Aspectos importantes en los primeros días de lactancia

Artículo publicado el 28 Mar 2020 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 20 abril, 2023

Los primeros días de lactancia son importantes para que esta fluya adecuadamente. Aquí os doy unas cuantas recomendaciones para que las tengáis en cuenta a la hora de establecer la lactancia materna.

Lactancia en la primera hora de vida

Cuanto antes se produzca la succión al pecho, antes entiende el cuerpo de la madre que tiene que empezar a producir leche. Hay varios estudios que muestran diferencias significativas entre las que se estimularon el pecho o amamantaron a sus bebés durante la primera hora, y las que lo hicieron 6 horas después.

Por eso, si por el motivo que sea, hay separación de la madre y el bebé (cesárea, prematuridad, enfermedad, etc.) cuánto antes la mujer se estimule el pecho mejor, y para ello lo ideal es la extracción manual. 

 

 

Piel con piel y agarre espontáneo del bebé al pecho

Los bebés nacen con sus reflejos activos para poder agarrarse al pecho por sí mismos. Si no hay ninguna situación de emergencia que lo impida, se recomienda hacer piel con piel continuado al menos dos horas ininterrumpidas. Lo deseable es que, durante ese tiempo, el bebé coja el pecho por sí mismo. De esta forma, hay más posibilidades de que realice un buen agarre. Mejor que si este es dirigido por otra persona.

 

 

Lactancia sin dolor

La lactancia no debe doler. Si duele durante el agarre o durante la toma, con un dolor de intensidad suficiente como para temer a la siguiente toma, habría que revisar la postura y la boca del bebé (para descartar frenillo lingual corto). Nunca te conformes si la lactancia duele. Ni siquiera si alguien te dice que “todo está bien”.

Lactancia materna a oferta las primeras semanas de vida

Es necesario asegurar aproximadamente 8-12 tomas de pecho al día. Eso lo podemos conseguir despertando al bebé cada 2-3 horas por el día y cada 3-4 horas por la noche, hasta que recupere el peso de nacimiento o alcance los 3kg de peso si ha nacido con un peso inferior.

 

 

Hay que tener mucho cuidado con los bebés “dormilones”, porque en estas primeras semanas “el sueño NO alimenta”, todo lo contrario. Puede ser un mecanismo que utilizan los bebés para ahorrar energía cuando no se están alimentando bien. Una vez que la ganancia de peso ya está establecida, pasaríamos a la lactancia a demanda con normalidad.

Control de peso

Todos los bebés pierden peso al nacimiento. Suelen nacer más hinchados, expulsan el meconio, etc. Esta pérdida de peso se produce en los 2-3 primeros días. A partir del cuarto día de vida, los bebés deben empezar a ganar peso a razón de 20g/día las primeras 6 semanas.

Normalmente, esta pérdida de peso fisiológica se recupera sobre los 7 días de vida, aunque en algunas ocasiones puede retrasarse a los 15 días, lo cual es totalmente normal. Si un bebé a los 15 días no ha recuperado su peso de nacimiento, la familia debe consultar con un profesional de lactancia para ver qué está ocurriendo. También deben hacerlo si esa pérdida es mayor o igual al 10% del peso, o si el bebé sigue perdiendo a partir del cuarto día de vida.

 

 

Por ello, mi recomendación personal es pesar a los bebés al tercer día de vida para cuantificar la pérdida fisiológica de peso tras el nacimiento. A partir de ahí, pesar cada 3-4 días para asegurar que no sigue perdiendo peso y que va a alcanzar el peso de nacimiento en esas primeras 2 semanas.

Control de micciones y deposiciones

Si un bebé hace pis y caca, es una señal de que se está alimentando bien. Los primeros días, suelen hacer 1-3 micciones diarias y van aumentando hasta hacer unas 6, la primera semana. Pero lo más importante es el tema de los cristales de urato, de los cuales debemos estar pendientes.

Estos son pequeñas manchas de color rosado que aparecen en el pañal cuando la orina está muy concentrada. Los primeros días de vida del bebé son normales, pero si aparecen más allá del quinto día de vida, son un signo de deshidratación. Es decir: el bebé no está comiendo suficiente y necesita valoración médica urgente.

 

 

Otra cuestión son las deposiciones de los bebés. Los primeros dos días de vida expulsan meconio, heces negras y pegajosas y, poco a poco, se van aclarando y siendo marrones-verdosas hasta que, a la semana de vida, pasan a ser de color mostaza, líquidas y con algunos grumos blancos. Estas son las deposiciones normales de los bebés amamantados. 

Los primeros días, los bebés harán 1-2 deposiciones al día. Aproximadamente a la semana, es muy frecuente que incluso hagan caca en cada toma, siendo lo mínimo unas 3 veces al día. Por ello, debemos preocuparnos y consultar, para asegurar que el bebé está comiendo bien, cuando se dan estas circunstancias:

• Sigue apareciendo meconio más allá del cuarto día de vida.
• Las heces de transición persisten más allá del séptimo día de vida.
• El bebé de menos de 20 días de vida pasa varios días sin defecar. Esto, en casos de lactancia materna exclusiva, no se trata de estreñimiento, sino que es probable que sea por baja ingesta de leche, por lo que debe ser valorado en su estado general, pérdida de peso, la toma, etc. 

Evitar interferencias

Al menos, durante las 6 primeras semanas de vida, se debe evitar el uso de chupetes o tetinas, ya que puede alterar la succión y restringir tomas, perjudicando la lactancia materna. Y no, no existe todavía el biberón que no interfiera. 

 

 

Estos son los aspectos más importantes para iniciar la lactancia con buen pie y establecerla de manera adecuada. Tenlos en cuenta durante los primeros días de hospital. Por supuesto, si alguna no se cumple no quiere decir que no vayas a tener una buena lactancia, ¡ni mucho menos! Solo que si la llevas a cabo, probablemente esta será más fluida.

Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa.