Los dolores de crecimiento de los niños pueden estar relacionados con las migrañas, según un estudio

Entre el 10% y el 30% de los niños en edad escolar y adolescentes sufren dolor de crecimiento en algún periodo de su desarrollo. Este afecta a menores de edad entre los 3 y los 14 años, mayoritariamente, sin embargo, en las niñas se puede extender a los 16 años y en varones hasta los 18. Ahora, relacionan dolores de crecimiento y migrañas en niños en un nuevo estudio.

La nueva investigación, publicada en Headache: The Journal of Head and Face Pain, revela que, en niños/as y adolescentes, el dolor en las extremidades inferiores atribuidos al crecimiento rápido y conocidos popularmente como “dolores de crecimiento” pueden indicar la presencia o riesgo de migrañas.

El estudio incluyó a 100 niños/as y adolescentes nacidos de madres con migrañas atendidos en una clínica de dolores de cabeza, y la mitad de los jóvenes experimentó dolores de crecimiento.

 

 

Después de 5 años de seguimiento, 78 pacientes completaron el estudio, de los cuales 42 eran del grupo que experimentó dolores de crecimiento y 36 eran del grupo de control. Los dolores de cabeza ocurrieron en el 76% de los participantes que tenían dolores de crecimiento y en el 22% de los controles. Los dolores de crecimiento persistieron en el 14% de los participantes que tenían dolores de crecimiento al comienzo del estudio y aparecieron en el 39% de los participantes que previamente eran asintomáticos.

Dolores de crecimiento y migrañas: Los niños con migraña tienen mayor riesgo de presentar dolores de crecimiento

Los autores de la investigación señalan que “los niños con migraña tienen una mayor prevalencia de dolores de crecimiento, lo que sugiere una patogénesis común; por lo tanto, planteamos la hipótesis de que los dolores de crecimiento en los niños son un precursor o comorbilidad de la migraña“.

“El dolor en las extremidades inferiores de niños y adolescentes” puede “reflejar un precursor o comorbilidad con la migraña“, concluyeron los investigadores.

El factor genético también influye

“En las familias de niños con dolores de crecimiento, hay una mayor prevalencia de otros síndromes de dolor, especialmente migraña entre los padres“, escriben los autores del estudio.

 

 

La evidencia nos dice que los factores genéticos y ambientales afectan el desarrollo de la migraña. Esta, al ser genética, también es hereditaria. Es decir, si el padre o la madre tiene migrañas, hay un 50% de posibilidades de que su hijo o su hija también las padezca.

¿Cómo saber si un niño tiene migraña?

La migraña infantil tiene los mismos síntomas que la padecida por las personas adultas. La migraña es un dolor de cabeza de tipo palpitante o pulsátil intenso, generalmente de un solo lado.

Es frecuente que esté acompañada de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al sonido. También pueden causar dolor que empeora con la actividad y dolor abdominal.

La desorientación, la debilidad muscular, la pérdida de coordinación o la visión borrosa también son síntomas que suelen preceder a la migraña. Estos síntomas suelen manifestarse 15 o 20 minutos antes de la migraña.

 

 

Algunas personas experimentan un síntoma de advertencia denominado “aura” que antecede o acompaña al dolor de cabeza y que puede incluir alteraciones visuales (destellos de luz, puntos ciegos, etc.), como hormigueo (en un lado del rostro, un brazo, una pierna…) o dificultad para hablar.

Los ataques de migraña pueden durar de horas a días y el dolor puede llegar a ser tan intenso que resulte incapacitante, interfiriendo en las actividades diarias de quien las padece.

Incluso los bebés pueden tener migrañas. Una niña o un niño que es demasiado pequeño para decirte lo que está mal puede llorar o mecerse hacia adelante y hacia atrás para indicarte que tiene un dolor intenso.

¿Qué causa la migraña en niños?

Los especialistas en salud infantil señalan las pocas horas de sueño y el abuso del uso ordenador, televisión, tablets y videojuegos entre las principales causas de las migrañas infantiles. El estrés infantil y la ingesta de ciertos alimentos o bebidas (por ejemplo, una mala alimentación, saltarse comidas o ingerir refrescos con cafeína) también son las causas de los cada vez más frecuentes dolores de cabeza en niños y adolescentes.

 

 

Los problemas de visión, el estar sometidos a ruidos fuertes y olores demasiados intensos, la deshidratación y los efectos secundarios de algún medicamento también pueden causar migraña a los bebés, niños y adolescentes. En el caso de las chicas adolescentes, además, los cambios hormonales o menstruales también pueden causar jaqueca.

¿Qué hacer si un niño tiene migraña?

Si el dolor no es muy fuerte y no interfiere en la actividad cotidiana del niño o la niña, no es necesario recurrir a los medicamentos. En muchos casos es suficiente con dejar que descanse en un sitio fresco, oscuro y silencioso.

Asimismo, en estos casos, la aplicación de una compresa a temperatura ambiente en la frente o encima de los ojos también suele ser de gran ayuda.

En caso de tratarse de un dolor intenso y/o recurrente es preciso consultar con el pediatra ya que puede ser necesario recurrir a los fármacos. En la Tribu CSC puedes consultar online a la pediatra Gloria Colli.

 

 

En estos casos, el médico puede recetar analgésicos pediátricos (como Dalsy o Apiretal), medicamentos para reducir las náuseas o vómitos o incluso sedantes que deprimen el sistema nervioso central (SNC) para calmar el dolor y ayudar a conciliar el sueño. Es importante señalar que se suele evitar el uso del ácido acetilsalicílico en niños (la popularmente conocida como aspirina).

Algunos estudios han centrado su interés en el tratamiento preventivo migraña en niños, pero no suele ser la primera opción de los pediatras, que se centran más bien en mejorar los hábitos de vida de los menores para evitar la aparición de las jaquecas.

Por ejemplo, los alimentos juegan un papel importante en el tratamiento de la migraña, siendo recomendable que los niños y adolescentes lleven una dieta saludable. Es importante evitar que los niños y adolescentes consuman en exceso bollería industrial, chucherías, quesos curados, etc. Unos mejores hábitos alimenticios pueden disminuir las migrañas infantiles.

Asimismo, es importante que los menores duerman las horas que necesitan, mantengan unos horarios estables de descanso y comida y hagan un uso responsable de las pantallas.

 

 

Los expertos señalan que también es muy importante que los menores no estén muy cargados de actividades extraescolares, dejar que tengan tiempo libre y puedan descansar, dedicarse a actividades de ocio e incluso se aburran un poco, pues todo ello favorece que estén más tranquilos y con menos tendencia a la migraña.

Es importante prestar atención al niño con dolor de cabeza, ya que puede responder a un problema físico o emocional. No obstante, la buena noticia es que la edad es el mejor paliativo de la migraña, y es que con la llegada a la pubertad las migrañas suelen desaparecer.

¿Cuándo empiezan los dolores de crecimiento en niños?

Los niños están constantemente aumentando de tamaño y creciendo de estatura. Pero, en algunos niños, crecer lleva consigo cierta molestias, conocida como “dolores de crecimiento”. Es importante señalar que los dolores de crecimiento no son una enfermedad ni son peligrosos, aunque ciertamente sí resultan molestos, porque duelen.

Suelen empezar cuando los niños tienen entre 3 y 12 años de edad. Alrededor de los 12 años, la mayoría de los menores dejan de tener este tipo de dolores.

¿Cómo saber si el dolor es por crecimiento?

La mayoría de los menores que los sufren tienen dolores de crecimiento en las piernas. Por lo general, les duele la parte anterior de los muslos, las pantorrillas o los gemelos, las espinillas o detrás de las rodillas. Suelen tener dolor en ambas piernas y ser más frecuentes durante la noche.

 

 

Con frecuencia, los dolores de crecimiento suelen comenzar justo antes de la hora de acostarse por la noche. También es posible que el niño se acueste sin dolor y este le despierte durante la noche. Y ¿cuánto tiempo dura el dolor por crecimiento? Pues por lo general unas horas como mucho, ya que estos dolores desaparecen por completo por la mañana.

Generalmente se asocian estas molestias en las piernas con síntomas de crecimiento en niños, pero no todos los médicos están de acuerdo en que estos dolores sean por causa del crecimiento infantil. Los dolores de crecimiento no afectan a los huesos ni las articulaciones (como las rodillas o los tobillos). Solo afectan a los músculos, por lo que algunos médicos creen que los niños tienen más probabilidad de padecerlos cuando corren, trepan o saltan mucho durante el día.

Dolor de crecimiento en niños: Tratamiento

Si estas molestias son frecuentes, lo ideal es consultar al médico para que este nos indique si hay necesidad de administrar un analgésico infantil cuando el niño sienta dolor. Por lo general, el pediatra opta por recomendar un medicamento para el dolor de venta sin receta médica, como el paracetamol o el ibuprofeno (de nuevo Apiretal o Dalsy, respectivamente).

Colocar una esterilla eléctrica sobre la parte de las piernas que duele, hacer estiramientos con las piernas o aplicar un masaje sobre ellas también son remedios que suelen resultar efectivos.

 

 

Si el niño o la niña presenta fiebre, cojea al caminar, se le pone roja una pierna o se le hincha, es importante llevarle al médico. Los dolores de crecimiento no deben impedir que el peque corra, juegue o haga vida normal. Si le duelen las piernas durante el día, es importante acudir al médico.

Si quieres más información sobre el dolor de cabeza en niños por crecimiento, quieres saber más sobre cuándo un dolor de cabeza es peligroso en niños o necesitas asesoramiento profesional sobre jaquecas en niños o dolores de crecimiento infantiles, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la pediatra Gloria Colli.