Niños y piscinas: ¿Qué infecciones se pueden contraer en una piscina y cómo evitarlas?

Artículo publicado el 19 Ago 2022 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 21 agosto, 2023

Hablar de verano viene acompañado de piscina… La mejor manera de combatir el calor, y más con temperaturas como las que hemos pasado este año, es bañándonos. Además, a los peques les encanta zambullirse, nadar y jugar con el agua. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en las piscinas y demás aguas recreativas, se pueden contraer ciertas enfermedades si no se toman las medidas adecuadas. ¿Qué infecciones se pueden contraer en una piscina? Os hablamos de ello y de cómo evitarlas.

Riesgos de infección en aguas recreativas: ¿Qué infecciones se pueden coger en una piscina?

Cuando hablamos de aguas recreativas nos referimos a las piscinas, pero también al mar, a los spas, a los parques acuáticos, a los ríos de los pueblos, etc. Es decir, prácticamente cualquier sitio donde te bañes fuera de tu casa puede tener riesgo de contraer alguna infección.

 

 

Pero ¿qué enfermedades se pueden contraer en una piscina? Las enfermedades más comunes en piscinas son:

• Diarrea.
• Otitis.
• Conjuntivitis y demás infecciones oculares.
• Hongos.
• Dermatitis.
• Cistitis.
• Pie de atleta.

Las infecciones son muy diferentes porque se pueden contraer de diferentes formas. Si, por ejemplo, un agua está contaminada por microbios, puedes coger lo que se denomina foliculitis del jacuzzi. Se trata de un sarpullido en la piel que puede llegar a tener ampollas, grietas, etc. Es doloroso y molesto.

También se pueden contraer algunas infecciones en la piel por los productos químicos que se echan en las piscinas o en los spas. Pero, incluso, en ese mismo agua contaminada, si tragas un poco sin querer, puedes tener diarrea, colitis, vómitos o alguna otra enfermedad digestiva. Por tanto, en función del agua en el que te bañes, cómo esté tratada o qué productos hayan o no utilizado, la exposición a las infecciones varía.

 

 

Además, es importante destacar que, según el centro CDC, las embarazadas, personas enfermas y niños son los que mayor riesgo tienen de contagiarse de algunas de estas enfermedades transmitidas en el agua.

¿Cómo proteger a los niños de las infecciones de piscina?

¿Esto se puede evitar? Pues lo cierto es que se pueden tomar una serie de medidas para reducir el riesgo. Aunque no haya riesgo cero, siguiendo estas recomendaciones, se reduce mucho.

Cómo evitar infecciones oculares en las piscinas

Las infecciones oculares, como la conjuntivitis, pueden evitarse dentro y fuera del agua. Fuera es importante no estar mucho tiempo expuesto al sol, y cuando se está, siempre con unas gafas con mínimo del 95% de filtro de radiación ultravioleta infrarroja. En un post anterior ya hablábamos de la importancia de que los peques también usen gafas de sol desde la infancia. Dentro de la piscina, el mar o el río, si se va a bucear, siempre con gafas.

 

Cómo evitar infecciones vaginales en las piscinas

Para evitar la cistitis, la candidiasis o demás infecciones de este estilo, es muy recomendable mantener la hidratación. Beber abundante agua y evitar estar con el bañador mojado mucho tiempo. Si sales del agua y no vas a meterte en un rato, lo mejor es que te cambies. Y con los niños y niñas esto es fundamental.

Cómo evitar infecciones en los pies en la piscina

Para evitar los hongos o el pie de atleta, es importante no caminar descalzo. Especialmente en los vestuarios, las duchas, etc. suelen concentrarse las bacterias. Siempre con chanclas y procurando secar los pies cuando se está en la toalla. También es importante tener las uñas cortas.

Cómo evitar la otitis en la piscina

El secado de oídos o utilizar tapones es la manera más eficaz de evitar las otitis.

 

 

Según la pediatra de CSC, Gloria Colli, con quien podéis consultar online en la Tribu CSC:

“Las otitis se producen tanto en invierno como en verano, pero no son el mismo tipo de infección. En verano suelen ser otitis externas y afectan al conducto auditivo externo hasta el tímpano. No llegan al oído medio, que es el que se llena de moco en invierno y puede acabar en una otitis media.

Las otitis externas también se conocen como otitis del nadador o de las piscinas, por razones obvias. Al estar la zona mucho tiempo sumergida, la piel y la mucosa que recubren el conducto se altera y eso favorece que las bacterias normales de la piel y los gérmenes que están en el agua no tan limpia de piscinas y zonas de baño, produzcan la infección”.

Cómo evitar infecciones digestivas en la piscina

Evitar tragar agua y mantener la hidratación, así como no exponerse mucho al sol, pueden ayudar a no contraer diarrea en la piscina u otras infecciones digestivas, como la gastroenteritis de piscina.

Cómo evitar infecciones en la piel en la piscina

Para aquellas afecciones de la piel es recomendable ducharse antes y después del baño y secarse bien. En casa, siempre una ducha con jabón después del día en el agua, y una crema hidratante que repare la barrera cutánea.

 

 

Por supuesto, ya no solo para evitar este tipo de infecciones o enfermedades, en las piscinas, en el mar y en cualquier lugar donde te bañes con los peques, siempre han de estar vigilados. Recuerda que pueden ahogarse con solo dos centímetros de agua y en tan solo unos minutos.

 

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