Los padres también deberían ser examinados para detectar depresión posparto

Según los expertos, la depresión postparto paterna suele infravalorarse aunque los papás también pueden sufrir depresión posparto. Un nuevo estudio piloto de la Universidad de Illinois en Chicago sugiere que pueden y deben someterse a pruebas de detección de esta afección.

Los investigadores inciden en que, dados los efectos entrelazados de la salud física y mental de las madres y los padres, abordar la salud de los padres puede ser una poderosa herramienta sin explotar para mejorar la actual crisis de salud materna.

Los investigadores obtuvieron el permiso de 24 madres para entrevistar y evaluar a sus parejas. Como resultado, el 30% de los padres dieron positivo en depresión posparto con la misma herramienta que se usa comúnmente para evaluar a las mamás.

El autor principal, el Dr. Sam Wainwright, dijo que esto apunta a la importancia de preguntar a los nuevos padres cómo les está yendo.

“Muchos padres están estresados. Tienen miedo. Tienen dificultades para equilibrar el trabajo y las responsabilidades paternas y de pareja”, manifiesta Wainwright. “A los hombres muchas veces no les va bien, pero nadie les pregunta al respecto”.

Efectos entrelazados de la salud física y mental de las madres y los padres

Hablar con los nuevos padres sobre su salud mental no solo es importante para su propio bienestar, sino que también adquiere una importancia adicional al considerar cómo puede afectar la salud de sus parejas.

“Una mujer en riesgo de depresión posparto tiene muchas más probabilidades de sufrir depresión posparto si tiene una pareja deprimida”, sostiene Wainwright, profesor asistente de medicina interna y pediatría.

Otros estudios han estimado que entre el 8% y el 13% de los nuevos padres padecen depresión posparto. Wainwright sospecha que la tasa de este estudio fue mayor porque casi el 90% de los participantes se identificaron como pertenecientes a un grupo racial o étnico que enfrenta problemas de racismo estructural y determinantes sociales que pueden empeorar la salud mental.

El objetivo general de esta línea de investigación es comprender mejor cómo ayudar a los hombres a mantenerse saludables para que sus relaciones y familias también lo sean, explicó Wainwright.

“¿Cómo podemos mostrarles que es importante cuidarse por el bien de su bebé, por su pareja y por usted mismo?”, plantea el experto.

Los padres también tienen depresión postparto

El estudio, publicado en la revista BMC Embarazo y Parto , se llevó a cabo en la Clínica de Dos Generaciones de UI Health. Inaugurada en 2020, la clínica surgió del entendimiento de que las nuevas madres, especialmente las madres de color de bajos recursos que asumen la paternidad junto con una serie de desafíos estructurales, a menudo no priorizan su propia atención médica.

En cambio, a menudo son muy diligentes a la hora de llevar a sus hijos al médico, explicó Wainwright. La Clínica de Dos Generaciones aprovecha las visitas de los niños ofreciendo a las mamás atención primaria al mismo tiempo. Sin embargo, los padres a menudo quedaron fuera de este proceso.

Los miembros del equipo de la clínica comenzaron a conversar con los papás para ver cómo estaban. Wainwright dijo que a menudo escuchaban comentarios como: “Estoy muy estresado, pero no quiero que mi pareja lo sepa porque estoy aquí para apoyarla”. El actual estudio surgió de esas conversaciones.

Esas conversaciones también impulsaron un proyecto de investigación más amplio en el que Wainwright ha comenzado a aprender más sobre las experiencias de los papás, especialmente en lo relacionado con su salud física y mental.

Quizás las visitas de control de bebés sanos no sean el único lugar para comunicarse con los papás, dijo, por lo que también comenzó a hablar con los futuros padres en la sala de espera de obstetricia. A raíz de estas charlas, el experto pide que se mantengan conversaciones con los nuevos padres y también que se evalúe a los papás para detectar afecciones como presión arterial alta.

El mundo médico lucha por conectarse con los hombres jóvenes, que a menudo no están deseosos de ver a un médico, dijo Wainwright, por lo que llegar a ellos cuando entran en la paternidad presenta una oportunidad importante.

De hecho, algunos de los hombres en el estudio de depresión posparto que no tenían un médico de atención primaria, ahora acuden a Wainwright para recibir atención médica, y otros solicitaron servicios de salud mental.

¿Cómo es la depresión postparto en hombres?

La depresión posparto en hombres que se han convertido en padres recientemente, es un trastorno afectivo en el que se manifiestan síntomas de tristeza, llantos y aislamiento social. Además, suele ser habitual la represión de los sentimientos de tristeza. Es decir, los afectados intentan no exteriorizar este malestar y aparentan estar en óptimas condiciones.

¿Qué es la depresión posparto paterna?

Los hombres que experimentan este trastorno psicológico sufren sentimientos de agobio, angustia, invalidación y abandono. En algunas ocasiones, junto a estos síntomas, aparecen problemas de ansiedad e ideas suicidas.

Todo ello se debe, en parte, al miedo a fallar en sus nuevas y apabullantes responsabilidades, y también a que a menudo el recién nacido, y a veces también la madre, son los que reciben toda la atención.

Como consecuencia, el estado emocional del nuevo padre repercute en la manera en la que estos hombres transmiten sus emociones al recién nacido y/o a su pareja. Algunos hombres con depresión postparto tienen resentimiento hacia al bebé, al cual culpan de su malestar.

Las consecuencias negativas de la depresión posparto alcanzan a la pareja y al bebé que acaba de nacer.

Depresión y paternidad: ¿Cómo actúa una persona con depresión posparto?

En relación a la pareja, la depresión posparto paterna se relaciona con problemas de comunicación, aumento de la agresividad, violencia de género, e incluso incremento del consumo de sustancias como alcohol y otras drogas.

En lo que respecta a sus consecuencias en los hijos, la interacción con los bebés se reduce gravemente. Es habitual que los padres deprimidos no quieran pasar tiempo con sus hijos e hijas, no quieran jugar con ellos y ellas, no les quieran bañar, sacar a pasear ni realizar ningún tipo de cuidado.

Esta falta de apego del padre hacia su bebé puede a la larga relacionarse con trastornos psicopatológicos en los niños y niñas, como problemas de alimentación, un peor desarrollo del cerebro e incluso aumentar el riesgo de depresión, ansiedad e ideas suicidas.

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