Desodorante en niños: A partir de qué edad y cuál elegir

Artículo publicado el 9 Jul 2023 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 9 octubre, 2023

El mal olor corporal puede provocar problemas en las relaciones sociales de los más peques y, por ello, una de las dudas más habituales de los padres y madres es a partir de qué edad puede un niño usar desodorante. Lo analizamos.

¿Cuándo un niño puede empezar a usar desodorante?

¿A qué edad un niño puede usar desodorante? La respuesta es sencilla: cuando lo necesita. Por ejemplo, los bebés y niños pequeños suelen sudar mucho (especialmente por la noche), pero no huelen mal.

Sin embargo, a medida que crecen, puede aparecer el olor corporal y podrán usar desodorante para hacerle frente. Aunque generalmente suele ocurrir en la adolescencia (debido en gran parte al desarrollo hormonal), también se puede presentar antes.

¿Cómo quitar el mal olor de las axilas de una niña? Puede que, en un primer momento, baste con mantener una buena higiene con agua y jabón diaria, así como usar ropa transpirable que debe cambiarse cada día, pero si es persistente, es hora de pasar al desodorante, independientemente de la edad.

De hecho, es importante no retrasarlo ya que el mal olor puede provocar problemas en las relaciones sociales, dado que los niños y las niñas que lo padecen pueden sentir vergüenza e incluso pueden sufrir acoso escolar.

 

 

¿Qué tipo de desodorante se recomienda para niños?

¿Qué desodorante es recomendable para niños? En el mercado existen todo tipo de desodorantes para niños con olor fuerte o normal. Y aunque la mayoría de ellos son seguros para usar con peques, es cierto que algunos pueden irritar la piel de los más peques por algunos de sus componentes.

Por ello, es importante buscar un desodorante infantil natural, 0% libre de alcohol y químicos y apto para  pieles sensibles y atópicas (en caso de ser necesario). Hay que tener en cuenta que muchos desodorantes tienen entre sus compuestos sales de aluminio, parabenos o perfumes que también pueden provocar irritaciones en la piel de los niños. Por su parte, la lanolina y el formalheido suelen provocar dermatitis de contacto.

Pero la clave es la observación. Si vemos que nuestro hijo comienza a usar un desodorante y le pica o le salen rojeces, habría que dejar de usarlo cuanto antes y buscar otro desodorante con otros compuestos diferentes.

 

 

Aunque puedes encontrar el desodorante para niños en farmacia, es cierto que no es necesario comprar productos específicos para esta edad. Lo que sí sería recomendable es evitar los que se presentan en forma de sprays, ya que podrían inhalar el producto en caso de no usarlo correctamente. En su lugar, los niños podrían usar desodorante en roll-on, crema o barra. Estos, además de menos irritantes, suelen ser más eficaces.

¿Por qué se produce y huele el sudor?

Es cierto que si hay algo que caracteriza a los bebés recién nacidos es su olor. Con ellos no es necesario usar ningún tipo de desodorante ni colonia porque (casi) siempre huelen bien. Pero a medida que crecen, esto va cambiando, sudan y algunos de ellos empiezan a oler. Unos cambios que suelen vincularse a la pubertad, aunque se trata de procesos independientes.

El sudor es producido por las glándulas sudoríparas, encargadas de la transpiración. Sirven para regular la temperatura y el calor corporal a través de la evaporación del sudor. Pero, además, a través de ellas también se transpiran otras sustancias como toxinas o restos metabólicos. Hay 2 tipos de glándulas sudoríparas:

• Las glándulas ecrinas: están distribuidas por todo el cuerpo y generan sudor cuando se produce un aumento de la temperatura del cuerpo.
• Las glándulas apocrinas: se concentran en las axilas y los genitales y su control depende de las hormonas.

Junto a ellas, encontramos también las glándulas sebáceas, encargadas de liberar sebo con el objetivo de proteger la piel de la acción microbiana gracias a la acidez.

 

 

La cantidad de sudor que segregamos depende de nuestro cuerpo y de las condiciones ambientales: el ejercicio físico, el estrés, las altas temperaturas, el miedo… Está formado por agua y pequeñas sustancias como azúcar, sales, urea o amonio. Y aunque puedas pensar lo contrario, el sudor como tal no huele.  Sin embargo, cuando las bacterias que tenemos en la piel se alimentan de estas sustancias y las descomponen, generan el mal olor.

En el caso de los niños, el mecanismo que regula la sudoración no está completamente definido hasta los 4 o 5 años. Sin embargo, no es habitual que un niño huela mal a esta edad. En caso de ocurrir puede deberse a factores tan diversos como la alimentación (el ajo y la cebolla generan metabolitos sulfurados), la pubertad precoz o el desarrollo hormonal acelerado. Todo ello puede indicar una adrenarquia prematura, que según la Asociación Española de Pediatría, es la “aparición de vello púbico, vello axilar u olor corporal antes de los 8 años en niñas y de los 9 en niños”.

El mal olor puede deberse también a patologías como la trimetilaminuria o síndrome del olor a pescado. Se trata de un trastorno raro del metabolismo que provoca que el sudor, el aliento o la orina tengan un olor fuerte a pescado. Puede aparecer también en los niños con diabetes ya que tienen dificultad para descomponer el azúcar de los carbohidratos.

Precisamente, la aparición del olor corporal, el vello púbico y axilar y el acné se conoce como adrenarquia y se produce a partir de los 8 años en niñas y a los 9 años en niños. Si ocurre antes de esta edad, sería importante consultarlo con el médico de tu peque. En la Tribu CSC cuentas con la pediatra, Gloria Colli, a quien puedes consultar online todas tus dudas siempre que lo necesites, así como al resto de profesionales del equipo.

¿Cómo controlar el mal olor?

 

 

Además de usar un desodorante, hay otras recomendaciones sencillas para controlar el mal olor:

• Mantener una higiene frecuente. Aunque en el caso de los bebés no es necesario bañarlos a diario, a medida que crecen y sudan sí podemos pasar a hacerlo todos los días usando solo agua o productos poco agresivos. En la adolescencia, en caso de que el olor se acentúe, podemos animar a nuestros hijos e hijas a que se duchen hasta dos veces al día.
• Cambio de ropa habitual y uso de tejidos transpirables y naturales como algodón o lino. En el caso de los zapatos, mejor huir de materiales sintéticos.
• Escoger materiales transpirables para la zona del pañal.
• Existen medicamentos para controlar el exceso de sudoración, pero deben usarse siempre bajo supervisión médica.

Los pies suelen ser los grandes protagonistas cuando hablamos de mal olor corporal. Para ellos, la podóloga de CSC, Belinda Basilio, recomienda “mantenerlos lo más secos posible y usar calzado que transpire bien, además del uso de calcetines 100% algodón“.