La fiebre en los niños trae de cabeza a muchos padres y madres durante los primeros años de vida. Pero su manejo es más fácil de lo que parece. Descubre todo lo que necesitas saber…
Este post se publicó originalmente el 07/07/2021 y ha sido actualizado en fecha 30/09/2024
La fiebre es uno de los motivos que más preocupación genera en los padres cuando un niño enferma, y quizás el motivo de consulta más frecuente en pediatría. Ver a un niño con fiebre, decaído, sin ganas de jugar o simplemente “demasiado tranquilo” suele hacer saltar todas las alarmas.
Pero tranquilos, simplemente tocando la frente o la cara notaremos la temperatura. Nunca se nos va a escapar un niño que de verdad tiene fiebre. Si un niño tiene fiebre, al tocarlo nos daremos cuenta casi con toda seguridad.
Cuándo se considera fiebre
Pero a veces es posible que pensemos que tiene fiebre y finalmente, cuando le pongamos el termómetro, en realidad no la tenga (se calcula que podríamos acertar en un 50% de los casos). Por eso, para confirmar nuestra sospecha es conveniente usar un termómetro.
Una temperatura por encima de 37,5ºC en axila o de 38ºC rectal se considera fiebre. Si se trata de un bebé pequeñito, menor de tres meses, siempre es conveniente una valoración médica inmediata para conocer el motivo de la fiebre y, si hace falta, tratarlo (nada de dar antitérmico y esperar a ver cómo evoluciona).
Si es un niño un poco más mayor es más importante valorar otros síntomas para decidir si precisa atención médica. En cualquier caso, tenga la edad que tenga, la fiebre se puede tratar con un antitérmico antes de ir al médico.
No se trata la fiebre, sino los síntomas
No se recomienda tratar la fiebre simplemente para bajar la temperatura, sino para aliviar los síntomas asociados al malestar que provoca. Si el niño está tranquilo, jugando, sin manifestar síntomas de molestias o dolor no es necesario tratar. Podemos simplemente dejarlo fresquito, con poca ropa, para que la temperatura baje antes, pero no es necesario utilizar medicación.
Si la fiebre afecta al estado general y el niño está irritable, se queja de dolor o está más decaído, entonces sí se puede valorar la administración de un antitérmico. Los más usados son el paracetamol y el ibuprofeno.
Es una costumbre muy arraigada (aunque no recomendable) usar ambos antitérmicos de forma alterna. Una dosis de paracetamol y una de ibuprofeno cada 3 o 4 horas, según quién haga la recomendación. Sin embargo, no es recomendable.
Es mejor no alternar el paracetamol y el ibuprofeno
Aunque sea un clásico en el tratamiento de la fiebre, alternar antitérmicos no es conveniente. Y no es porque no sean efectivos: de hecho si administramos dos antitérmicos juntos, el efecto de uno se suma al del otro y el resultado es mayor. Y si administramos uno y a las tres horas otro, es muy probable que a lo largo del día el peque pase menos horas con fiebre. Esto está demostrado en estudios controlados. Pero ¿qué pasa en la realidad?
Que en la práctica no estamos dentro de un ensayo clínico, donde controlamos exactamente la medicación que se administra, la cantidad y la hora. En la realidad la fiebre sube en cualquier momento, incluso mientras estamos trabajando (y otra persona tiene que administrarle la medicación) o si estábamos durmiendo (y no recordamos exactamente cuál fue el último antitérmico administrado). En la vida real alternar antitérmicos puede prestarse a cometer muchos errores.
Podemos dar la dosis de uno con el otro
Por ejemplo, para un niño de 10 kg, si usamos el jarabe de paracetamol más habitual, deberíamos darle 1,5 ml cada 6 horas. Si vamos a darle también ibuprofeno al 2%, el que normalmente sabe a naranja, le tendríamos que dar 2,5 ml cada seis horas. Si por error le damos 2,5 ml de paracetamol, le estamos dando casi el doble de lo necesario. Si además repetimos esa dosis cuatro veces al día podríamos estar alcanzando dosis peligrosas.
Dicho de otro modo, este régimen de tratamiento solo sería necesario si la fiebre no cede completamente o si vuelve a subir en las primeras dos o tres horas tras administrar el antitérmico. Esto podría ser normal durante algunas horas, pero si la situación persiste, lo más apropiado es volver a consultar al médico.
Puede enmascarar la gravedad del cuadro
Si continuamos administrando antitérmicos alternos cada tres o cuatro horas, con o sin fiebre, podríamos estar enmascarando una mala evolución o una complicación, al “controlar demasiado” los síntomas, sobre todo si tenemos en cuenta que no se trata de administrar el antitérmico cuando suba la temperatura, sino cuando el niño se encuentre mal. Es decir, si realmente necesita un analgésico cada tres horas porque enseguida vuelve a tener dolor, está irritable o muy decaído, a lo mejor necesita volver a ser valorado por el médico.
En resumen…
Alternar antitérmicos podría hacer que un niño enfermo pase menos horas al día con fiebre, pero los riesgos de cometer errores en la administración o de utilizar más medicación de la realmente necesaria hacen que en la actualidad, ninguna guía para el tratamiento de la fiebre recomiende esta práctica. Si tienes dudas acerca de la salud de tus peques, os espero para resolverlas en la Tribu CSC.
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Vaya, estaba convencida de que eran 38 axilar. Es la referencia que nos había dado nuestro pediatra y la que tienen en la guardería para bo llevarlos…
Por otra parte, teniendo en cuenta que l fiebre es la señal de que el cuerpo se está defendiendo. El dar positivo en una bacteria y no tener fiebre es mala señal?
Esta Semana Santa subimos a urgencias con el peque de dos años proque se despertó llorando de dolor de garganta con mucho sufrimiento. Previamente le habíamos dado Ibuprofeno porque se quejaba de dolor y tenía 38, 2 axilar… Diagnóstico farinjoamigdalítis aguda, probablemente de origen vírico. Al día siguiente volvimos porque presentaba exantema. Nos volvieron a decir que lo más probable es que fuera vírico. Pero hicieron exudado por si acaso. El exantema ha desaparwcido y el peque lleva dos o tres días sin fiebre. Por lo que pensábamos que estaba curado del virus y hoy lo hemos llevado a la guardería… Total, que esta tarde hemos visto los resultados y ha dado positivo para estreptococo pyogenes ++. Ya ha empezado con amoxicilina dos veces al día por 10 días. Me preocupan varias cosas:
-Que no presente fiebre (extraña preocupación, no?) estuvo un par de días rondndo lo 37 axilares, pero ya está de neuvo con su temperatura habitual.
-Haber esperado demasiado para empwzar el antibiótico.
-Haberlo llevado hoy a la guarde, porque nos dijeron que al ser vírico (anda que no nos unsitieron en que lo era…) si estab sin fiebre y sin dolor podí ir…
Graciasss!!
Hola, Amatxolu. La cifra a partir de la cual se considera fiebre es la que comento en el post, lo que sucede es que habitualmente no se recomienda tratar hasta que no sube de 38ºC axilar. De ahí que se suela decir que es fiebre a partir de 38ºC.
Se puede dar positivo en una bacteria sin tener fiebre en lo que se llama portadores asintomáticos, pero también en casos tan graves que el organismo ni es ni siquiera capaz de subir la temperatura, pero en estos casos el estado general es muy malo, aunque no tenga fiebre se nota claramente que el niño está enfermo. En el caso concreto que comentas, con 2 años, fiebre y exantema lo más normal es que sea un virus, Y muchas veces las bacterias también son “vencidas” por las propias defensas del cuerpo (que es lo que parece que le pasó a tu niño, porque cuando tuvisteis el resultado ya estaba bien) El Streptococo pyogenes se debe tratar para prevenir complicaciones y no hay problemas en que se retrase el tratamiento. El tema de haber ido a la guarde con la infección no es preocupante tampoco, La medicina es así. Tenemos más incertidumbres que certezas. Siempre lo más importante es el niño. Gracias por comentar.