El buen agarre al pecho es algo fundamental para que la lactancia materna vaya bien. Un mal agarre influye en muchísimas cosas, pudiendo ser determinante para que la lactancia materna acabe antes de lo deseado,…
El último caso de discriminación por razón de sexo y circunstancias familiares se ha producido en Estados Unidos. Esta vez no se trata de una madre amamantando a su bebé en plena calle; sino que el suceso ha tenido lugar a través de una pantalla, durante el transcurso de una clase virtual y por querer hacerlo en privado. Según ha informado la CNN, un profesor prohibió a una estudiante dar el pecho durante su clase virtual en California, porque la madre quería apagar el micrófono y la cámara.
Marcella Mares, la estudiante, es madre de una pequeña de 10 meses. El pasado 23 de septiembre, recibió un correo electrónico de su profesor en el que requería que los alumnos encendieran la cámara y el micrófono mientras daban la clase. Mares le respondió que cumpliría con la petición, pero apagaría ambos dispositivos cuando le diera el pecho a su pequeña.
El profesor, lejos de mostrar comprensión, le dijo: “Estoy encantado de saber de ti y de que puedas tener tu cámara y micrófono encendidos, pero, por favor no des el pecho a tu hija durante la clase porque no es lo que deberías estar haciendo en ese momento. Simplemente, hazlo después”. Posteriormente, el profesor comentó el suceso con todos los alumnos, dejando a la estudiante en evidencia.
La estudiante colgó en su facebook la conversación mantenida con su profesor por correo electrónico. Indignada, comentaba públicamente: “Literalmente dijo que quiere que ignore a mi bebé que llora durante las cuatro horas de clase para poder copiar notas que están disponibles para mí indefinidamente. Quiere que deje que mi bebé tenga hambre.“
“Me enfadó. No me gustó ni la forma ni cómo me hizo sentir su respuesta sobre qué puedo hacer y qué no puedo hacer, y más ahora que estoy en casa sola porque ahora todas las clases son online”, afirmó Marcela en declaraciones a la CNN. El caso de Mares no es único. La pandemia ha hecho que todos cambiemos nuestra rutina diaria, cuidando y criando a nuestros hijos en casa mientras estudiamos o trabajamos, sustituyendo la actividad digital a la asistencia presencial en los espacios físicos de estudio o trabajo.
Tras el suceso, la estudiante colgó esta foto en Instagram para demostrar que es capaz de estudiar y dar el pecho a su hija al mismo tiempo: “No quería publicar esta imagen porque solo la quería para mí, pero quería mostrar que puedo concentrarme en clase, mientras amamanto a mi bebé”. “(…) Las mamás que amamantan, y cualquier mamá que esté tratando de hacer malabarismos con la universidad, el trabajo y un niño, deben ser elogiadas, no menospreciadas y humilladas. Amo a mi bebé y elegiría su salud sobre cualquier cosa o persona. ¡Cualquier día de cualquier semana!”, manifiesta Mares en la red social.
Tras el incidente, la madre universitaria denunció los hechos a la universidad, tras lo cual el profesor se disculpó con ella: “Siento mucho lo que ha sucedido en relación con dar el pecho a tu bebé. Desde ahora, tienes todo el derecho a amamantar a tu hija en cualquier momento durante toda la clase. Esto incluye los trabajos en grupo; escuchar la lección o hacer cualquier tipo de prueba o examen. En cualquier momento, podrás apagar tu cámara cuando lo desees”. Para Mares la disculpa no es suficiente, y espera que se apliquen medidas más contundentes.
Por su parte, un portavoz del centro educativo declaró a la CNN que el profesor “no conocía cómo está la regulación al respecto, pero ahora entiende que lo que hizo no está bien”. La ley del Estado de California exige a los centros educativos adecuarse a la situación de las alumnas embarazadas o de los padres y las madres, incluyendo la lactancia: “Y esto engloba poder dar el pecho en cualquier momento y fuera del aula sin ninguna penalización académica”.
Cabe recordar que la Organización de Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva para los bebés hasta los seis meses de edad y como complementaria hasta mínimo los dos años, sin existir prohibiciones específicas sobre dónde hay o no hay que hacerlo. Sin embargo, alrededor del mundo, muchas mujeres siguen siendo víctimas de tratos vejatorios por amamantar a sus bebés en las condiciones que ellas desean, en público o privado, incluso cuando los bebés lo requieren.
A pesar de que, desde agosto de 2018, amamantar en público en Estados Unidos es legal en sus 50 Estados más el Distrito de Columbia (la capital). Sin embargo, hay gente que aún no lo entiende. El pasado nueve de junio, otra madre fue expulsada de un centro acuático público en Texas (el Nessler Park Family Aquatic Center), por dar el pecho sin cubrirse a su bebé de 10 meses.
En España, hay comunidades autónomas que son referentes. Por ejemplo, el País Vasco, cuyo sistema sanitario reconoce desde 2015 el derecho de las madres a dar de mamar en lugares públicos. Las Cortes valencianas también aprobaron en 2016 una proposición no de ley que reconoce el derecho a dar el pecho en cualquier espacio público. Por su parte, el Ayuntamiento de Pamplona declaró en 2017 “espacios de lactancia materna” todas las dependencias municipales, bibliotecas, escuelas, centros culturales, parques, jardines y calles. Y en 2018, se registró una moción en la Asamblea de Madrid en la que se solicitó al Gobierno regional que regulara el derecho de las mujeres a amamantar en público.
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Me ha sorprendido no solo la noticia sino que, además, haga tan poco tiempo que se reconoce el derecho a amamantar en público, tanto en EEUU como en España. Hay veces que creo que todavía estamos en la Edad Media.