Un estudio pionero de biomecánica evita lesiones y enfermedades en niños y adolescentes

Un innovador estudio de la pisada en niños ha permitido detectar las zonas del cuerpo más propensas a desarrollar lesiones. Con un sencillo tratamiento, se podrían evitar lesiones o enfermedades de crecimiento en niños a corto, medio o largo plazo, en función de cada peque.

Estudio de la pisada en niños: ¿Cómo evitar lesiones y enfermedades en niños a través de la pisada?

Los niños y niñas pasan gran parte de su día a día jugando. Lo ideal, al aire libre y haciendo ejercicio físico para desarrollar la fuerza, la resistencia o la capacidad pulmonar. Sin embargo, una mala postura puede conllevar a veces lesiones o enfermedades de diferente índole no solo de forma inmediata, sino a largo plazo. 

Algo con lo que se podría acabar fácilmente gracias a un innovador estudio de la pisada de más de 160.000 personas que ha permitido desarrollar un algoritmo capaz de determinar con gran precisión las zonas del cuerpo con más riesgo de sufrir dolencias a corto, medio o largo plazo.

 

 

Y por el momento, es todo un éxito, tal y como demuestra que más del 90% de los niños y niñas con edades entre 4 y 16 años tratados con este método, no ha desarrollado ningún tipo de enfermedad relacionada con el desarrollo.

La importancia de los pies en nuestro día a día

Los pies son en gran medida responsables de lo que ocurre en el resto del cuerpo. No en vano, si contamos con 206 huesos repartidos por todo el cuerpo, 52 de ellos están en los pies. Así, el movimiento de los pies, incide directamente en los otros 154 huesos a nivel muscular, articular y nervioso.

De forma gráfica, al mover un pie, movemos también la rodilla y la cadera. Y con esta última, la espalda, afectando a nivel lumbar, dorsal y cervical. Así, el estudio de la biomecánica permite medir esos pequeños movimientos gracias a un sistema 3D que a corto, medio o largo plazo podría causar lesiones. Hay que tener en cuenta que esta tecnología es capaz de detectar micras de movimiento, a pesar de que hay menores con más de un centímetro de desplazamiento.

 

 

El método, conocido como “Biomecánica Funcional Global” y desarrollado por un equipo liderado por el podólogo, fisioterapeuta y osteópata, Manuel Pereira del Hospital Victoria Eugenia de Sevilla, fue creado inicialmente para deportistas de alto nivel, aunque actualmente está enfocado en aplicarlo a la población infantil con el objetivo no solo de corregir lesiones, sino también prevenirlas.

De hecho, un patrón biomecánico alterado en un niño es un síntoma de alarma ya que avisa de lo que puede venir después si no se trata a tiempo. “Por ello es clave saber identificar las señales”, señala Pereira.

El estudio biomecánico puede detectar desde artrosis a faringitis

El coste total del estudio son unos 60 euros y la idea es que sea financiado por la Seguridad Social como prevención de futuras lesiones. Y es que hacerlo podría evitar a largo plazo problemas habituales (especialmente en adultos) como la artrosis o las hernias, además de las bajas laborales.

 

 

Pero más allá de estas lesiones, las alteraciones que puede detectar el estudio biomecánico de la pisada son muy variadas, como dolores a nivel cervical, en rodillas, alteraciones digestivas, afonías o faringitis de repetición que pueden tener su origen en una malposición de los pies. Algo que a simple vista puede resultar sorprendente, pero que según explica Pereira es totalmente “lógico”:

“Si hay una pisada alterada, al adelantar el centro de gravedad, se adelanta también la cabeza, con un sobreestiramiento de la musculatura orofaringe (la que envuelve las cuerdas vocales y el cuello). Al estirarse demasiado, se puede acabar lesionando, como ocurre con cualquier otro músculo del cuerpo”.

Según el estudio, hay mayor tendencia al adelantamiento del centro de gravedad corporal tanto en la fase de desarrollo infantil como en la edad adulta, lo que conlleva a una serie de descompensaciones en cadenas musculares, especialmente de la cadena muscular posterior, con mayor riesgo de lumbalgias, cervicalgias y sobrecargas de musculatura posterior de la pierna.

 

 

Tratamiento para evitar las lesiones y enfermedades tras estudiar la pisada en niños

Para tratar las posibles anomalías del pie y su incidencia en el desarrollo de lesiones en niños y adolescentes, se usan unas plantillas hechas a medida con un análisis 3D de la pisada y en readaptaciones funcionales personalizadas en función de cada paciente.

Gracias a ellas se ha conseguido erradicar problemas como la enfermedad de Sever (dolor en los talones asociados al crecimiento en peques de entre 8 y 12 años), la enfermedad de Osgood Schlatter (dolores en la parte anterior de la rodilla) o las lumbalgias mecánicas asociadas al desarrollo en más del 92% de los casos analizados.

Lo ideal es realizar el estudio de la pisada de un menor cuando este establece por completo la marcha de forma autónoma, es decir, en torno a los 2 ó 3 años que es la edad ideal para realizar la primera visita al podólogo pediátrico; pero es igualmente importante buscar asesoramiento en la segunda infancia y la adolescencia, para evitar males mayores en el futuro.

 

 

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