Por qué no importa que los peques lleven las piernas encogidas a contramarcha

Existe la creencia errónea de que yendo con las piernas flexionadas los niños están incómodos o se partirán las piernas en un impacto

Si me dieran un euro por cada una de las veces que me han hecho la pregunta “¿Y qué pasa si le pegan las piernas en el respaldo?” ya tendría pagada la hipoteca. Me quedan como 28 años de felices cuotas. La duda es frecuente, así que hoy vamos a resolverla: ¿Por qué no importa que los peques lleven las piernas encogidas a contramarcha?

Es absolutamente normal tener la duda ya que tendemos a pensar como adultos con la flexibilidad de Messi, así que vamos a ver los motivos por los que puede darnos la sensación y qué razonamientos lógicos hay para que no te agobies con el tema. 

Piernas encogidas a contramarcha

En primer lugar, los peques tienen la costumbre de crecer y enseguida tocarán con sus pies en el respaldo del asiento. La posición lógica y legal es a contramarcha, pero la típica silla que se utiliza es el grupo 0, en muchísimos casos todavía sin base. Esto, como ya sabéis de otros posts, es legal pero no estamos consiguiendo darle total seguridad a los peques, ya que es un dispositivo al que le faltan elementos de seguridad: el arco antivuelco y la pata de apoyo, que irán acompañados en esta primera etapa del isofix en la mayoría de los casos ya. Si necesitas ayuda para elegir la silla de coche de tu bebé, te espero en la Tribu CSC para resolverlas.

 

No importa que los peques llevan las piernas encogidas a contramarcha

 

Como van sólo con el grupo cero los pies llegan antes al respaldo y parece que es el aviso de que ya hay que darle la vuelta. Nada más lejos de la realidad. Esta no es la señal para hacer un cambio de silla sino que, habiendo subido ya el cabezal a tope la cabecita sobresalga por la parte da arriba, o que hayan alcanzado los kilos límites del sistema de retención infantil. 

Con suerte, irán en una silla completa desde el principio y aún tardaremos un año más en pensar “ya está tocando con los pies en el respaldo, voy a darle la vuelta”. Esto es un error ya que la silla pasará de proporcionar seguridad a hacer una simple función de retención del cuerpo del peque, sin tener en cuenta que ahora es su cuello el que soportará cualquier carga de tracción tanto en un frenazo brusco como en un impacto de cualquier índole. 

La siguiente línea roja a ojos de los padres es precisamente que existe la creencia errónea que yendo con las piernas flexionadas, se partirán las piernas en un impacto (a veces creen que en cualquier impacto y otras sólo en impactos por alcance). 

De nuevo, es imposible físicamente hablando que ocurra esto con una silla completa como decíamos al principio del post, ya que el arco antivuelco evitará el retroceso hacia el respaldo. No obstante, la fuerza de este retroceso nunca será tan fuerte como la que ha habido momentos antes en el momento del impacto, justamente en la dirección contraria. Si el peque va a contramarcha, su espalda va hacia el respaldo con tendencia hacia arriba y por tanto, ni tendremos un cuello o cabeza lesionados ni habrá una pierna rota

 

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Si el impacto es por alcance, los dos vehículos irán en la misma dirección por lo que tampoco corren riesgo de ningún tipo las piernas. Otro tema sería sufrir una intrusión desde la parte de atrás de otro vehículo y si esto ocurriera, bastante mejor que se rompa una pierna a que el impacto toque el tronco y la cabeza del pequeño (como sucedería si estuviera a favor de marcha ya que el cuerpo ocuparía el lugar de las piernas si su posición fuera a contramarcha). 

Otro de los motivos es (y aquí le voy a dar la razón al pobre niño o niña que va en la silla) que su sistema de retención infantil está demasiado vertical, es decir, tiene muy poca inclinación y esto sí puede provocarle incomodidad. 

Por qué no importa que los peques llevan las piernas encogidas a contramarcha

Vamos a ponernos en su lugar por un momento (esta dinámica la hago en las charlas presenciales ¡y funciona!). Imagínate que estás sentada con la espalda recta y te dicen que tienes que flexionar las rodillas. Tu cuerpo no solamente está haciendo una bisagra más pronunciada, sino que tus lumbares no están descansando, tu peso cae sobre los isquiones (huesicos del culo) y no apoyas ninguna parte del muslo. ¿Resultado? Molestias en la espalda, culo y posiblemente piernas dormidas. 

Un poco la misma sensación que tienes cuando llevas una hora en el coche de copiloto. ¡Anda! No me digas que no te habías fijado que en el coche llevas las piernas flexionadas. ¡Y apoyadas! Y si sabes un poquito de seguridad llevarás el respaldo lo más recto posible. Pues resulta que tu posición no es del todo cómoda, ¿verdad? 

 

No importa que los peques llevan las piernas encogidas a contramarcha

 

Ahora vamos con los peques que sí tienen la suerte de llevar una silla confortable. Volvamos a su posición con las piernas flexionadas, pero vamos a tumbarlo un poquito hacia atrás. Sólo un poquito, lo suficiente para que si se duerme, no se le caiga la cabeza pero si está despierto se siente erguido para cotillear por la luna trasera. La bisagra ya no es tan pronunciada, sus muslos apoyan, sus pies también, su lumbar está descansada…

¿No te está dando un poquito de envidia? Haz la prueba en el sofá de casa. Espalda reposada con buena inclinación y piernas flexionadas. Y luego compara con estar con la espalda recta y piernas flexionadas. 

Objetivamente, cuanta mayor es la verticalidad en la silla de tu peque, mayor será la respuesta de seguridad frente a un impacto. Pero cierta inclinación hará que vaya más cómodo, que tenga mejor espacio para moverse y que si se duerme no adopte posiciones comprometidas como estar con la cabeza colgando. Mejor que siempre esté dentro del habitáculo de la silla. 

En definitiva, con una mirada totalmente aséptica y objetiva, diremos que es mejor llevar las piernas flexionadas a contramarcha porque las leyes de la inercia no son un cuento chino y nos guste o no, nos afectan siempre, sobre todo en situaciones con aceleraciones y deceleraciones bruscas. La única manera de salir ilesos de un impacto (en el que de otra manera no lo contaríamos) es yendo a contramarcha. Por tanto ¿qué otro razonamiento necesitas? 

 

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