Resulta curioso que durante una época y en algunas culturas, el calostro se consideraba leche "de mala calidad", invitando a la madre a darle al recién nacido otro alimento, hasta que le subiese la leche…
En numerosas ocasiones nos leeréis repetir las bondades del calostro, esa “primera vacuna” que deberían recibir todos los recién nacidos. Y es que, una parte del maravilloso sistema reproductivo de los mamíferos consiste en proveer a las madres del alimento perfecto para su pequeña e indefensa cría. Pero… ¿realmente el calostro lo segregan todas las mujeres?
Cuándo se empieza a producir el calostro
Una vez que ha comenzado la gestación, las hormonas de la mujer sufren diferentes cambios. El más conocido es que empieza a segregarse la hormona gonadotropina coriónica humana (HCG), conforme avanza el primer trimestre de embarazo esta hormona va aumentando considerablemente, y puede detectarse tanto en la sangre como en la orina. Y su presencia nos dirá, gracias un test, si la mujer está embarazada o no.
La placenta segrega lactógeno placentario y aumentan los niveles de estrógenos y progesterona (habitualmente presentes en el cuerpo de la mujer, gracias a los ovarios, pero ahora en mayor cantidad, pues la placenta también las produce). Y otra de las hormonas que estará más presente durante el embarazo es la prolactina, encargada de que las glándulas mamarias empiecen a producir el precalostro.
Esto sucede en torno a las 16 semanas de embarazo, e incluso a algunas mujeres pueden observar cómo sale alguna secreción o una costra sobre el pezón, a partir de las 24-28 semanas de gestación. Tras el alumbramiento, con la salida de la placenta, los niveles de estrógenos y progesterona descienden y la prolactina actúa en su totalidad, produciendo el calostro durante las primeras 48-72 horas de vida del bebé, hasta que sube la leche de transición.
Cómo saber si tengo calostro
La falta de confianza en la capacidad de amamantar es uno de los principales problemas que dificultan la lactancia materna. Y si le sumamos la falta de información, la tasa de mujeres que dan el pecho a los tres meses se vuelve bajísima (30%), comparada con el número de mamás que afirman que desean amamantar (90%).
Prácticamente todas las mujeres segregan calostro. Ni por muy angustiada que estés durante el embarazo, si aunque tu madre afirmase que ella no tuvo “nada de leche, por lo que tú tampoco tendrás”, ni si tienes los pechos pequeños, ni si tu bebé nace antes de tiempo…
Cuando tengas a tu recién nacido sobre el pecho, piel con piel, una de las primeras cosas que hará será buscar el pezón y querrá mamar. Vienen así programados de serie, por eso es tan importante que no te separen de él o ella. Y gracias a una succión eficaz saldrá el calostro, el bebé tragará y sabrás que, efectivamente tienes calostro.
Lógicamente, debido a que este oro líquido se digiere muy fácilmente y con rapidez, y a que el estómago del recién nacido es muy pequeñito, volverá a querer comer al poco tiempo. Y así durante los primeros días, ¡incluso semanas!
¿Todas las mujeres segregan calostro?
Hemos dicho que prácticamente todas las mujeres segregan calostro. Pero, para ser fieles a la realidad, igual que hay mujeres que no producen leche suficiente para una lactancia materna exclusiva (solamente son un 5% aquellas con una causa justificada de hipogalactia real), también podría haber casos en los que no se segregue ni calostro.
Y es que si la prolactina no alcanza los niveles adecuados durante el embarazo, la producción de calostro no es posible. Esta falta de prolactina se conoce como hipoprolactinemia y, afortunadamente, es una alteración muy infrecuente. Tanto que ha sido muy poco estudiada. (La ausencia total de leche se conoce como agalactia, pero es una patología extremadamente rara. Lo más habitual, aunque sigue siendo infrecuente, es una disminución de prolactina que sí pueda permitir algo de producción de leche). No pasa lo mismo con la hiperprolactinemia (prolactina alta), sobre eso sí podemos encontrar más información.
Otro de los motivos por los que no es muy diagnosticada, además de por su poca frecuencia, es que casi no tiene repercusión clínica, salvo a la hora de amamantar. Y ya sabemos que todo lo que tenga que ver con lactancia materna, se deja en último lugar, ya que (por desgracia) rápidamente se acude a la lactancia artificial.
Niveles bajos de prolactina
Aunque los niveles de referencia de la prolactina pueden variar de un laboratorio a otro y según el método utilizado, de manera general, podríamos situar los valores normales de las mujeres no embarazadas y fuera del periodo de lactancia entre 3 y 29,2 ng/mL; y en las mujeres embarazadas aumenta entre 9,7 a 208,5 ng/mL.
Las causas de la hipoprolactinemia pueden estar relacionadas con varios factores: alteraciones genéticas o daños en la hipófisis (glándula que segrega la prolactina). Pero cuando esto ocurre se puede detectar fácilmente en los primeros días del postparto ya que el bebé estará irritable, se retrasa la eliminación de meconio, disminuyen las micciones y suelen perder mucho peso los primeros días.
La producción de prolactina también puede verse afectada por el Síndrome de Sheenan, un trastorno adquirido tras una hemorragia en el parto, con el que la hipófisis se necrosa, colapsando la circulación. Es muy poco frecuente, y puede incidir en otras hormonas como la antidiurética, el cortisol, la hormona tiroidea o gonadotrofinas.
Cómo aumentar los niveles de prolactina
No hay muchos tratamientos que sirvan para aumentar los niveles de prolactina, y también va a depender del motivo del diagnóstico. Para aumentar la producción de leche en casos así, puede intentarse el uso de galactogogos: fármacos antagonistas de la dopamina, ya que incrementan la secreción de prolactina. Por supuesto siempre con el correcto control sanitario.
Asimismo, el acompañamiento emocional de las madres que desean amamantar y se encuentran con esta alteración es fundamental. Es importante recordar que el vínculo seguro con el bebé no es exclusivo de la lactancia materna, y también rodearse de profesionales empáticos que no menosprecien las emociones de la madre y de un grupo de apoyo con el que compartir las dudas y los sentimientos. En la Tribu CSC contamos con ambas cosas, el primer mes es gratuito, y además incluye más de 120 Cursos y Seminarios sobre crianza, maternidad, paternidad, nutrición, educación y salud infantil.
Autor/a
Revisado por:
Carmen Vega
Mamá de 5, médico de familia y consultora de lactancia (IBCLC). Autora del libro: Lactancia Materna, Casos Reales de Superación.
También te puede interesar...
-
Los superpoderes del calostro, el "oro líquido"
-
Las mujeres tenemos tetas
Hace unas semanas, en época de cole, mi hijo me enseñaba orgulloso su examen de ciencias naturales, en que había sacado buena nota en una materia que le encanta. Versaba sobre los tipos de animales…
-
Las mujeres tenemos tetas
Hace unas semanas, en época de cole, mi hijo me enseñaba orgulloso su examen de ciencias naturales, en que había sacado buena nota en una materia que le encanta. Versaba sobre los tipos de animales…
Buscar
Nuestros Cursos
Lo más leído
- Beneficios de la lactancia nocturna
- Doctora, tiene un bultito en el pecho: ¿qué puede ser?
- Sanidad alerta sobre el alto contenido en mercurio de cuatro pescados y recomienda no dárselos a los niños hasta los 10 años
- Bebés de alta demanda: ¿cómo saber si tu hijo es uno de ellos?
- Esas madres y esos padres hippies que no saben lo que hacen
- Nuevo «Mi primer Danone» sin azúcares añadidos: por qué no lo recomendamos
Categorías
- Alimentación Complementaria
- Alimentación con fórmula
- Alimentación infantil
- Crianza Respetuosa
- Desarrollo infantil
- Educación Emocional
- Educación infantil
- Educación Sexual
- Embarazo
- Familias con animales
- Fertilidad
- Juego y juguetes
- Lactancia materna
- Literatura infantil
- Manualidades
- Maternidad y paternidad
- Parto
- Pedagogía Montessori
- Porteo Infantil
- Posparto
- Psicología Infantil
- Recién nacido
- Salud de los Progenitores
- Salud infantil
- Segunda infancia y adolescencia
- Seguridad en el coche
- Seguridad Infantil
- Sueño infantil
- Uncategorized
Entradas recientes
- ¿Qué leche le puedo dar a mi bebé recién nacido?: Cómo elegir leche de fórmula
- Por qué no es buena idea calentar la leche para el bebé en el microondas
- ¿Qué es y qué causa la hepatitis aguda de origen desconocido en niños?
- Los dentistas alertan de los riesgos del uso de vapeadores para la salud bucodental
- Día Internacional de las Personas Sordas – Sordera en el niño pequeño: ¿Cómo saber si mi hijo tiene hipoacusia?
0 comentarios en "El calostro: ¿Lo segregan todas las mujeres?"