Para enseñar a leer con el método Montessori es muy importante que el pequeño manipule las letras, visualice la vocalización y sienta las vibraciones en su garganta mientras pronuncia los fonemas. Para ello, esta pedagogía…
¿Has oído hablar de la caja de sonidos Montessori? Es un material manipulativo con el que los niños y niñas adquieren conciencia fonológica, clave para aprender a leer y a escribir después.
Es fácil prepararla en casa y es una herramienta de lo más eficaz para ayudar a los peques de 2 ó 3 años a iniciarse en la lectoescritura de forma mucho más sencilla para ellos.
La caja de sonidos Montessori es una manera práctica de ayudar a nuestros hijos e hijas a aprender a leer de manera natural, sin presiones ni prisas, respetando el ritmo de cada peque. Ese es el objetivo de la caja de sonidos Montessori, un material lúdico y educativo que se utiliza que se utiliza en muchos otros ámbitos por su gran eficacia.
La clave de su éxito es que se presenta como un juego. Además, no requiere prácticamente materiales y los pocos que precisa los podemos hacer nosotros mismos en casa, por lo que es un recurso económico al alcance de todas las familias.
A través de su actividad, los niños y niñas van tomando progresivamente conciencia de los sonidos que forman las palabras. Y es que está orientada, precisamente, a desarrollar la conciencia fonológica de los peques.
Se les puede ir presentando a los niños a partir de los 2 años y medio o de los 3 años, dependiendo del momento madurativo de cada uno. Pero empecemos por el principio…
¿Qué es la conciencia fonológica?
La conciencia fonológica consiste en ser consciente de los sonidos que forman las palabras, lo cual es uno de los primeros pasos para el proceso de lectoescritura. Es decir, se trata de la habilidad de notar, analizar y modificar las distintas sílabas que forman una palabra (sin tener en cuenta el significado de la misma).
“La conciencia fonológica comprende diferentes tipos de actividades entre las que se encuentran secuenciar en palabras, sílabas y fonemas, identificar sílabas o fonemas iniciales, finales o medios, buscar rimas, añadir o eliminar sílabas o fonemas al inicio o al final de una palabra, etc.”, explica la docente, logopeda y psicóloga infantil de Criar con Sentido Común Elena Mesonero.
Adquirir la conciencia fonológica es un requisito fundamental para los peques que están comenzando a leer, ya que estos deben aprender a decodificar letras, que a su vez se transforman en sonidos.
De hecho, “está científicamente demostrado que la conciencia fonológia junto con la fluidez y el vocabulario son predictores de un buen desempeño lector posterior“, subraya Mesonero, a quien podéis consultar online en la Tribu CSC.
Por este motivo, es imprescindible trabajar la enseñanza fonológica con pre-lectores, para activar la conciencia fonológica en los niños.
¿Qué es la caja de sonidos Montessori?
La caja de sonidos Montessori es una especie de caja clasificadora con cajones, en los que colocamos objetos cuyo nombre comienza por la letra del cajón que lo contiene. De esta forma, los peques pueden trabajar la conciencia fonológica integrando todos los sentidos, lo que favorece aún más su aprendizaje. Pero veamos exactamente en qué consiste…
En el método Montessori es fundamental reconocer los periodos sensibles. Estos son momentos del desarrollo en los que los peques muestran un interés especial por aprender determinadas áreas. Estas etapas se describen como “ventanas de aprendizaje” que hay que aprovechar porque en ellas los peques aprenden de forma natural, con interés, curiosidad, entusiasmo, alegría y sin cansarse, de forma muy repetitiva y constante. El periodo sensible de lenguaje va desde los 0 a los 6 años y se empieza a trabajar el área de lenguaje con actividades de preescritura.
El método Montessori progresa así: nivel fonético -> escritura -> lectura. Es muy distinto a la enseñanza tradicional, que consiste en memorizar y trazar las letras. Con el método Montessori los peques aprenden antes a escribir que a leer porque lo hacen de forma totalmente manipulativa.
Primero aprenden a reconocer los sonidos (fonemas), después las letras (grafías) y finalmente la asociación entre letra y sonido (lectura). De esta forma, a los peques les resulta mucho más sencillo. Se trata, por tanto, de una actividad preparatoria para el futuro aprendizaje de la lectoescritura (escritura y lectura).
Cómo hacer en casa una caja de sonidos Montessori
Es posible adquirir una caja de sonidos Montessori completa en muchas tiendas online especializadas en juego pedagógico (muchas ofrecen caja sonidos montessori + imprimibles gratuitos), prepararla en casa es muy sencillo. Solo necesitamos una caja con 24 pequeños cajones o compartimentos (puede ser de madera o la opción más económica de plástico, de las típicas para guardar objetos pequeños que se encuentran en los bazares).
En cada compartimento, por fuera, colocamos en los cajones una letra de madera, una etiqueta, una pegatina, el dibujo de una letra recortada o una tarjeta con las letras que compartan el mismo sonido. Por ejemplo: “b”, “v” y “w” o “c” y “z”. En esta pedagogía se aprende con letras minúsculas, con el fin de que las vayan reconociendo, pero a muchos peques les resulta más fácil comenzar con las mayúsculas.
En la pedagogía Montessori no se utilizan colorines, así que en la caja de sonidos Montessori estándar las letras son con el código de color Montessori: rojo para las consonantes, azul para las vocales y verde para los dígrafos (“qu”, “gu”, “ch”, “rr” y “ll”). Así los peques se centran en la grafía, asocian elementos del mismo grupo (todas las consonantes un color, las vocales otro, etc.) y no les distraen los colores.
Por último, dentro de cada cajón, introduciremos objetos, fotografías o figuritas en miniatura que empiecen por los sonidos correspondientes. Por ejemplo: la miniatura de un gatito en la “g”, la foto de una casa en la “c” o un botón en la “b”.
En cuanto a los objetos para la caja de sonidos, es importante asegurarnos de que escogemos objetos que el peque o la peque reconoce con facilidad. Cuanto más familiares le resulten, mejor.
De esta forma, jugando a asociar los objetos con su cajón, los peques van aprendiendo los fonemas (es decir, los sonidos, no las letras, porque es lo que se les enseña con la caja de sonidos, ya que la representación gráfica de la letra, la grafía, viene después).
¿Cómo usar la caja de sonidos Montessori?
Para que los peques saquen partido a la actividad, hay que ser constantes y repetir las actividades hasta que los peques vayan cogiendo práctica para que sean ellos mismos quienes acudan a los “cajoncitos” para comprobar por qué sonido empiezan cada uno de los objetos que hay en él.
Las actividades de la caja de sonidos Montessori son una variante del clásico juego del “veo-veo”. La más sencilla consiste en buscar objetos que empiecen por un determinado fonema/sonido. Por ejemplo, no les preguntaremos por algo que empiece por la letra “s” sino por algo que empiece por “sssss”, centrándonos en el sonido. Así, sacaremos los objetos de los distintos compartimentos y los extenderemos sobre una superficie. Después le pediremos al peque que encuentre el que empiece por el fonema/sonido en cuestión.
La segunda actividad, un poco más complicada, consiste en identificar varios objetos que empiecen por el mismo fonema.
Otra actividad consiste en reconocer el sonido por el que acaba la palabra, en lugar del sonido por el que empieza. Para ello, les explicaremos primero qué es el final de una palabra (el último sonido que oímos) porque, aunque a nosotros nos resulte obvio, puede no serlo para los niños pequeños que se están iniciando en la lectoescritura.
El siguiente paso buscar el sonido en mitad de la palabra. En esta actividad es aconsejable comenzar practicando por palabras cortas.
Por último, cuando el peque ya domine las actividades anteriores, combinaremos ejercicios pidiéndole al peque que encuentre un objeto que empiece por un sonido y acabe por otro. Por ejemplo, le pediremos que encuentre un objeto que empiece por “rrrrr” (puede haber varios) y que además acabe en “aaaa” (por ejemplo, rata).
Y en todas las actividades, iremos aumentando el grado de dificultad a medida que el peque vaya cogiendo práctica.
La caja de sonidos es una herramienta muy eficaz, pero es necesario ser constantes, practicar y hacer las actividades de manera paulatina, avanzando cada día según va progresando el/la niño/a. Así, el niño o la niña irá aprendiendo poco a poco a identificar todos los sonidos (irá adquiriendo conciencia fonológica) e irán siendo capaces de unirlos para formar palabras, sin ni siquiera darse cuenta.
Es importante elegir palabras fáciles y no muy largas (al menos al principio), así como palabras que empiecen por consonante + vocal (es decir, que el segundo sonido no sea consonante). Por ejemplo, para trabajar el fonema “p”, elegiremos “pato” en lugar de “plato”.
También le mostraremos objetos que empiecen por sonidos bien diferenciados para no confundir al niño o a la niña. Por ejemplo, si le pedimos que busque un objeto que empieza por “p”, mejor no poner al lado otro que empiece por “t” o por “b”. Aunque sí podremos hacerlo al aumentar el nivel de dificultad cuando ya conozca bien ambos fonemas.
Asimismo, no presentaremos en un primer momento letras compuestas (“ch”, “ll” o “rr”), que implican una mayor dificultad, por lo que se presentarán más adelante, de forma progresiva.
En qué casos está especialmente recomendada
Con la caja de sonidos nos acercamos al área del lenguaje a través de los fonemas/sonidos de una manera divertida y manipulativa, por lo que es muy útil y recomendable para las primeras actividades de pre-lectoescritura de cualquier peque, pero es especialmente aconsejable para aquellos que presentan dificultades en el aprendizaje o deficiencia en lectoescritura (dislexia, disgrafía, disortografía, retraso en la lectura, etc.).
Si observas que tu peque presenta problemas a la hora de leer relacionados con la velocidad, la precisión y la comprensión lectora, puede ser el resultado de un problema para decodificar las palabras que quiere leer. Es frecuente que los alumnos con dificultades de aprendizaje con la lectoescritura tengan problemas a la hora de comprender, leer o, incluso, escribir vocabulario.
Si quieres más información sobre las actividades para la caja de sonidos, para elegir con acierto las miniaturas para la caja de sonidos… o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la docente, logopeda y psicóloga infantil Elena Mesonero.
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