comunicación es clave si un niño no es feliz en su clase. El juego simbólico puede ayudarnos mucho para reproducir las situaciones que se viven en el colegio y así entender qué puede estar pasando. También a través del juego daremos respuesta a sus inquietudes. Es importante que validemos todas las emociones que le provoca ir a clase y desde ahí intentar buscar soluciones.

Si nosotros tenemos una actitud positiva, ellos podrán reflejarla. Además no debemos pretender que de la noche a la mañana le encante ir al cole, tendremos más éxito si vamos poco a poco proponiéndole retos diarios. Por ejemplo, podemos animarle a que intente responder voluntariamente alguna pregunta que haga la profesora o adivinar qué van a llevar sus compañeros de desayuno.

Qué hacer si a mi hijo le separan de sus amigos en clases diferentes

Uno de los principales motivos por los que un niño no es feliz en su clase está en el tipo de relación que tenga con sus compañeros. Como seres sociales que somos necesitamos sentirnos en un entorno seguro, contar con apoyo y tener confianza en los demás.

Probablemente una niña que empieza Primaria ha estado varios años en Infantil con los mismos compañeros. Durante ese tiempo ha estrechado lazos y ha logrado encontrar la comodidad necesaria para estar a gusto en el colegio y tener una mejor predisposición al aprendizaje. Sin embargo, si ahora le han separado de sus amigos es lógico que sienta esa pérdida.

 

 

Lo primero, de nuevo, es animarles a expresar esos sentimientos que le genera la situación, sin menospreciarlos. Probablemente será solo cuestión de tiempo y pronto hará amigos nuevos, pero en este momento no son capaces de apreciar eso. Además, podemos fomentar los encuentros con sus antiguos compañeros fuera del colegio, así equilibraremos esos sentimientos y se sentirán reconfortados. 

No debemos presionarles, ya que cada personalidad es única y a algunos peques les costará más relacionarse con gente nueva, pero si reforzamos su autoestima y seguridad les costará un poco menos. Investiga los intereses de los demás niños y encuentra aquellos que son comunes a los de tu hijo.

Por ejemplo, si te fijas en que una niña lleva una camiseta de dinosaurios y a tu hijo le encantan, seguro que es un buen punto de partida para iniciar una conversación. Asistir a las actividades que organizan muchas familias fuera del colegio (ir al parque, celebrar cumpleaños, etc.) es otra buena manera de fomentar las relaciones sociales de los niños y las nuevas amistades.

 

 

También puedes preguntarle directamente a tu hijo por los niños y las niñas de su clase: cómo se llaman (si no sabe por dónde empezar haz una lluvia de nombres, seguro que se le ilumina la cara cuando aciertas con alguno), dónde se sienta cada uno, si tienen hermanos o cuál es la asignatura favorita de cada uno. Probablemente no lo sepa, pero estaremos sembrando la curiosidad y al día siguiente estará más receptivo a hablar con alguno de sus compañeros nuevos.

Cuando le he preguntado a mi hija sobre cómo vivió ella esa entrada en Primaria separada de sus amigas, simplemente recuerda con cariño que al poco tiempo de empezar conoció a la que hoy es una de sus mejores amigas. Y también me recuerdo a mí misma, en un colegio nuevo con seis años, y sentirme totalmente sola y asustada; pero también ese día conocí a la compañera que me acompañó durante todo el colegio y 26 años después sigue siendo mi más querida amiga.  

 

 

Si tenéis dudas sobre cómo acompañar a vuestros hijos e hijas en esta etapa, no les veis felices en el colegio o les está costando adaptarse a su nueva clase, recordad que contáis con una tribu entera llena de sabios consejos y mucho apoyo. Incluso tenemos un grupo dedicado a la segunda infancia (+6 años). Además de a 20 profesionales de la salud y la crianza que os pueden ayudar en estos y en otros muchos temas. El primer mes de suscripción a la Tribu CSC es gratuito, ¡aprovechad!

 

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