Muchos padres se sorprenden cuando su hijo/a se queja por primera vez de cefalea. Piensan que es un problema más propio de adultos y que a un niño no puede dolerle la cabeza. Sin embargo,…

La cefalea o dolor de cabeza es un trastorno frecuente en la infancia. Según la Asociación Española de Pediatría, el 90% de los niños y niñas en edad escolar la van a padecer en algún momento. Existen distintos tipos de cefaleas pero en este post os vamos a hablar de un tipo concreto, la cefalea tensional infantil, mal llamada también cefalea psicógena.
Por lo general, la cefalea en pediatría está considerado más un síntoma que una enfermedad en sí misma. Se asocia con patologías como las infecciones respiratorias. En otras ocasiones sí pueden ser una señal de alarma en procesos más graves, como la meningitis. La cefalea puede ser leve, intensa, recurrente o crónica.
Normalmente son atendidas en atención primaria, aunque cuando es más específica o grave puede requerir la intervención de neuropediatras. En la Tribu CSC contamos con la pediatra Gloria Colli que os puede orientar online en cualquier tema relacionado con la salud infantil.
Tipos de cefaleas en la infancia
Las cefaleas se suelen dividir entre cefaleas primarias y secundarias. La cefaleas primarias son aquellas que no están asociadas a alguna causa subyacente. Dentro de las primeras, la migraña es la cefalea primaria más prevalente en la edad pediátrica, según este artículo de la Unidad de Neuropediatría del Hospital Universitario de Salamanca. Pero también se incluye en este grupo a la cefalea tensional infantil y la trigémino-autonómicas.
Las cefaleas primarias pueden ser episódicas o crónicas. Según la Sociedad Internacional de Cefaleas, se considera crónica cuando aparezca más de 15 días al mes, durante más de tres meses.
Las cefaleas secundarias sí están relacionadas con otras patologías. Suele ser el síntoma de alguna alteración a nivel estructural, metabólico, vascular, etc. Lo más habitual es que la provoque una infección, a veces zonas cercanas al Sistema Nervioso Central. En estos casos, es importante descartar signos de hipertensión intracraneal o disfunciones neurológicas.
La cefalea tensional infantil
Junto a las migrañas, la cefalea tensional infantil (mal llamada cefalea psicogénea) es el tipo de dolor de cabeza más habitual en los niños. Según el Servicio de Neurología del Hospital Sant Joan de Dèu (citado en el párrafo anterior), es la más frecuente entre los niños de 8 a 12 años.
Suele estar motivada por el estrés o el cansancio:
«Empeoran en relación con las actividades escolares, los conflictos personales y las situaciones de estrés en general. Existe una forma episódica (menos de 15 días al mes) y una forma crónica.
En ocasiones, se asocian afecciones subyacentes, como un trastorno de aprendizaje, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, trastorno de ansiedad o una depresión infantil, por lo que un interrogatorio dirigido se torna imprescindible para su identificación».
Es decir, que para identificarla es fundamental que el/la pediatra hable con el menor. No hay diferencias muy claras con la migraña. No obstante, los síntomas de esta segunda son más variables.
¿Cuáles son los síntomas de la cefalea tensional infantil?
La Asociación Española de Pediatría indica que la cefalea tensional infantil suele afectar a toda la cabeza. Es un dolor opresivo, aunque no impide la actividad del niño o niña. Estos suelen describir el dolor de cabeza como la sensación de presión bilateral.
La intesidad puede ser leve o moderada y suele aparecer o aumentar a final del día. Suele incrementar su presencia en épocas de estrés, cansancio o cuando hay algún conflicto familiar o personal. Por lo general, desaparece cuando acaba la causa del estrés o nervios.

La duración es variable (desde media hora a días) y a veces provoca dolor de cuello o contracturas. No suele provocar vómitos, palidez ni otros síntomas neurológicos.
En la migraña, el dolor es intenso y parecido al latido del corazón. Suele ser incapacitante y al niño o la niña le molestan los ruidos y la luz. A veces tendrá ganas de vomitar. Descansar en una habitación a oscuras y tomar analgésicos suele aliviar el dolor.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de la cefalea tensional infantil es clínico, según la AEPED, y se suele hacer a través de la historia clínica, la exploración física y neurológica completa. El tratamiento suele ser con analgésicos: paracetamol o ibuprofeno.
También se recomienda que el menor se relaje y descanse en algún ambiente tranquilo. No obstante, los pediatras recomiendan consultar con ellos si el dolor de cabeza se produce en niños de menos de 5 años, o si el dolor es brusco y no cede con los analgésicos. También si el peque se despierta por la noche o tiene problemas de visión, fuerza o sensibilidad. Asimismo, es recomendable consultar con un profesional sanitario si los episodios del dolor de cabeza son repetidos y la intensidad es creciente.
¿Se puede prevenir la cefalea tensional en los niños?
Como este tipo de dolor de cabeza está relacionado con el nerviosismo o el estrés, la prevención debe estar orientada precisamente a eso, a ayudarles a gestionar esas circunstancias en la medida de lo posible (no siempre podremos lograrlo).
En este sentido, podéis probar técnicas de relajación o, en caso de ser muy recurrentes, buscar ayuda psicológica para que el niño, la niña o adolescente aprenda a mejorar el manejo del estrés.
La AEPED recomienda, además, dormir las horas suficiente, una buena alimentación, el consumo de suficiente líquido y la práctica de deporte.
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